Gastón Castellanos

In memoriam

Hemos perdido otro pilar del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN). Hace año y medio falleció su fundador, el doctor Manuel Velasco Suárez, y el martes 13 de mayo pasado nos conmovió la noticia de la muerte de quien fuera su alumno predilecto y sucesor, el doctor Francisco Escobedo Ríos.

Escribo estas líneas con el reconocimiento sincero a un colega ejemplar, un virtuoso de la neurocirugía, quien consagró hasta el último día de su vida a la docencia y a atender a los pacientes con verdadera caridad cristiana.

En esta época en que el ejercicio de la medicina corre el riesgo de perder su orientación ética y humanista, en virtud de que el mercantilismo neoliberal imperante intenta convertirla en una actividad puramente lucrativa, el ejército sin fronteras -los hombres de blanco- debe resistir presiones y manipulaciones y mantener en alto los principios de la deontología médica.

La trayectoria del doctor Escobedo es un ejemplo de integridad profesional; utilizó su inteligencia no para beneficio propio, sino para servir con eficiencia y generosidad a los demás.

Egresado de la Facultad de Medicina de la UNAM, cuando la sede se encontraba en la plaza de Santo Domingo, pronto descubrió su vocación hacia el estudio de la patología cerebral. Comenzó su adiestramiento neuroquirúrgico en el antiguo Hospital Juárez, bajo la guía de su maestro Velasco Suárez, quien avizoró que su alumno alcanzaría la excelencia médica.

Realizó estudios de posgrado en la Universidad de Filadelfia, con los profesores Spiegel y Wycis, fundadores de la neurocirugía estereotáxica. Posteriormente se adentró en este campo con el programa Mundinger de la Universidad de Friburgo, Alemania.

De marzo de 1970 a mayo de 1983 fue director del INNN y organizó varios seminarios a los que asistieron relevantes profesores nacionales y extranjeros.

Durante su gestión se construyó una unidad de investigaciones cerebrales enfocada a proyectos clínicos, para complementar la anterior, dedicada a la experimentación básica en neurofisiología y neurobiología celular.

Asimismo, el INNN fue designado centro de adiestramiento en neurociencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el fin de ampliar su cobertura docente a más becarios de Latinoamérica.

Fue miembro de la Academia Nacional de Medicina, de la Sociedad Americana de Neurocirugía y presidente del Consejo y de la Sociedad Mexicana de Cirugía Neurológica; la Universidad Autónoma de Guadalajara lo designó profesor honoris causa.

Este año participó como asesor en el proyecto Radio Neurocirugía Funcional, que se lleva a cabo en el INNN, gracias a que cuenta con un equipo sofisticado de innovación tecnológica.

Recordaremos al doctor Escobedo Ríos como lo señaló Montaigne: "El verdadero espejo de nuestro espíritu es el curso de nuestras vidas".