México D.F. Sábado 17 de mayo de 2003
Se congelarían 8 mil plazas y se reduciría el servicio, dice la dirigente del sindicato
Por contradictorio, empleados del ISSSTE rechazan el plan de separación voluntaria
El seguro popular sólo beneficiará a unas cuantas aseguradoras y duplicará el trabajo y las carencias en los hospitales, afirman trabajadores del sector salud Marchan a Los Pinos
FABIOLA MARTINEZ
El Sindicato de Trabajadores del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) manifestó su rechazo al plan de "separación voluntaria" que impulsa el gobierno federal, al argumentar que una reducción de empleados en las instituciones de salud impedirá la restructuración de éstas y la aplicación del seguro popular. En el mismo sentido se pronunció personal de la Secretaría de Salud.
Al término de una reunión con funcionarios de la Secretaría de Hacienda, la dirigente del sindicato del ISSSTE, Concepción Castañeda, aseveró que el programa referido, creado como una medida de racionalidad del gasto público, "presenta grandes contradicciones".
El Programa Nacional de Salud 2001-2006 reconoce que el sistema sanitario resiente importantes presiones para brindar servicios de calidad, por lo que es necesario el financiamiento por medio del seguro popular de Salud, que entrará en vigor en enero de 2004.
Con lo anterior, las instituciones del sector darán servicio a cerca de 30 millones de mexicanos. Por ello, señaló Castañeda, el Programa de Separación Voluntaria "lesionará gravemente" la atención de los servicios que proporciona el ISSSTE, por la eventual reducción de personal y el congelamiento de unas 8 mil plazas, que representan el déficit actual para brindar derechos de calidad.
A lo anterior, advierte el sindicato, se suma el estado "altamente deficitario" del sistema general de pensiones del ISSSTE, situación que se agravará con la adhesión de más derechohabientes, que hasta ahora son personal en activo.
"En años pasados, la implementación de este tipo de programas ha lesionado seriamente a nuestro instituto, por lo cual nos oponemos decididamente a ello y manifestamos que buscaremos las acciones necesarias para que el ISSSTE quede excluido de la separación voluntaria", señaló Castañeda.
En tanto, un grupo de trabajadores de la Secretaría de Salud, integrados en corrientes opositoras al interior de diversos institutos y hospitales, marcharon del edificio sede de aquella dependencia con rumbo a la residencia oficial de Los Pinos para entregar diversos documentos a la oficina de Atención Ciudadana de la Presidencia de la República.
Empleados del Hospital General de México, Juárez y del Instituto Nacional de Pediatría, entre otros, manifestaron su repudio al seguro popular porque, afirmaron, sólo beneficiará a unas cuantas aseguradoras y, de manera simultánea, duplicará el trabajo y las carencias en los hospitales, particularmente los que brindan atención a la población abierta.
Con ello, afirmaron los trabajadores encabezados por el doctor Antonio Sánchez Arriaga, no sólo se vulnerarán los derechos laborales, sino que se dará luz verde al lucro con necesidades básicas como la salud.
Ya desde ahora, comentaron, se multiplican las concesiones a empresas privadas de servicios de limpieza, comedor y laboratorios, cuyos empleados laboran sin capacitación mínima adecuada y en condiciones "peores que las nuestras".
Por lo anterior hicieron un llamado a sus compañeros, por medio de volantes, para que no permitan la puesta en marcha del seguro popular y, en cambio, recurran a la posibilidad de ampararse ante la ley que da sustento a ese plan.
En la marcha participaron los agremiados al Sindicato Independiente de Trabajadores de la Salud del Hospital General, Juárez Centro, Homeopático, Instituto de Pediatría, Hospital Infantil y Salud Pública del Distrito Federal. Esta organización mantiene un litigio para obtener la toma de nota.
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