ASTILLERO

Julio Hernández López

La heráldica del poder

Daddies, brothers y demás parientes políticos
Pollos panistas, perros priístas sin amarrar y aspirantes a comadre

LA CASA BLANCA podría decir que por su espíritu hablará daddy. Mientras tanto, Los Pinos (donde por el espíritu electo habla su esposa) y Tlatelolco aprovecharon la visita de George I para improvisar penosos escenarios de presuntas reconciliaciones de amigos/hermanos distanciados: George II y Vicente W. se verán de lejecitos y tal vez hasta se saluden el mes próximo en Francia, durante la cumbre del Grupo de los Ocho, anunciaría emocionado, esperanzado, sugerente, el comisionado en México para asuntos de seguridad estadunidense, Ludwig Von Derbez (listo para difundir en los medios mexicanos como sinfónica "reunión informal" cualquier gesto desafinado de acercamiento del texano hacia el guanajuatense, por efímero e intrascendente que éste -el gesto- fuera). Y la joya de la corona: šBush hijo y Fox abuelo tendrán un encuentro oficial en noviembre! šSí, señor! ƑNo que no? šSí se pudo! Y es que el decepcionado mandatario vecino deberá regalar cuando menos algún acto de cortesía al anfitrión que lo recibirá en noviembre, en un lugar todavía indefinido, en el contexto de la Cumbre de las Américas que reunirá a 33 jefes de Estado. Es decir: el presidente de los Estados Unidos de América le dará audiencia formal al Presidente de México en tierra mexicana (ni modo que George le diga a Vincent: me recibes y te vas). Lo que sucede es que nada importante pareció quedar luego de la visita del verdadero jefe del gabinete estadunidense, más que etéreas reafirmaciones de amistades que en los hechos no se ven y a las que el hambre de Los Pinos pretende convertir en platillos de banquete, a tal grado que a esa protocolaria sopa de letras de la visita papal, perdón, paternal, le acomodaron sazones y artificios de cocina para aparecer el mismo día con el anuncio falsamente espectacular del saludo de paso en Francia y el pago por el derecho de piso en la reunión de noviembre en México. šGracias, daddys, por favores recibidos!

EN OTRA BANDA, el presunto papá de los pollitos blanquiazules, Luis Felipe Bravo Mena, se fue también con la finta del autodestape dieguista. Aun cuando el sonoro senador (y abogado, para servir a usted) ya precisó que su presunto acelere fue más bien una manipulación reporteril, el presidente nacional panista creyó necesario presumir sus otros aspirantes a gallo, para que nadie crea que la granjita está flaca. No le importó al bravo dirigente que Fernández de Cevallos ya hubiera precisado los términos de su declaración, que habría sido acomodada para que sonara suficientemente escandalosa por algún émulo local de san Jayson Blair, el santo patrono de los reporteros voladores (es decir, que inventan o "arreglan" alguna nota), que durante cuatro años engañó a The New York Times con informaciones y reportajes que confeccionaba al gusto desde su computadora. Aun a sabiendas de que el jefe de jefes, que no de pejes, ya se había destintado, Bravo Mena sacó a retozar a otros de sus ejemplares de competencia: allí están, dijo, Francisco Barrio, Santiago Creel, Felipe Calderón, Carlos Medina Plascencia "y muchos más que pueden surgir".

LA HERMANDAD PRIISTA, por su parte, seguía metida en pleitos. El pastor Isidro sigue arengando a sus borregos para que arremetan contra el mal que a madrazos se manifiesta. A pesar de que Manuel Andrade convocó a sus congéneres en reciente reunión de gobernadores para que cada cual amarrara a sus perros, es evidente que el de la capital choricera al suyo le puso soga hecha de la típica tripa de carne adobada en bolas, pues Isidro ladrador le dio ayer 24 horas al líder nacional moretón (Madrazo Pintado) para que rinda "cuentas claras" de los dineros que el IFE le ha dado al partido que en asuntos de transparencia financiera parece no de tres, sino de mil colores. La tarascada marca Montiel se produjo el mismo día que los priístas se preparaban para ser políticos pobres y, por tanto, según san Carlos Atlacomulco, pobres políticos, pues el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirmó la multa por mil millones de pesos que podría llevar a quienes antes ordeñaban el erario federal a pasar charolas populares (no de elite, como las que Salinas de Gortari presentaba a distinguidos empresarios) al amparo de la cantaleta: "Una limosnita, para este pobre PRI". Tan bochornoso es el suceso que arcángeles de blancura total como el propio Madrazo Pintado, y su abogado en jefe, Miguel Angel Yunes, estudian la posibilidad de centrar las culpas en un eje de campaña del mal, en el que destacan, desde luego, Francisco Labastida Ochoa, Esteban Moctezuma Barragán, Dulce María Sauri Riancho y Emilio Gamboa Patrón. šAh, aquellos tiempos en que el PRI se preciaba de ser una familia feliz!

Y YA PARA CERRAR el carrusel de apellidos, en este caso priístas, entérese de que: seis años atrás, Fernando Ortiz Arana (FOA) se topó con que su hermano José, también militante distinguido del tricolor, aspiraba a la misma candidatura a gobernador de Querétaro. El sainete fraterno por la postulación que luego sería derrotada en las urnas (Fernando, por el PRI; José, por algún partido chico) fue impulsado ( si no es que ideado) por el doctor Zedillo, que no le perdonaba al primero que en 1994 hubiese maniobrado desde la presidencia del comité nacional priísta con la intención de ser el sustituto de Luis Donaldo Colosio. Ahora, nuevamente candidato al gobierno (mediante una llamada Alianza para Todos, que forman el PRI y el Verde Ecologista), FOA lleva en la comisión para la reforma de gobierno a Roberto Loyola Vera, hermano del mandatario panista de la entidad. En otro asunto de emparentamientos, así sean deseados y no consumados, rituales y no consanguíneos, la comadre Elba Esther Gordillo da ejemplo de su disposición a hacer buenas relaciones con quien sea, apellídese, por ejemplo, Sahagún o Castañeda: "Me han preguntado que si quisiera ser comadre de López Obrador. Si me invitara, šencantada! Pertenezco a otra manera de pensar". Y el nuevo secretario de organización del CEN del PRI, José Ramón Martell, que en todos los documentos actuales de su partido aparece con un recortado segundo apellido: "López", en lugar del "López Portillo" que sexenios atrás lucía a plenitud como orgullo de su heráldica.

PUES BIEN, POR hoy es todo. Aquí nos encontraremos mañana, mientras Menem le informa al Carlitos mexicano que la desmemoria del pueblo no es tanta, y mientras Rosario Independiente abre las puertas del PRD al priísmo en general, militantes y simpatizantes, para formar una "nueva mayoría" nacional...

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