México D.F. Domingo 4 de mayo de 2003
Rechaza el plan de Damasco de limpiar
Medio Oriente de armas de destrucción masiva
Exigencias y promesas de Powell en Siria y Líbano
para promover el mapa de ruta
RSF pide que se investigue la muerte de periodista británico
baleado por soldados israelíes
DPA, REUTERS Y AFP
Beirut, 3 de mayo. El secretario de Estado estadunidense,
Colin Powell, concluyó hoy su gira por Siria y Líbano, donde
conversó con los dirigentes de esos países sobre temas importantes
para Washington, como el desarme del Hezbollah chiíta libanés
y el fin de la presencia militar siria en Líbano.
En Beirut, Powell pidió al gobierno libanés
que despliegue su ejército a lo largo de la frontera con Israel,
expulse de allí al Hezbollah y acabe con las actividades de ese
grupo, ubicado por Washington en la lista de organizaciones "terroristas".
Beirut se niega a estacionar tropas en su frontera con
Israel mientras ese país ocupe el sur libanés, donde se ubican
las granjas de Shebaa, que Líbano asegura son parte de su territorio,
mientras que el gobierno de Tel Aviv insiste en que fueron tomadas a Siria
en la guerra de 1967 y por tanto su futuro debe ser tratado en eventuales
pláticas de paz con Damasco.
Powell señaló que las autoridades sirias
le aseguraron en Damasco que cerraron una oficina de los grupos antisraelíes,
sin precisar cuáles, como pidió Washington.
No obstante, expresó su deseo de que "ellos hagan
más en lo que se refiere a la entrada (en territorio sirio) de responsables
y organizaciones".
Tras reunirse con el presidente libanés, Emile
Lahoud, y el primer ministro Rafik Hariri, el funcionario estadunidense
insistió en que quiere ver un "Líbano independiente y libre
de todas las fuerzas extranjeras", en alusión a la presencia militar
siria.
Pero Lahoud dijo antes de la llegada de Powell que Líbano
y Siria no harían concesiones unilaterales. Afirmó que el
despliegue libanés en la frontera con Israel y la retirada siria
de Líbano "resultarán automáticamente de una paz justa
y global en la región".
Previamente
en Damasco, donde se entrevistó con el presidente sirio, Bachar
al Assad, Powell ratificó el compromiso de Washington con el establecimiento
de un Estado palestino y para resolver los temas pendientes en la región.
Antes de su entrevista, el jefe de la diplomacia estadunidense
declaró que hablaría con Assad del nuevo contexto en Medio
Oriente tras la caída del régimen de Saddam Hussein y, en
particular, de la reanudación del proceso de paz israelo-palestino
tras la presentación, el miércoles, del mapa de ruta,
plan de paz elaborado por el llamado cuarteto: Estados Unidos, Rusia,
la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea.
También hablaría de las organizaciones palestinas
radicadas en Siria que tienen una actitud de rechazo a Israel, en referencia
a Hamas y a la Jihad islámica.
Igualmente abordaría la elaboración de "armas
de destrucción masiva", en alusión al supuesto programa de
armamento químico que según Estados Unidos desarrolla Siria,
y manifestó su deseo de que Damasco no se inmiscuya en los asuntos
iraquíes por su hostilidad hacia la coalición británico-estadunidense.
Reiteró que su país no tiene intención
de atacar Siria, luego de que Washington acusó a Damasco de haber
ayudado militarmente a Irak, de almacenar armas de destrucción masiva
iraquíes y de haber acogido a ex responsables de ese país.
También rechazó la propuesta siria ante
el Consejo de Seguridad de la ONU el 16 de abril, de hacer de Medio Oriente
una zona libre de armas de destrucción masiva. Aseguró que
Estados Unidos no la apoyará pues "podría ser utilizada para
fines políticos".
Assad y Powell acordaron también "proseguir los
contactos y coordinar los esfuerzos en interés de ambos países
para servir a la seguridad y la estabilidad en la región", informó
la agencia oficial siria Sana, al término del encuentro.
Por otra parte, Reporteros sin Fronteras (RSF) pidió
en París se investigue sobre la muerte del periodista británico
independiente James Miller, fallecido anoche en Rafah, en la franja de
Gaza, tras ser baleados por soldados israelíes que fueron atacados
por combatientes palestinos.
Miller trabajaba en un documental sobre la destrucción
de casas palestinas por militares israelíes. En el momento de su
muerte filmaba con su camarógrafo palestino un operativo
de búsqueda de túneles de contrabando de armas desde Egipto.
Un periodista palestino dijo que para los soldados "éramos
visibles; portábamos una bandera blanca con insignias de Tv en nuestros
chalecos"; aun así dispararon.
"Estamos consternados por la muerte de James Miller, que
se produce en la víspera del Día Internacional de la Libertad
de Prensa", afirmó Robert Menard, secretario general de RSF, en
un comunicado, en el que exigió "a las autoridades israelíes
que se inicie una investigación y que se hagan públicas sus
conclusiones".
Para Menard es fundamental que los responsables de la
muerte del periodista no queden sin castigo "si resulta cierto que cometieron
una falta", tras destacar que Miller es el segundo periodista muerto por
disparos israelíes en 2003 y el quinto desde el inicio de la segunda
intifada
en septiembre de 2000.
Un portavoz militar israelí consideró que
el periodista "asumió grandes riesgos al encontrarse en una verdadera
zona de guerra".
En Londres, la policía británica dijo que
arrestó a seis personas en relación con el atentado de un
suicida islámico de nacionalidad británica, el miércoles
en Tel Aviv, que dejó tres israelíes muertos y unos 50 heridos,
entre ellos varios extranjeros.
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