México D.F. Lunes 12 de mayo de 2003
Pide la intervención presidencial para evitar ser dado de baja del Ejército
Denuncia represalias y abuso laboral del alto mando un militar herido en combate
Las lesiones que sufrió fueron causadas en "actos fuera de servicio", según la Sedena
JESUS ARANDA
Las represalias de parte del alto mando del Ejército en contra del mayor de infantería Carlos Echeverría Méndez se intensificaron cuando solicitó la intervención del presidente Vicente Fox, en su carácter de comandante supremo de las fuerzas armadas, en un intento por evitar ser despedido sin tomar en cuenta que la herida en su brazo derecho que motivó su invalidez fue producida durante el levantamiento zapatista en diciembre de 1994.
Su "delito" fue "salvarse (saltarse) los conductos" y dejar en entredicho al secretario de la Defensa Nacional, general Ricardo Clemente Vega García. Sin embargo, desde el 10 de marzo pasado, el mayor Echeverría solicitó ante las instancias correspondientes una cita con el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, sin que hasta la fecha haya recibido respuesta.
Miriam B. Fierro, esposa del oficial, denuncia las acciones llevadas a cabo por el alto mando castrense para dar de baja a su marido con el argumento de que la invalidez de segundo grado que sufre en el brazo derecho es consecuencia de "actos fuera de servicio", por lo que no tendría derecho a la pensión correspondiente a un oficial que ha servido al instituto armado por más de 20 años, que fue condecorado junto con otros 40 soldados por sus actos en contra del levantamiento zapatista y que además fue ascendido en aquel entonces por haber sobresalido de entre los más de 30 mil efectivos que fueron trasladados a la zona de conflicto.
Comenta la señora Fierro que la primer solicitud que hizo su marido para ser recibido por el secretario de la Defensa Nacional data del 10 de marzo pasado, por un conducto adecuado, que era el director de Infantería, quien era el encargado de elevar la petición ante Vega García.
"Consciente de su impedimento físico -agrega-, mi esposo ha planteado ante sus superiores la posibilidad de ser transferido a la Dirección de Justicia Militar para continuar activo en el Ejército -el mayor de infantería también es abogado-, pero su petición no ha sido atendida, a pesar de contar con las condiciones legales y profesionales para ello".
Al día siguiente fue citado en la jefatura del Estado Mayor y "lo engañaron", afirma la señora, porque le aseguraron que le darían un "nivel para que se quedara tranquilo".
Cabe señalar que después de sufrir la lesión fue enviado nuevamente a Chiapas, posteriormente a Sinaloa y finalmente al agrupamiento ubicado en San Juan de los Jagüeyes, pero como cuando señaló que no aceptaría su retiro del Ejército en las condiciones que quiere la Defensa Nacional, le fue retirado su "nivel" -sobresueldo que reciben oficiales que tienen determinados cargos o encomiendas-, por lo que sus ingresos mensuales pasaron de 22 mil a poco más de 4 mil mensuales.
Sin embargo, no hubo respuesta de sus superiores y con base en el artículo 13 de la Ley Orgánica del Ejército, que dice que los militares "podrán elevar solicitud por conductos regulares" desde su inmediato superior hasta el secretario de la Defensa o incluso hasta el comandante supremo, el mayor decidió enviar una nueva misiva dirigida a Vega García.
De nueva cuenta, el silencio predominó, por lo que decidió enviar, el 4 de abril pasado, una carta el presidente Vicente Fox Quesada, en la que solicitaba su intervención y le advertía su temor de sufrir represalias.
"Mi esposo -cuenta la señora Fierro- entregó al día siguiente copias de las cartas a la oficina del secretario Vega García, quien no tardó en dar a conocer su posición, ya que el 7 de abril ordenó que lo arrestaran y fue llevado como un criminal, escoltado y en vehículo militar" al Campo Militar Número Uno, en donde fue entregado a mandos del lugar para su custodia.
Fue privado de la libertad, añade, "por el simple hecho de solicitar un diálogo con el secretario de la Defensa, con el pretexto ridículo de que había salvado conductos, lo cual es absolutamente falso".
Ante esa arbitrariedad, sigue, interpuso el amparo 642/2003 ante el juzgado primero de distrito en materia administrativa, recibió la protección de la justicia federal, por lo que el juez de la causa comisionó a un actuario para que se presentara ante el cuarto batallón de infantería y se cumpliera con la orden de dejarlo en libertad.
Pese a la fe pública del funcionario judicial, tuvieron que pasar más de cuatro horas para que los soldados cumplieran con el mandato, hasta que el actuario amenazó con actuar penalmente contra los responsables cuando lo dejaron salir.
Con motivo del amparo, abunda, mi esposo solicitó al general Vega que fundara y motivara los motivos de su arresto "injustificado", sin que haya una respuesta aún.
La otra parte de las represalias la integran la orden directa del secretario de la Defensa Nacional de realizar exámenes médicos con la intención de desvirtuar los tipos de lesiones y grado de invalidez de mi marido, indica la señora Fierro.
El primer examen médico fue ordenado el 18 de febrero pasado, el diagnóstico fue: inutilidad en segunda categoría por padecer monoplejia postraumática de la extremidad superior derecha secundaria, resultado de herida por proyectil de arma de fuego.
La segunda valoración fue ordenada por el alto mando el 3 de abril pasado. El examen se realizó en el Hospital Central Militar y el diagnóstico, luego de una "exhaustiva valoración", fue: inútil en segunda categoría para el servicio de las armas por padecer monoplejia postraumática como secuela producida por herida de arma de fuego en miembro superior derecho.
No conforme con estos resultados, el alto mando ordenó un nuevo examen médico, lo que constituye una nueva "presión, esta vez sicológica que no sólo lo afecta a él, sino a mi familia la cual de por sí ya sufre las consecuencias económicas de su pérdida de nivel", comenta la señora Fierro, quien añade que los resultados de esta evaluación fueron exactamente los mismos que los de ocasiones anteriores.
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