México D.F. Lunes 12 de mayo de 2003
MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
Republicanos señalan corrupción en Pemex
pero olvidan su Enron
El paquete alcance de los diputados
NO ES LO MISMO QUE LO mesmo. Para nadie
es un secreto que el petróleo ha sido, es, elemento fundamental
de rescate para que las deterioradas arcas nacionales obtengan importantes
dosis de oxígeno, tras los desastres provocados por distintas administraciones
públicas y que el grueso de esos recursos resulten de los crecientes
envíos (alrededor de 85 por ciento del total) de crudo a Estados
Unidos.
TAMPOCO LO ES QUE en no pocas ocasiones la factura
petrolera de exportación ha sido depositada como garantía
y condición obligada para la obtención de voluminosos paquetes
de "ayuda" financiera, otorgados por los vecinos del norte.
PERO
AHORA RESULTA que la pretensión de esos mismos vecinos es que
"cualquier acuerdo sobre los temas de migración entre Estados Unidos
y México deberá incluir también un acuerdo para abrir
Pemex a inversiones de empresas petroleras estadunidenses", de acuerdo
con el pronunciamiento de casi todos los integrantes republicanos del Comité
de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes, en
una resolución planteada como "sentir del Congreso", que "sólo"
expresa "un deseo de los legisladores" (La Jornada, Jim Cason).
EL PETROLEO MEXICANO no sólo es orgulloso
pilar interno, sino codiciado tesoro de no pocos piratas externos y sus
representantes autóctonos, quienes durante casi siete décadas
no han cesado en su afán de "recuperar" lo que -dicen, juar, juar,
juar- es suyo, aprovechando las "modernizadoras propuestas" lanzadas desde
la propia administración pública nacional.
PUES BIEN. A LO LARGO de su ejercicio el gobierno
del cambio -como antes el del "bienestar de la familia"- insistentemente
ha coqueteado con la posibilidad de que los inversionistas extranjeros
"participen" en el sector energético mexicano y ahora parece que
recogen su primera flor: que dicho comité descaradamente condicione
el acuerdo migratorio bilateral promovido por el inquilino de Los Pinos
-así sea en el discurso- a la apertura de Pemex a la inversión
estadunidense en el sector petrolero mexicano "y a una mayor transparencia"
de la paraestatal.
(SOBRE ESTE ULTIMO aspecto: el burro -republicano-
hablando de orejas: exige mayor transparencia en las operaciones y finanzas
de Petróleos Mexicanos cuando mantiene la boca lacerada, porque
fue justamente allí donde le estalló el escándalo
por malversación, fraudes contables, bursátiles y fiscales,
tráfico de influencias, conflicto de intereses y demás maravillas
de transparentes empresas del sector energético estadunidense como
Enron y Halliburton, esta última inagotable filón de oro
para el transparente vicepresidente Dick Cheney, su círculo
íntimo y su participación en la "reconstrucción" de
Irak. ¿Qué decir de los negocios petroleros de baby
Bush? ¿Qué del atraco que cometieron las empresas privadas
del sector eléctrico estadunidense a la mayor parte de los habitantes
de la dorada California?)
DICHO COQUETEO, PUES, ha caminado de los Pidiregas
del zedillato -avalados, celebrados y continuados por el actual inquilino
de Los Pinos- a la tesis foxista de que el sector energético (petróleo
incluido) debe abrirse a la inversión privada nacional y extranjera,
y de allí a los contratos de servicios múltiples promovidos
por el director de Petróleos Mexicanos, Raúl Muñoz
Leos, sin olvidar las "alianzas estratégicas" en el renglón
petrolero "estimuladas" por el guanajuatense durante su periplo asiático
en 2001.
PETROLEOS MEXICANOS, ha dicho en reiteradas cuan
poco convincentes ocasiones el presidente Fox -y ahora lo remarca el "canciller"
Luis Ernesto Derbez-, "no está en venta", pero resulta que la descarada
"resolución" del comité senatorial de Estados Unidos nunca
habla de "comprar" la paraestatal, sino de "abrir Pemex a inversiones de
empresas petroleras estadunidenses".
LOS GRINGOS, PUES, quieren el petróleo mexicano,
no a Pemex.
QUEDARSE CON EL PETROLEO y de paso detener la migración
de mano de obra mexicana hacia su territorio. Esa es la carambola que pretenden:
"La resolución considera que Pemex, el monopolio paraestatal mexicano,
es ineficiente, plagado de corrupción y necesita una reforma sustancial
y de inversión privada para ofrecer suficientes productos petroleros
a México y Estados Unidos para nutrir el futuro crecimiento económico,
lo cual podría frenar la migración ilegal a Estados Unidos".
Como en el juego de la perinola, Estados Unidos "gana todo".
MAS ALLA DE UNA SIMPLE declaración de Luis
Ernesto Derbez, el gobierno mexicano debe pronunciarse abiertamente contra
este nuevo acto intimidatorio e intervencionista y fijar claramente su
posición, toda vez que lo que está en juego no sólo
es la soberanía y el petróleo nacionales, sino el futuro
de millones de paisanos que cotidianamente se juegan el pellejo en el intento
de mejorar sus condiciones de vida, las de su familia y, de paso, las de
su país.
NO PUEDE DEJARSE A un lado que esta importante
y valerosa comunidad de mexicanos ha sido expulsada de su propio país
y aun así se mantiene como uno de los pilares en lo que a dignidad
e ingreso de divisas se refiere, sólo superado por la industria
petrolera nacional, que así deberá permanecer: nacional y
atenta a los intereses nacionales.
SI LOS SENADORES republicanos no tienen nada mejor
que hacer, que no lo hagan con México. Ahora que si están
interesados en ocuparse en algo productivo, que se pongan a trabajar en
los cientos de casos de corrupción, fraude, tráfico de influencias
y demás casos ocurridos en los grandes corporativos estadunidenses.
Si de falta de transparencia se trata, ¿por qué no pronunciarse
-para no ir más lejos- sobre los negocios de la cúpula gobernante
en los sectores más productivos de la economía de su país,
como el petrolero y el militar, o el de la "reconstrucción" de Irak?
Las rebanadas del pastel:
EN REPRESALIA POR LA actitud de los burros republicanos,
expertos en la materia recomiendan al inquilino de Los Pinos que condicione
el libre acceso de los enloquecidos adolescentes gringos que inundan las
playas mexicanas y se beben hasta el aguarrás, a que la Casa Blanca
se convierta -o ratifique su condición- en un hotel de paso. Cuando
menos... Hablando de vergüenza pública y de piratas, un grupo
de diputados -éstos mexicanos- prepara su propio Paquete alcance,
con un botín cercano a 196 millones de pesos
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