México D.F. Lunes 19 de mayo de 2003
La paraestatal no recupera lo pagado en exceso a quienes no cumplieron: ASF
Pemex contrata firmas que dejan obras sin terminar y le producen pérdidas
ENRIQUE MENDEZ
Petróleos Mexicanos (Pemex) continúa otorgando contratos de obra a empresas privadas, que en proyectos como el de la refinería de Cadereyta, en Nuevo León, no cumplieron con los plazos y costos estipulados en el convenio lo que derivó en una pérdida económica para la paraestatal, revela un informe de la Subcomisión de Seguimiento a las Operaciones de Pemex de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
El reporte indica que por la magnitud de la inversión realizada (2 mil 661 millones de dólares) y porque la obra constituye ''una de las más cuestionadas de la petrolera estatal'', el caso de esa refinería fue el primero evaluado por esa instancia, a partir de las observaciones que presentó la ASF.
Señala que el arranque del proyecto lo constituyó la planta coquizadora -donde se produce el coque, un residuo del petróleo del que después del proceso de refinación todavía se puede extraer más combustible-, adjudicada a la constructora Protexa en 1994 por 101.2 millones de dólares, empresa que no concluyó sus trabajos.
El saldo fue adjudicado posteriormente, sin licitación, a Triturados Basálticos (Tribasa) por 34.9 millones de dólares, pero tampoco esa empresa pudo terminar el proyecto. No obstante, Pemex le concedió un contrato ''ampliatorio'', pero tampoco así la planta fue terminada.
Pemex entregó la obra al consorcio ICA-Fluor Daniel, con un nuevo costo adicional al planeado en 1993, cuando se decidió la construcción de la coquizadora durante el gobierno de Ernesto Zedillo.
El informe de la subcomisión señala: ''Pese al tiempo transcurrido y a los pagos realizados, la refinería aún no se encuentra en operación y resulta singular el hecho de que Pemex Refinación todavía no encuentra la forma de recuperar lo pagado en exceso a las empresas que no cumplieron el contrato de obras.
''Peor aún es que algunas de esas empresas siguen obteniendo contratos con la paraestatal, sin que las autoridades de la ASF hayan encontrado un camino que permita al Estado resarcirse de las pérdidas ocasionadas por esas empresas''.
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