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México D.F. Lunes 12 de mayo de 2003
Alejandra y Enrique compartieron momentos emotivos y de bromas en el Auditorio
Improvisación y poca calidad, común denominador del concierto de los Guzmán
MARIANA NORANDI ESPECIAL
Por primera vez, a lo largo de sus respectivas carreras, Alejandra Guzmán y su padre, el veterano rocanrolero Enrique Guzmán, realizan una gira juntos por toda la República. El tour, que incluye más de 40 conciertos, se detuvo este sábado en el Distrito Federal para presentarse en el escenario más destacado del país: el del Auditorio Nacional.
A eso de las ocho en punto, ante un Auditorio que, poco a poco, se iba llenando, Alejandra apareció en el escenario vestida de negro con un estilo muy roquero. Con falda sobre pantalón, chamarra de piel con estoperoles y guantes largos, la polémica cantante arrancó con el tema Toda la mitad. Acompañada por seis músicos y un corista, se veía contenta y suelta en el escenario aunque, por momentos, su peculiar voz perdía fuerza y se difuminaba entre el sonido de los instrumentos. "Hablan y hablan de mí, y siempre mal, pero mala hierba nunca muere" y presentó el tema Mala hierba, rola que fue seguida de Eternamente bella y Reina de corazones.
A partir de este momento, ya sin chamarra, sin guantes y luciendo con orgullo un pronunciado escote ("Ƒverdad que están buenas?"), adoptó un provocativo y simpático papel de chica mala que prolongó hasta el final del concierto. De su más reciente disco, que lleva por título Soy y con el cual obtuvo un Gramy Latino, interpretó Diablo, Caramelo, Soy tu lluvia -dedicado a su novio- y, lanzando grandes globos al público, su éxito más actual, De verdad, coreado por todos sus fans.
Tras un total de 11 temas, la cantante cedió el escenario a su padre, que fue recibido con un gran aplauso. Al lado de Alejandra, Enrique Guzmán es otra cosa. Posee mayor presencia en el escenario, más profesionalismo y otra seguridad vocal. Reconocido por el público como una leyenda del rock en México, el cantante nos trasladó, mediante sus interpretaciones, como Tu cabeza en mi hombro o Popotitos, a la época de los guateques y los cines al aire libre. La gente conoce todas sus canciones y disfruta entonarlas, y él sigue teniendo un corazón profundamente rocanrolero: "Pienso que las letras de las canciones de aquella época son más buenas que las de ahora. ƑNo creen?" Y tras un largo šsíii! del público, interpretó Agujetas de color de rosa. Uno de los temas más aplaudidos fue Pensaba en ti, de su autoría: "Se lo compuse a una mujer que se llamaba Pichi. Me la ligué una tardeada en el Salón Riviera mientras tocaba la Sonora Santanera".
Cuando empiezan a sonar los primeros acordes de La Plaga, sale Alejandra Guzmán y, a partir de ahí, el espectáculo es compartido por padre e hija. Vestida con un traje de tul, muy elegante y sexy, cantan juntos La Plaga, Popotitos y Pólvora. El concierto adquiere otro tono, mucho más relajado y festivo, en el que fuegos artificiales y papel picado alegraron el encuentro. Hubo momento de bromas generacionales. "Lo tuyo es rucanrol" le dice ella, "Hacer el amor con otro...", se ríe él. Pero así como hubo momentos de broma, también los hubo tiernos e íntimos, en los que, abrazados, compartieron canciones como Acompáñame o A mi manera.
Tras hora y media de concierto, los Guzmán ofrecieron un encore bastante improvisado de dos canciones, entre las que Enrique expresó: "Quiero agradecerle hoy a mi hija que me haya hecho el favor de acompañarme por primera vez en el escenario, porque hoy, ella es la mujer más importante de mi vida". A lo que Alejandra contestó: "Eres un chingón", y acabaron cantando nuevamente La Plaga.
El concierto del sábado en el Auditorio no alcanzó la calidad que requiere el espacio ni la que se esperaba del singular encuentro. Fue un espectáculo corto, las canciones se repitieron sin sentido y se notó una improvisación, falta de profesionalismo. A estas alturas, nadie pone en tela de juicio la larga e importante trayectoria de Enrique Guzmán ni el carisma y la personalidad de Alejandra, pero el público merecía otra cosa.
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