.. |
México D.F. Miércoles 7 de mayo de 2003
Urgente, la aplicación de reformas: Carpizo
y Navarrete
"Crisis severa" en la procuración de justicia
El ex titular de la PGR propone autonomía para
agentes del MP
KARINA AVILES
Incidencia delictiva en aumento, impunidad, corrupción
y alianzas de los funcionarios públicos con el crimen configuran
una "crisis severa" en la procuración de justicia, por lo que se
hace urgente una reforma de fondo en la materia, coincidieron Jorge Carpizo,
ex titular de la Procuraduría General de la República (PGR),
y el procurador mexiquense, Alfonso Navarrete Prida.
Entre
los cambios prioritarios, que no podrían hacerse sin modificaciones
constitucionales, Carpizo propuso constituir a las procuradurías
del país como organismos autónomos; asignar fiscales generales
por medio de las legislaturas con una mayoría calificada; otorgar
garantías de independencia y autonomía, equivalentes a la
de magistrados y jueces, a los agentes del Ministerio Público (MP)
y crear un consejo de fiscalización del MP con atribuciones parecidas
a la de los consejos de las judicaturas. Destacó que el sistema
de testigos protegidos -"que generalmente son lo peor que existe en la
fauna humana", ya que muchos de ellos incurren en la mentira y la contradicción-
tendrá que desaparecer en el futuro, porque en lugar de procurar
justicia se "desprocura".
Reunidos en el Seminario Internacional: Retos en la Procuración
de Justicia, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas
de la UNAM, Navarrete Prida, delineó los elementos que integran
la "severa crisis" de la seguridad pública: de 100 presuntas conductas
delictivas sólo se castigan cinco. De cada 100 delitos cometidos
únicamente 20 son denunciados, y de éstos, sólo en
10 casos se consigna la averiguación previa ante el juez; en cuatro
se niega la orden de aprehensión o se ordena la libertad por falta
de elementos para procesar, y de los seis restantes, cinco llegan a sentencia
condenatoria y en uno se dicta sentencia absolutoria.
Sin embargo, advirtió que para hacer cambios es
necesario conocer los efectos de rebote que tendrán, porque transformar
el sistema para llevar a un número mayor de personas ante un juez
ocasionaría que se reventara la estructura de readaptación
social, la cual se encuentra saturada en 50 por ciento. Señaló
que el aumento de la incidencia delictiva, la corrupción en las
instituciones de seguridad pública y la impunidad, que es otro de
los "enemigos a vencer", interactúan en forma perversa, "minando
a las instituciones".
Otro de los factores críticos en la procuración
de justicia es la deficiencia en la coordinación entre las instancias
federales, estatales y municipales, así como la ausencia de una
política de prevención del delito, la insuficiencia de personal
y sus deficiencias de formación, capacitación y especialización,
sueldos bajos, carencia de recursos financieros y de equipo, falta de credibilidad
en las instituciones y corrupción en diferentes niveles de gobierno
y sociedad.
Por su parte, Jorge Carpizo destacó la corrupción
que se da en los diferentes niveles, y apuntó que algunos funcionarios
"en lugar de perseguir el crimen se vuelven sus aliados. Es como si fuera
una guerra en la cual el general está vendido al enemigo".
Indicó que si bien la autoridad no ha dado buenos
resultados, la sociedad tampoco los ha exigido. Criticó que personas
que han sido despedidas de las procuradurías y que han recibido
recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos después
sean recontratadas. Reiteró que el litigio de las averiguas previas
en los medios de comunicación, en ocasiones se presta a juicios
populares, en los que la sociedad se convierte en "juez colectivo", de
tal forma que cuando el caso llega finalmente al juez éste se encuentra
entre la espada y la pared. De manera que la procuración de justicia
debe ser uno de los cinco temas a discutir en la reforma del Estado, sintetizó.
Por su parte, el procurador capitalino, Bernardo Bátiz,
dijo que un escollo que es "necesario sortear es el de la solución
aparente destinada a los medios de comunicación". Estos, afirmó,
"son los justificadores de todo, nada sirve, nada es positivo, nada tiene
sentido si no se reconoce y se registra en los medios, en especial en la
televisión".
Confió en que la acción de prevención
que corresponde al gobierno y a la sociedad, aunada a la labor de procuración
de justicia, hará menos complicada y peligrosa la convivencia en
la ciudad de México.
|