México D.F. Miércoles 7 de mayo de 2003
Fin a cuotas, imperativo en la reforma del PRD
La reforma interna perredista pasa no sólo por la revisión del proceso de selección de candidatos, sino por la reorganización de sus órganos jurisdiccionales, la regulación de campañas y fases previas, así como por la creación de una "metodología" que le permita terminar con la práctica de "cuotas", informaron algunos de los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
Desde el año pasado, recordaron, se convino en que la reforma interna fuera hasta después del ejercicio electoral para que el debate doméstico no interfiera con las campañas que ya arrancaron rumbo al 6 de julio. El proceso de marzo de 2002 dejó muchos flancos abiertos, enseñanzas y caminos que habrán de seguirse a la hora de emprender los cambios en la fase organizacional partidista, señalaron.
La primera inquietud que surgió desde la elección que culminó con el triunfo de Rosario Robles Berlanga para la presidencia, añadieron, fue que es necesario modificar la fecha única de elecciones internas. La realización en un día de ocho procesos simultáneos explica buena parte de las protestas que se generaron en torno a los comicios del año pasado.
También hubo muchas inconformidades en torno al funcionamiento de los órganos jurisdiccionales que dirimieron las impugnaciones que se interpusieron para validar presuntas irregularidades. El acuerdo entre las distintas corrientes también confluye en esta necesidad, indicaron los integrantes del CEN.
Sin embargo, prevalecen las diferencias en relación con la fórmula que asumirán para generar la representatividad de las distintas corrientes, una circunstancia que ha anulado internamente muchas de sus posibilidades de avance frente al electorado.
En la más reciente selección de candidatos se pretendió que las encuestas fueran una salida, pero el tema generó más polémica porque no había regulación alguna sobre las precampañas.
La gran reforma, resumieron, tiene que ir a la búsqueda de la conciliación y no derivar en una nueva confrontación, que a nadie beneficia en el ámbito inteno del perredismo ni hacia el exterior. RENATO DAVALOS
|