México D.F. Lunes 12 de mayo de 2003
Tiene más de 40 puntos de ventaja; Menem sostiene que si pierde "será por fraude"
Kirchner se perfila como seguro ganador en Argentina: encuestas
Prevén sondeos que el voto en blanco superará al registrado en la primera vuelta electoral
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 11 de mayo. A sólo una semana de la segunda vuelta electoral de las elecciones presidenciales en Argentina, Néstor Kirchner se perfila como seguro ganador, al contar con una ventaja hasta de más de 40 puntos sobre el ex presidente Carlos Menem.
Al menos cuatro grandes empresas de sondeos de opinión pública consideran difícil que de aquí al 18 de mayo cambien las cifras en lo que será la primera segunda vuelta en la historia del país para elegir presidente. Para algunos analistas esto comienza a parecerse a un plebiscito, en una carrera por decir definitivamente no al ex presidente, quien cuando terminó su segundo periodo presidencial en 1999, dejó en herencia un déficit fiscal de más de 11 mil millones de dólares y una economía atada a una convertibilidad (paridad peso-dólar) falsa, que estalló en diciembre de 2001.
Tras 10 años de gestión, el líder neoliberal del Partido Justicialista (peronista) también legó una enorme deuda social: casi 14 millones de pobres, desempleo que roza 23 por ciento y una enorme deuda externa triplicada, después de vender todas las empresas estatales en procesos corruptos repletos de mordidas que acabaron con industrias y comercios locales, entre otros males que cambiaron la fisonomía de uno de los países más ricos del continente.
"Derrota inolvidable"
Las apariciones públicas de Menem, quien no escatimó gastos multimillonarios ni campañas sucias para tratar de llegar a la presidencia por tercera vez, sólo parecen espantar más votos a su candidatura. La idea de la mayoría de la población, de propinarle una "derrota inolvidable", hace que incluso muchos militantes de izquierda hayan decidido desobedecer a sus dirigencias, que llaman a votar en blanco.
Los datos de Artemio López, de la consultora Equis, dan a Kirchner 70 por ciento de los votos contra 30 por ciento que podría alcanzar Menem, quien según los últimos datos sólo estaría ganando en dos provincias, entre ellas su natal La Rioja. Las cifras son tan contundentes que el ex presidente, en un reportaje hace dos días, llegó a reconocer una diferencia en su contra, aunque la ubicó en "unos 10 puntos", para reaccionar luego y ser el mismo de siempre al sostener que ganará en todo el país.
De cada 10 argentinos consultados, señala López, ocho responden que votarán por Kirchner. Para algunas consultoras esto era previsible, ya que se contabilizaba que todo el voto fragmentado en distintos candidatos en la primera vuelta del mes pasado (más de 75 por ciento) estaba expresándose contra Menem.
Así sucede ahora y varios medios señalan que en el entorno del ex presidente hay figuras que le piden declinar su candidatura. Pero él no parece convencido; es más, insistió este domingo en que "no se baja" de la carrera hacia la presidencia. Conociendo los juegos de su entorno, hay temores de una semana proclive a las campañas sucias.
Kirchner, gobernador de Santa Cruz y representante de la que algunos llaman ala progresista del peronismo, logró fuerte respaldo de los presidentes de Chile y Brasil, Ricardo Lagos y Luiz Inacio Lula da Silva, en las reuniones que sostuvo con ambos recientemente. A nivel interno, el apoyo decidido por el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, es fundamental y le asegura su triunfo allí.
En la castigada provincia de Santa Fe, azotada por inundaciones que han dejado muertos, desaparecidos y decenas de miles de damnificados, la caída en la imagen del gobernador Carlos Reutemmann, el otrora corredor de fórmula uno que entró a la política de la mano de Menem, fue otro golpe para el ex mandatario. Reutemmann mostró incapacidad de manejar la tragedia. Los supersticiosos que sostienen que Menem "trae mala suerte", dicen que su visita a Santa Fe después de la primera vuelta, para convencer al gobernador de apoyarlo más explícitamente, "llevó la inundación".
Todo parece en contra de Menem, quien se había instalado en el papel de ganador. Cuatro encuestadoras nacionales (Equis, Research International-Analogías, Opinión Pública, Servicios y Mercados y Ricardo Rouvier y Asociados) concluyen que hay diferencias superiores a 40 puntos, ya que Kirchner recoge los votos de Elisa Carrió, de la centroizquierdista Alternativa para una República de Iguales (ARI); del neoliberal Ricardo López Murphy, y también de los seguidores del tercer justicialista que compitió en la primera vuelta, Adolfo Rodríguez Saá.
Las encuestas también verifican que el voto en blanco superará al de la primera vuelta, pero según el encuestador Hugo Haime no tendrá incidencia, "salvo que cuantos más votos en blanco o nulo haya menos diferencia va a haber en favor de Kirchner".
Los incondicionales
En este contexto, suenan a desesperación los anuncios de Menem de que si pierde será por "fraude", lo que es un peligro si se tienen en cuenta los apoyos de barras bravas (fanáticos de futbol), grupos de inteligencia, jueces adeptos, policías de mano dura y algunas agencias privadas de seguridad que nadie controla y que crecieron al calor de la gestión menemista.
Casi nadie duda de la derrota menemista, pero todavía hay quienes temen los "manotazos de ahogado". Agitando el obsoleto fantasma del comunismo, Menem juega tardíamente a la guerra fría y cuando anuncia que vendrían los presidentes cubano, Fidel Castro, y venezolano, Hugo Chávez, y habla sobre peligrosos "ejes de izquierda", no hace sino aumentar estos temores.
Su acusación a Kirchner de tener un "pasado montonero (guerrilla peronista de los años 70) le deparó otro momento amargo. En una entrevista del periodista Miguel Bonasso, publicada este domingo por el diario Página 12, Fidel Castro dijo que "alguien bien informado me contó un día que hasta los Montoneros" habían ayudado a Menem con fondos en su campaña para la elección de 1989.
El mandatario cubano también bromeó con los apoyos que Menem le brindaba en encuentros privados, pero "el problema era cuando, cinco o diez minutos después, se reunía con la prensa. Entonces no había quién lo parara" a la hora de satanizarlo.
"Estoy tranquilo y ustedes también deben estarlo: el caballerito (Menem) no tiene ni la más remota posibilidad de ganar las elecciones", pronosticó Castro.
Ya se siente la caída
Mientras, existe un clima derrotista en el menemismo, señala Mario Wainfeld: "es también la desolación. Los aliados huyen para tratar de colgarse al tren de Kirchner. Los celulares no suenan, los compañeros empresarios hacen colas en otras ventanillas", dice el analista.
Con todo, la segunda vuelta no puede encubrir lo que sigue bajo la alfombra de la crisis. El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU advirtió sobre la situación de hambre y desnutrición en el país después de un informe de dos organizaciones alemanas por el Derecho a la Alimentación y la Agencia de Desarrollo Protestante que fue presentado a ese comité en Ginebra. Se menciona la dramática situación en varias provincias del país, como Tucumán, donde la desnutrición infantil aumentó más de 600 por ciento en un año, mientras que en varias zonas de la provincia de Buenos Aires 60 por ciento de niños sufren de desnutrición en segundo grado.
El representante de la Agencia de Desarrollo Protestante dijo que en sólo año y medio (de octubre de 2000 a mayo de 2002), el número de argentinos que no contaban con los recursos para acceder a la canasta básica aumentó de 3.7 millones a 8.7 millones, y se denunció también la reducción del gasto social impuesto por el Estado ante las imposiciones de los organismos financieros internacionales.
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