México D.F. Martes 6 de mayo de 2003
Se reunirá con dirigentes lacandones el día 7, fecha del ultimátum para desocupar poblaciones
Pide Salazar tregua a indígenas que amagan con desalojar Montes Azules
El gobierno considerará a quienes tengan documentos agrarios, afirma Descarta usar la fuerza pública
ANGELES MARISCAL CORRESPONSAL
Tuxtla Gutierrez, Chis., 5 de mayo. La amenaza que emitieron lacandones contra comunidades asentadas en la reserva Montes Azules, a las que pretenden desalojar, "es real", afirmó el gobernador Pablo Salazar Mendiguchía, quien informó que propuso a integrantes de la citada etnia una tregua en sus acciones. Asimismo anunció que se reunirá con líderes lacandones el próximo miércoles, día que vence el plazo que dieron esos indígenas para iniciar el desalojo de los núcleos poblacionales ubicados en la reserva.
Al refererise en entrevista a la amenaza de desalojo que dirigentes indígenas hicieron a los habitantes de poblados situados en más de 600 mil hectáreas de tierra que lacandones aseguran les pertenecen, Salazar señaló: "Estamos dialogando con los lacandones desde hace varias semanas. Ellos tienen una cita conmigo (...) nosotros les pedimos que no realizaran ningún acto de fuerza hasta que platiquemos; eso lo vamos hacer el día 7".
Pablo Salazar añadió que la postura de los indígenas "es una amenaza real contra grupos que están asentados en la región".
Igualmente explicó que las autoridades estatales pretenden reconocer sólo a las poblaciones ubicadas en la reserva de la biosfera que tengan documentos agrarios, con los cuales justifiquen ser dueños de los territorios que habitan. "A los grupos recientes, a los que no tengan ningún sustento legal ni antecedente agrario, los llamaremos a una negociación para que salgan voluntariamente", explicó.
Se le recordó al gobernador de Chiapas que los núcleos poblacionales que han sufrido intentos de desalojo por parte de los lacandones, ya han interpuesto demandas penales por la quema de varias viviendas en el poblado El Paraíso. Al respecto comentó que "hay una serie de demandas mutuas, en la región tenemos una mesa agrario-ambiental que funciona permanentemente y que ha logrado distender esa región".
Asimismo, reiteró la negativa de su administración a desalojar la zona por medio de la fuerza pública. "Hay zonas especialmente sensibles adonde cualquiera de los gobiernos (federal y estatal) que actúe, puede reincendiar una mecha que a nadie convendría. Entonces tenemos que ser muy cautos, eso no quiere decir que habrá impunidad, desorden o que haya zonas de ingobernabilidad", dijo.
Con intención de beneficiarse de un decreto presidencial emitido en 1971 que les otorgó la custodia de 614 mil hectáreas de selva, integrantes de la etnia lacandona -quienes dicen ser "auténticos descendientes de los mayas"-, iniciaron en abril pasado el proceso de desalojo de unos 37 núcleos poblacionales que se ubican en Montes Azules, algunos de los cuales tienen más de 30 años de haberse instalado.
A la fecha, los lacandones que conforman no más de 60 familias instaladas en las comunidades Frontera Corozal, Nueva Palestina, Lacanjá, Najá y Metzaboc, han incursionado de forma violenta en los poblados Nuevo San Isidro y Nuevo San Pablo. Además, en la población El Paraíso quemaron más de una docena de viviendas.
De forma abierta y con el apoyo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales -cuyos funcionarios los han acompañado en algunas de las citadas incursiones- los lacandones emplazaron para que a más tardar el próximo 7 de mayo, los poblados que se encuentran en la reserva Montes Azules inicien su desocupación.
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