México D.F. Jueves 8 de mayo de 2003
Entre 1997 y 2001 no mejoró el nivel de vida y la pobreza abarcó a 43% de la población
En América Latina y el Caribe, 4 de cada 10 personas son pobres
Suman 221 millones los que padecen esta condición, según el último reporte de la Cepal
Crecen el desempleo y el estancamiento, mientras la distribución de la riqueza empeora
AGENCIAS
Santiago, 7 de mayo. Pese a que América Latina y el Caribe han retomado una senda moderada de crecimiento que debe expresarse en un crecimiento regional cercano a 2 por ciento en 2003, la pobreza alcanzó a 221 millones de latinoamericanos y caribeños este año.
De acuerdo con el Panorama Social 2001-2002 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) entre 1997 y 2001 ''no se produjeron mejoras en los niveles de vida de la población y el número de pobres de la región aumentó más de 10 millones'', hasta afectar a casi 43 por ciento de los 520 millones de habitantes de la región.
Según la Cepal la incertidumbre imperante a escala internacional obliga a tomar en consideración la posibilidad de que la tasa de crecimiento podría estar en un rango de 1.5 a 2 por ciento. Señala, sin embargo, que el principal problema de América Latina radica en la pobreza y no en la indigencia.
El Panorama Social 2001-2002 indica que entre los efectos del menor dinamismo económico y la mayor volatilidad del crecimiento están el aumento del desempleo y el estancamiento, o incluso retroceso, en la distribución de la riqueza.
Para el organismo, América Latina es una de las regiones más desiguales del mundo y las ''pequeñas mejoras en la distribución del ingreso hacen menos exigentes los requerimientos de crecimiento para lograr las metas de reducción de la pobreza''.
Informó que el país que más contribuyó al deterioro de la situación en América Latina y el Caribe fue Argentina, donde la pobreza creció 5.6 puntos porcentuales en el lapso estudiado.
''No es exagerado afirmar que la población latinoamericana se ha visto nuevamente afectada por esta media década perdida'', indica el informe, en referencia al contagio de la crisis nacida en 1997 en Asia sudoriental.
José Antonio Ocampo, secretario ejecutivo del organismo, señaló que ''en el último quinquenio se frenó la reducción de la pobreza y el número de pobres ha comenzado a aumentar'', al punto de sumar a ese universo 7 millones de personas sólo en 2003.
El informe de la Cepal prevé un incremento de la cantidad de pobres para fines de este año en Venezuela, Paraguay y Uruguay.
Ocampo comentó que ningún país había logrado en 2000 la meta más exigente de reducir la pobreza de modo considerable. Sólo Chile, Uruguay y Panamá habían obtenido logros destacados, mientras en el otro extremo aparecían Ecuador, Honduras y Paraguay. El panorama se tornó más complejo en los últimos dos años, debido a la severa crisis económica que afronta la región.
''Para cumplir las metas de la Cumbre del Milenio en términos de reducción de la pobreza debe existir crecimiento económico y redistribución del ingreso en los sectores pobres'', señaló.
En la Cumbre del Milenio, convocada por la Organización de Naciones Unidas entre el 6 y el 8 de septiembre de 2000, los gobiernos se comprometieron a reducir a la mitad la pobreza en los 15 años siguientes.
El informe insta a recurrir a políticas económicas y sociales que refuercen las posibilidades de ampliar la base productiva, pero que, a la vez, conlleven una redistribución progresiva de la riqueza que permita que el crecimiento económico eleve más rápidamente el nivel de vida de la población con menos recursos.
Ocampo destacó que los países deben reconocer que la superación de este problema no sólo radica en el crecimiento del producto interno bruto sino también en un mejor reparto de los recursos que se obtienen.
La Cepal recomendó a los gobiernos ''aprovechar el relativamente escaso margen de acción del que disponen para impulsar mejoras en la distribución de los ingresos, si se pretende elevar con mayor rapidez el nivel de vida de los grupos más carenciados''.
El informe también sostiene que la cantidad de personas capacitadas en América Latina y el Caribe aún no es suficiente para enfrentar las necesidades de la rápida restructuración productiva y del cambio tecnológico. Aunque se observa un importante aumento de población calificada, todavía oscila entre 10 y 20 por ciento del total de trabajadores.
Se destaca, sin embargo, el aumento de la calificación de las mujeres, que crece a un ritmo muy superior que el de los hombres, contribuyendo a reducir las desigualdades salariales. Las excepciones son Paraguay y Uruguay.
''El aspecto más positivo es que los niveles de ingresos de las mujeres aumentaron más que los de los hombres'', señaló Ocampo. Pero se evidencia a la vez la incapacidad del sistema laboral para absorber el aumento de la oferta de recursos humanos con calificación técnica o profesional.
''El desempleo abierto entre las personas que han alcanzado niveles elevados de calificación constituye otra forma de desaprovechamiento o subutilización de los recursos humanos en la región'', apuntó el informe.
El deteriorado panorama social de la región también se evidencia en el plano de la educación, donde la deserción escolar alcanza a 37 por ciento de los adolescentes latinoamericanos.
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