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México D.F. Lunes 12 de mayo de 2003
Las bebidas fueron insuficientes; a las cinco
de la tarde se acabaron las chelas
Panteón Rococó se llevó la primera
mitad de la jornada del Vive Latino
Las Ultrasónicas abrieron la celebración
a la que asistieron 45 mil jóvenes Los de Abajo fue el primer
gran grupo que puso a bailar y brincotear a la concurrencia con su fusión
musical
JUAN JOSE OLIVARES
Una vez más el Festival Vive Latino (su cuarta
versión), reunió a alrededor de 45 mil jóvenes gustosos
de las corrientes musicales contemporáneas: rock, pop, ska, reggae,
rap y música electrónica. La primera mitad de la jornada
del encuentro se la llevó el grupo más vivo del circuito
subterráneo: Panteón Rococó, pues atrajo la atención
de 40 mil jóvenes, que se presentaron puntuales a su actuación
para realizar un desenfrenado skankin, dejando sin público
los demás escenarios. El Dr. Shenka, voz de la banda, dijo: "Señor
Bush, si usted quiere chingar, pues chingue usted a su madre".
La falta de previsión de los organizadores y patrocinadores,
Coca Cola y Cerveza Sol, pusieron el único negrito en el arroz en
la celebración de música más importante en México,
pues no surtieron suficiente agua, refrescos y cervezas, y desde las 17
horas se acabaron las bebidas; los expendedores informaron que no venderían
más líquido, la gente estaba encabronadísima. Miles
de jóvenes deambularon de un lado a otro del inmueble buscando algo
con que mitigar la sed. A las 20 horas se abrieron las puertas del Foro
Sol para que los jóvenes salieran a comprar alguna bebida en las
inmediaciones del lugar.
Eran cuatro escenarios de diferentes dimensiones, en los
cuales los adolescentes mexicanos se regocijaron con variados ritmos y
grupos, algunos íntegramente diferentes entre sí, pero que
tuvieron un común denominador: la alegría que provoca la
catarsis musical.
Miles y miles de noveles almas (aunque no faltó
uno que otro forever young y niños que, fastidiados, acompañaron
a papás roqueros) se desplazaron de un proscenio a otro sin el menor
temor a una insolación. Bueno, uno que otro joven resultó
insolado y algunos otros lastimados levemente. El sol, a plomo, más
bien sirvió de dínamo energetizante, y mezclado con notas
musicales creó una química especial en el encuentro, resguardado
por personal de la Policía Bancaria y guardias especiales de CIE,
en una casi impecable organización.
Variadas alternativas
Las
alternativas eran variadas. Mientras en el escenario principal Las Ultrasónicas
abrieron el concierto y conminaban a los menores de edad a "desquintarse"
con ellas, Televisión Kamikaze encendía entes con un rock
pop agridulce.
Las Ultras fueron las primeras sorprendidas ante la respuesta
a la convocatoria. Pese a que abrieron, reunieron a unos tres mil que vitorearon
sus peladeces. "Nos venimos en seco. Este concierto nos va a servir. Es
nada más un poco más grande que el bar Alicia. Si hay tres
personas o miles igual la cagan", dijeron los miembros de esta agrupación.
En ese mismo escenario los chilenos de Los Tetas y su
funk latino incitaba a lo cachondo, al tiempo que Natalia Lafourcade "imaginaba,
soñaba y jugaba" a estar en un verdadero concierto de rock ("al
menos no me bajaron", dijo la cantante). Lo que es un hecho es que convocó
a unos siete mil, algunos le pedían que bajara, pero la mayoría
brincoteó con sus melodías pop.
Por otro rincón, en un tableado más underground,
el hip hop hizo su aparición por vez primera en un Vive Latino.
La ética urbana y la violencia de todos los días fueron los
temas esenciales de los raperos aztecas.
En el Vive Latino, con su nuevo rostro, se unieron más
que nunca skatos, roqueros, poperos y electrónicos. Al fin y al
cabo todas expresiones juveniles. Cabe señalar que en el mencionado
sector hip hop hasta una pared falsa se dibujó con grafiti, cumpliendo
con los cuatro elementos de este movimiento: grafiti, MC's, DJ's y B-boys.
En tanto, en el escenario electrónico Alerick ISB,
Dg+Gabo, Swete Electra, D Boys, Los Fancy Free y Sussie 4 daban aire a
los guitarras y tamborazos con su ecléctica sonoridad, pero la verdad
no como para presentarse en un escenario a las tres de la tarde cuando
lo único que se les antojaba a los muchachos y muchachas eran unas
chelas
bien frías.
Los ruidos viajaban de un rincón a otro causando
una anarquía acústica en torno al Foro Sol, lo que daba un
toque de libertinaje musical. El grupo Los de Abajo fue el que realmente
abrió la convocatoria masiva: unos 20 mil los escuchaban, bailaban,
brincaban, mientras se refrescaban con el agua que les arrojaban mediante
mangueras; algunos hasta se encueraron.
En el otro escenario los Estrambóticos hilaban
un gran bailongo con la música de sus tres discos, no faltaron sus
incondicionales seguidores. Mientras, los colombianos de Aterciopelados
daban otro aire a los tamborazos roqueros con su pop bien intencionado
y unas versiones electrónicas de sus viejas canciones.
Pocas cosas negativas se observaron. El sonido de los
cuatro escenarios en general se escuchó limpio, pero hay que recalcar
que por la diferente afinación y niveles que usan los músicos
fue difícil para los ingenieros o técnicos igualarlo, lo
que provocaba desafinaciones. Pese a esto el cambio de bandas transcurrió
sin contratiempo. Fue el resultado del trabajo de un ejército de
técnicos.
Unión sin prejuicios
Música electrónica, pop, rock, ska y hip
hop tuvieron un coito, una unión por medio del factor juventud,
que se empapó de todos los ritmos sin prejuicio alguno.
El verdadero desmadre lo provocó la presentación
de Panteón Rococó, que con su locura fusionada prendió
el dínamo de unas 40 mil almas. Mientras, en el escenario B, Genitallica
y Banda Guillotina hicieron su esfuerzo, pero toda la banda dejó
los tres escenarios para estar con los Rococó. En el escenario C
y B de música electrónica y rap se quedaron sólo algunos
aferrados; por ejemplo, en el B, los raperos crearon una versión
chilanga de una tocada bajo el sol en algún barrio californiano
de negros, alzando la voz de la calle. Djb 379, Djpetstor, Lema hip hop,
Altorango, Mexican Klan, Kid Azteca, Raperos Idos, Microphonk y Milicia
Callejera, entre otros escrachearon y gritaron hasta el final de la noche.
Esa noche y tarde, en las que se seguirían dibujando
atmósferas sonoras, bandas de trayectoria como El Gran Silencio,
Vicentico, Café Tacvba, Molotov, Kinky, Resorte, Babasónicos,
Jumbo, Enanitos Verdes y muchos otros más dieron vida a este conglomerado
de música, de los cuales daremos cuenta mañana.
CATARSIS EN EL FESTIVAL VIVE LATINO Miles de fanáticos se dieron cita en los cuatro escenarios desplegados en el Foro Sol para escuchar y bailar con grupos representativos de las corrientes musicales ska, hip hop, reggae, rap, electrónica y pop, entre otras. Edi Micro, vocalista de las Ultrasónicas, abrió el maratónico encuentro. A la derecha, el doctor Shenka, vocalista de Panteón Rococó, la banda que convocó al mayor número de asistentes. Abajo, cientos de jóvenes organizaron el skankin en el escenario principal del festival FOTO CRISTINA RODRIGUEZ
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