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México D.F. Martes 6 de mayo de 2003
Comienza hoy coloquio en el auditorio de la Coordinación de Humanidades
La cultura hispánica en EU es una ''promesa de futuro'': Julio Ortega
Ese país ''nos debía primero disculpas, luego explicaciones y ahora las gracias''
América Latina debe recuperar la fe en su identidad, sugiere el escritor peruano
CESAR GÜEMES
Sobre la actual relación cultural entre Estados Unidos y Latinoamérica, el escritor y catedrático Julio Ortega es categórico: ''En Estados Unidos la cultura hispánica es una promesa de futuro; se puede por ello decir que ese país nos debía primero disculpas, después explicaciones y ahora las gracias".
Ortega, titular del Proyecto trasatlántico, de la Universidad Brown, estará en nuestro país para participar en el coloquio Crítica y literatura: América Latina sin fronteras, auspiciado por esa institución y la Coordinación de Humanidades de la UNAM. Las mesas, que abarcan temas como Los escritores y la crítica y Exilio y migrantes en el territorio de la lengua, se desarrollan a partir de hoy a las 18 horas para concluir el jueves, en el auditorio de esa coordinación.
Respecto de las necesidades a las que responde ese encuentro, el escritor peruano, autor entre otras obras de Habanera, La vida emotiva, La mesa del padre, Canto del hablar materno y Diario imaginario expresa: ''La crítica latinoamericana ha sido siempre la forma lúcida de nuestro optimismo. Cuando uno piensa en la obra crítica de Pedro Henríquez Ureña, Jorge Luis Borges, Alfonso Reyes, Raimundo Lida, Octavio Paz, José Lezama Lima, Emir Rodríguez Monegal, Cintio Vitier, Angel Rama, José Luis Martínez, Antonio Alatorre, Margo Glantz, Guillermo Sucre, Josefina Ludmer -para sólo mencionar a los que siento mas próximos, aunque son muchos más los que leo con provecho-, uno puede concluir que la creatividad y la imaginación de estos críticos y ensayistas es parte de nuestra ciudadanía cultural, y que a ellos les debemos, en buena medida, la calidad de nuestra vida intelectual. En estos momentos en que la suma de males de todo orden se abate sobre nuestros países, recuperar esa fe en la cultura es imperativo".
-Buena parte del encuentro está dedicado a la traducción. ƑQué han representado para su trabajo las traducciones, ya como estudioso, ya como autor?
-Me contaba el gran novelista chicano Rodolfo Hinojosa-Smith que de muchacho, en la frontera norte, leía los libros de Julio Verne, Alejandro Dumas y Fedor Dostoyevski, creyendo que todos eran escritores mexicanos de nombre raro. Así que gracias a las traducciones todos hemos hecho más nuestro este mundo. Y hemos descubierto las distintas normas del español, porque algunas traducciones están vertidas al castellano regional. La literatura latinoamericana siempre ha sido una traducción, esto es, una versión o apropiación de otros lenguajes, y por eso el suyo es un lenguaje plurilingüe y, siempre, ilimitado o desbordado, más grande que su referente inmediato.
Bonifaz Nuño y JEP, dedicados traductores
-Hoy el centro de la traducción castellana es España, como antes lo fue Argentina y en algún momento México. ƑHemos perdido con este hecho?
-Claro que hemos perdido y mucho. Nuestra misma lengua literaria puede quedar rezagada si no continúa traduciendo y, con ello, explorando otros registros. Si no volvemos a traducir los clásicos, nuestra relación con ellos se torna anacrónica. Por eso hay que reconocer la labor de algunas editoriales, como el Fondo de Cultura Económica (FCE), que sigue publicando traducciones, o como la UNAM, que continúa promoviéndolas. Y también es preciso reconocer mejor la dedicación de traductores nuestros, esa gran tradición que va de Rubén Bonifaz Nuño a José Emilio Pacheco, y que en Juan García Ponce y Sergio Pitol tiene otros practicantes inspirados.
-Hasta hace no mucho la lectura era alentada o desalentada por la crítica. Hoy prevalece el mandato del mercado. ƑQuién se resiente más con este tipo de realidades?
-Diría que sale perdiendo, sobre todo, el lector más joven, ese muchacho que en los pocos suplementos literarios y en las páginas culturales de los diarios ya no encuentra la promesa de la lectura, esa inquietud de recortar, coleccionar, y planear su propia biblioteca. Nos falta leer esas demandas del público como una representación social, no sólo como la conversión de la subjetividad y el deseo en mercancía, porque aun en la literatura del mercado habría que buscar la racionalidad del momento.
-A propósito del tema con el que participa como ponente, Exilio y migrantes en el territorio de la lengua: Ƒqué tan real es que poco a poco vamos recobrando para el castellano territorios que lingüísticamente se han perdido con la globalización cultural?
-Parte sensible de lo mejor de Estados Unidos es el español, el mundo hispánico, el sujeto migrante, que antes veíamos como víctima y que hoy sabemos es un agente contra-fronterizo. No extraña, por ello, que las memorias de Gabriel García Márquez hayan sido publicadas en español en Estados Unidos y sean el primer best-seller castellano; se han agotado 50 mil ejemplares en unas semanas. Con todas las razones en contra, en Estados Unidos la cultura hispánica es una promesa de futuro. Se puede por ello decir que ese país nos debía primero disculpas, después explicaciones, y ahora, las gracias.
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