México D.F. Miércoles 14 de mayo de 2003
Ambos científicos tuvieron problemas
de comunicación, divulga New Scientist
Newton y Einstein padecieron ''una forma suave de autismo''
El siquiatra Glen Elliot, en el reportaje de la revista,
refuta esa teoría
FAUSTO CERVANTES ORTIZ ESPECIAL PARA LA JORNADA
En su versión de la primera semana de mayo, la
revista New Scientist divulgó una teoría de que Isaac
Newton (1643-1727) y Albert Einstein (1879-1955) padecieron ''una forma
suave de autismo", conocida como síndrome de Asperberg. Los síntomas
de esa enfermedad son, según Simon Baron-Cohen, de la Universidad
de Cambridge, ''la dificultad en las relaciones sociales, problemas de
comunicación e intereses obsesivos".
No
obstante, esto no fue obstáculo para sus intelectos, que se clasifican
entre los más brillantes en la historia de la humanidad. A Newton
debemos gran parte del desarrollo de la mecánica clásica
y de la óptica y a Einstein debemos la teoría de la relatividad
especial y general.
La relatividad, desde Galileo
Newton tomó los resultados de los estudios de Galileo
y formuló una teoría que unificaba en tres leyes sencillas
las propiedades del movimiento. La mecánica de Newton es tan útil
en la actualidad que todo estudiante de ingeniería debe dominar
sus principios básicos antes de cualquier acercamiento a esa disciplina.
La óptica newtoniana sigue usándose para el diseño
de aparatos ópticos, como lentes para corregir defectos visuales,
microscopios y telescopios.
Además, Newton diseñó un telescopio
que hace uso de un espejo curvo en lugar de una lente. En la actualidad
los telescopios astronómicos más importantes del mundo siguen
el mismo principio.
El científico y filósofo inglés también
descompuso la luz blanca en un ''espectro" de colores. Estos espectros
son de fundamental importancia en la actualidad, puesto que los diferentes
elementos químicos producen un espectro particular que los identifica,
como las huellas digitales identifican a cada persona.
Aunque
la teoría de la relatividad de Einstein corrige a la mecánica
clásica de Newton en situaciones de movimientos a velocidades cercanas
a la de la luz o cerca de astros de enorme masa, de ningún modo
podemos decir que la teoría newtoniana ya no sirve.
La mayor parte de las situaciones de movimiento cotidianas
ocurren a velocidades muy bajas, comparadas con la de la luz, por lo que
las leyes de Newton son perfectamente aplicables. Por otro lado, en nuestro
planeta (y en todo el sistema solar) tiene validez la ley de la gravitación
de Newton, por lo que no es necesario usar las correcciones de la relatividad
general.
La relatividad general tiene poco uso en la actualidad,
pero la especial se ha vuelto cada vez más usual en la física
moderna. Ahora bien, el concepto de relatividad no se debe a Einstein,
como se cree, pues ya desde 1638 Galileo hablaba de relatividad del movimiento.
La relatividad de Galileo consiste en que desde un cuerpo
en movimiento, el movimiento de un segundo cuerpo se observa con cierta
velocidad que es la velocidad del primero menos la velocidad del segundo,
medidas ambas desde un punto de referencia en reposo.
La gran contribución de Einstein fue que no sólo
la posición y la velocidad son relativos a cada observador, sino
también lo son algunas otras cantidades físicas: tiempo,
masa y longitud. Esto se deduce a partir de postular que la velocidad de
la luz es la misma para todos los observadores, hecho establecido experimentalmente
por Michelson y Morley en 1887.
Minucioso estudio de los dos personajes
Según la teoría especial de la relatividad,
si una nave pudiera viajar a velocidades cercanas a la de la luz, veríamos
que al alejarse se contrae. Por otra parte, medi-ríamos cierto tiempo
de viaje que no coincide con el que se mide en la nave, que es menor al
que medimos.
Por ahora es imposible hacer esto, sin embargo vemos que
sucede en los procesos atómicos: una partícula que entra
a la atmósfera con una velocidad cercana a la de la luz parece vivir
más tiempo de lo que debería. Pero esto es sólo desde
nuestro punto de vista, ya que en su sistema de referencia sí vive
el tiempo esperado. Estos conocimientos han hecho posible el desarrollo
de la electrónica y la computación hasta las fases actuales,
lo cual ha logrado cambiar radicalmente nuestro mundo.
Los siquiatras de la Universidad de Cambridge señalan
que ''estudiaron minuciosamente" las personalidades de Einstein y Newton;
el primero, agregan, ''fue un niño solitario, habló tardíamente
y repetía compulsivamente las mismas oraciones hasta la edad de
siete años", mientras que Newton ''hablaba muy poco, siempre estaba
inmerso en sus investigaciones, olvidaba bañarse y comer, y reaccionaba
de mal talante ante los pocos amigos con que contaba; daba sus clases programadas
aunque el auditorio estuviera vacío, además de que padecía
de paranoia y depresión".
En el reportaje de New Scientist, el siquiatra
Glen Elliott de la Universidad de California, rebatió a sus colegas
y explicó que ''es fácil imaginarse genios socialmente ineptos
y sin embargo ni remotamente autistas" pues, añadió, ''la
impaciencia ante la lentitud intelectual de los demás, el narcisismo
y la pasión por la propia misión en la vida pueden combinarse
para convertir a estas personas en individuos con tendencia al aislamiento
y difíciles".
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