México D.F. Martes 6 de mayo de 2003
Los agregados culturales llevamos mucho tiempo en la incertidumbre, deplora
Hugo Hiriart propone acercarse a la poesía para revertir la ''desmoralización del país''
CESAR GÜEMES
Para Hugo Hiriart, agregado cultural del consulado en Nueva York y director del Instituto de México en esa ciudad estadunidense, una de las claves para solventar la ''desmoralización general del país", es el acercamiento a la poesía. En parte por ello ha escrito su más reciente libro, Cómo leer y escribir poesía (Tusquets), que circula ya en librerías.
Ante la realidad de que en México un estudiante puede cursar de prescolar a preparatoria sin que jamás lea un poema en clase, expresa: ''ƑCómo es posible que los ingleses, franceses, alemanes o japoneses le den importancia singular a la poesía y nosotros no? ƑSerá que ellos están locos, que no saben hacer las cosas y nosotros sí? Más bien me parece que es a la inversa. La poesía hace mejores a las personas. Uno de los grandes problemas de México es de la presente desmoralización general de la sociedad y cualquier elemento que contribuya a restablecer los principios de armonía y convivencia, como acercarse a la poesía, es muy útil. Hoy parece que cada quien ve sólo para su beneficio pecuniario, lo cual hace una realidad social horrible".
Uno de los valores terapéuticos de las letras es, señala el autor de Galaor, que ''la poesía es una especie de cortesía exquisita con respecto a uno mismo y a los demás. Si una persona se percibe desalentada o triste, la poesía viene para decirle: 'ƑDe qué estás triste? Dínoslo, protesta, externa tu queja'. Es cuando esa interioridad caótica que tenemos, se destila y se va perfilando, de manera que cobra configuración visible y auspicia la solución".
Exageración de los males del PRI
-Ha circulado la tesis de que la cultura en términos formales no se difundió a cabalidad en sexenios pasados no sólo por descuido o negligencia.
-No carece de sentido la especie: si algo promueve la cultura es la crítica, enseña a dialogar, pensar y poner en duda al mundo. Ahora, también veo que se exageran los males que tuvo el PRI. En el lapso que duró vemos que tuvo aciertos al inicio e inclusive a la mitad, pero luego envejeció y siguió adelante sin explicación, se convirtió en la parodia de sí mismo en la que todo lo que tenía de malo y vicioso se agrandaba. Le pasó lo mismo que a Porfirio Díaz, que estuvo mucho tiempo al frente del país.
''Queríamos que no hubiera dictadura de partido, pero el espectáculo que ofrecen los partidos en la Cámara y el que brinda una sociedad que no puede sacrificar el interés individual por el colectivo es espantoso. Somos un país que no puede aplicar la ley y que no legisla en algo tan cotidiano como la regulación de marchas y plantones."
-ƑCuál es su situación como agregado cultural ante los cambios en la Secretaría de Relaciones Exteriores?
-Noventa por ciento del tiempo se lo dedico a mi labor dentro del Instituto de México en Nueva York, y el resto a las actividades con los diplomáticos. Esto se debe a que en el instituto debemos recaudar gran parte del dinero para mantenerlo, pese a la situación difícil por la que atraviesa el mundo. Mi principal preocupación es que sobreviva y que no se hunda. Luego, llevamos mucho tiempo en la total incertidumbre porque no sólo se trata de que hayan renunciado Gerardo Estrada y Alejandra Rangel, sino que ya desde que estaban ellos se hablaba de cambios. Nos mantenemos a la espera. No veo del todo adecuado que casi a mitad de camino cambien a todas las personas que ya hicimos el trabajo, tenemos los contactos y nos hemos ocupado de que México esté bien representado en consulados y embajadas.
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