México D.F. Sábado 17 de mayo de 2003
La acción, absurda, ilógica y contraproducente, dicen los afectados; interpondrán queja
Despide la JFCA a diez empleados por promover la autonomía sindical
FABIOLA MARTINEZ
La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) despidió ayer a 10 empleados que desde hace cuatro años intentan constituir un sindicato alterno al de la Secretaría del Trabajo.
Con el argumento de que los trabajadores referidos eran "personal de confianza", la oficialía mayor de la JFCA decidió separarlos de sus cargos, aun cuando éstos tienen una antigüedad laboral de más de 15 años.
Alma Rosa Sánchez, una de las despedidas, es considerada como impulsora del sindicato independiente que pretende, desde 1999, agremiar exclusivamente a los empleados adscritos a la JFCA.
Advirtió que en los próximos días interpondrán una demanda por despido injustificado ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA). Es decir, los mismos empleados que dan trámite a las demandas de los trabajadores de empresas privadas y paraestatales, recurrirán ahora ante un tribunal similar.
"Es absurdo, ilógico y contraproducente que en una instancia como la Junta Federal de Conciliación, cuyo objetivo es alentar la justicia laboral, se atropellen los derechos básicos de quienes buscan autonomía sindical", dijo.
De acuerdo con la versión de los afectados, la oficialía mayor de la JFCA, encabezada por Raúl Alberto Navarro, les entregó un oficio en el que simplemente les informa que a partir del 16 de mayo "dejan de ser colaboradores" de la junta. El único sustento de esta acción es que eran personal de confianza, aunque Sánchez y sus compañeros afirman que su adscripción es de base.
La JFCA, presidida por Virgilio Mena, ordenó de inmediato al personal de seguridad impedir la entrada a los empleados cuyo contrato fue rescindido, situación que fue cumplida este viernes al pie de la letra, cuando éstos intentaron ingresar en el tribunal, ubicado en la colonia Doctores.
El común denominador de los trabajadores referidos es que habían manifestado públicamente su intención de desligarse del control de la dirigencia del sindicato de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, asunto que aún se encuentra en los juzgados en un largo proceso.
Sánchez comentó que aunque la autoridad hubiera decidido despedirlos debe correr un proceso en el que ambas partes aleguen lo que corresponda, de acuerdo con la ley burocrática. Afirmó que ni ella ni sus compañeros incurrieron en irregularidad alguna, por lo que ahora "se pone en entredicho la imparcialidad de Mena y sus colaboradores más cercanos... Ese funcionario (Mena) no tiene calidad moral para ser el máximo responsable de aplicar la justicia laboral en el país", dijo.
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