México D.F. Miércoles 7 de mayo de 2003
Investigador de la Universidad de Washington
Necesario, invertir más en sistemas para combatir incendios forestales
CAROLINA GOMEZ MENA
Aunque en materia de control de incendios "México es ejemplo a seguir en Latinoamérica, porque cuenta con personal capacitado, los sistemas más eficientes y ha logrado definir áreas de riesgo prioritarias", debe incrementar los recursos en el sector, señaló el doctor en ciencias forestales Ernesto Alvarado, investigador de la Universidad de Washington, quien consideró que otro factor primordial para seguir avanzando en el combate de incendios es generar mecanismos que desalienten la quema agrícola y den continuidad a los programas gubernamentales en el rubro.
Al participar en el Coloquio universitario sobre incendios forestales y sus efectos al ambiente, organizado por el Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM, el experto sostuvo que México también debe incrementar su colaboración con Canadá y Estados Unidos, sobre todo en intercambio tecnológico.
"Ante la falta de recursos, México empezó programas de cooperación con Estados Unidos y Canadá para recibir apoyo y transferencia de tecnología para combatir incendios."
En lo que se refiere a presupuesto, el académico mencionó que se requiere de "mayor voluntad política" para dotar de más recursos a la Comisión Nacional Forestal (Conafor). En Estados Unidos, para investigación en siniestros forestales, el gobierno destina más de "300 millones de dólares al año". En México, para el rubro de investigación y desarrollo tecnológico, la Conafor invierte 13 millones de pesos, pero si se suman las aportaciones de los estados se alcanzan 26 millones.
En general, la Conafor tiene un presupuesto de 2 mil 347 millones de pesos para 2003, pero se estima que con aportaciones adicionales llegará a 3 mil millones. En tanto, el vecino país del norte, en el combate a un incendio de medianas proporciones, llega a invertir hasta "10 millones de dólares".
Según Alvarado, la generación de incendios en el país obedece principalmente a "cuestiones climáticas, de presión demográfica y por las prácticas agrícolas de roza-tumba-quema, problemática social que puede ser reducida.
"En el país otro problema es la creciente ocupación de bosques por poblaciones rurales. En los pasados 50 años la densidad poblacional en bosques se ha incrementado y con ello ha aumentado la posibilidad de que actividades humanas desaten incendios."
Agregó que a escala mundial la contaminación generada por incendios forestales se calcula en 20 por ciento, por lo cual en algunas zonas incluso es mayor a la generada por los automóviles.
Al señalar que los principales contaminantes que producen las conflagraciones en bosques son bióxido y monóxido de carbono, así como sustancias nitrogenadas, advirtió que con el cambio climático -que tiende a generar temperaturas más extremas- los bosques cada vez "son menos resistentes".
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