Centran comparecencia de la titular de la Ssa en temas de fármacos caducos y aplicación de recursos

Soslayan Congreso y Salud de Tlaxcala el deceso de seis bebés

Norma Libreros sólo se comprometió a platicar con pediatras que denunciaron el brote de klepsiella

LA JORNADA DE ORIENTE

Tlaxcala, Tlax., 9 de mayo. Durante la comparencia de Vita Norma Libreros Bango, titular de la Secretaría de Salud estatal (Ssa), ante el Congreso local, los diputados soslayaron la muerte de seis recién nacidos, a causa de dos brotes infecciosos ocurridos en el Hospital Regional de Tzompantepec.

Salvo los presidentes de la Gran Comisión y de la Comisión de Salud, el perredista Melquiades Pérez González y la priísta Linda Marina Munive Temoltzin, respectivamente, los legisladores centraron su interés en la aplicación de los recursos económicos y humanos, así como en el hallazgo de dos toneladas de medicamentos caducos y tres próximas perder vigencia.

Ante el silencio del resto de legisladores, la funcionaria evadió los cuestionamientos e invariablemente centró su participación en presentar informes sobre los avances en la prestación del servicio.

En el encuentro, Libreros Bango se hizo acompañar de 45 de sus subordinados (a los otros "les dimos el día para festejar a las madres", dijo la dependencia) y unos 80 acarreados que, provistos con pancartas y mantas, no cesaron de apoyarla; inclusive las huestes de la Ssa irrumpieron en una conferencia de prensa posterior para manifestarse en favor de que no renuncie.

En el recinto legislativo, Pérez González pidió una explicación "contundente" a Libreros Bango sobre las muertes de los recién nacidos a causa, presumiblemente, de dos brotes de klepsiella, "porque no quiero que en Tlaxcala suceda lo que en Chiapas, donde se dio una explicación poco creíble sobre la muerte de infantes".

El perredista confirmó la información obtenida por La Jornada de Oriente sobre los decesos ocurridos en el Hospital Regional de Tzompantepec, a raíz de la detección de la bacteria klepsiella.

Pérez González leyó parte de la minuta que el 6 de marzo anterior escribieron trabajadores de ese nosocomio, y en la que externan su preocupación "ante un segundo brote de infecciones en el cunero, lo que ha dado lugar nuevamente a defunciones y ha obligado a trasladar pacientes ante la falta de ventiladores e incubadoras, permaneciendo en el servicio pacientes muy graves con sépsis (infección general) neonatal".

En ese documento varios pediatras y el ex director del hospital explican otras deficiencias médicas, de equipo y administrativas que inciden en la prestación del servicio, como "la falta de jabón para el aseo adecuado previo a la atención de los pacientes, así como deficiencias en la preparación de las fórmulas lácteas para los menores que atienden en el área de cuneros".

La funcionaria, con ironía, agradeció "la preocupación" del diputado, pues "a este hospital se han asignado la mayoría de recursos en los tres años recientes, porque es el único que tiene especialidades diferentes, al cual se incorporó la especialidad de infectología, lo que nos ha permitido identificar con mayor precisión aquellas infecciones intrahospitalarias, en las áreas de hospitalización, de terapias intermedias o de cuneros".

En la única mención que hizo a ese brote infeccioso, dijo que "al igual que a ustedes, como a cualquier padre de familia y para mí también fue indignante que pudiera morir un pequeño por esta causa", e insistió en que otros cuatro decesos ocurrieron en marzo pasado a raíz de nacimientos prematuros.

"En esta área (de cuneros) recibimos bebés prematuros, que por su estado pueden presentar alguna complicación cardiopulmonar o de otro tipo, (y por eso) son más susceptibles a los gérmenes".

En la conferencia de prensa posterior, se comprometió a "platicar" con los pediatras que denunciaron esos brotes infecciosos "para profundizar y saber si hubo malas prácticas, porque debemos cuidar el prestigio de la institución".

Ante el cuestionamiento por el hallazgo de cientos de medicamentos caducos, la también directora del Organismo Público Descentralizado Salud de Tlaxcala señaló que "no es concordante lo que se habla con lo que aparece en los medios (donde se habla de varias toneladas)".

En su defensa expuso que los fármacos destruidos formaban parte de lotes correspondientes a 1999 y 2000, "que llegaban con retrasos".