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México D.F. Domingo 4 de mayo de 2003
José Antonio Rojas Nieto
La dinámica petrolera reciente
Atendiendo a algunas estimaciones preliminares, en los
primeros cuatro meses de este año México logró casi
5 mil 500 millones de dólares por exportaciones de crudo. Se trata
de un volumen de dólares que ha reforzado nuestras reservas internacionales
y que, entre otras cosas, hace posible esa curiosa subasta de dólares
que, muy probablemente, en ésta o en la siguiente semanas nos permitirá
observar un tipo de cambio inferior a los 10 pesos por dólar. Este
impresionante volumen de dólares petroleros es resultado de la comercialización
externa de un millón 850 mil barriles al día. Y de una cotización
promedio de 24.56 dólares por barril. Se trata de un volumen de
recursos 50 por ciento superiores al del mismo periodo del año pasado
que, sin duda, tiene una explicación que no puede pasar inadvertida.
Lo primero a notar es que pese a dos derrumbes recientes
de precios (de 10 dólares entre el 13 y el 22 de marzo, y de seis
entre el 21 y el 30 de abril) entre enero y abril nuestra mezcla registró
una cotización 33 por ciento superior a la del mismo periodo del
año pasado: 24.56 contra 18.41 dólares por barril. Lo segundo,
que el volumen exportado es 14 por ciento mayor al del mismo periodo del
año pasado: un millón 850 mil barriles este año contra
un millón 620 mil barriles al día el año pasado, poco
explicado por el débil incremento de la demanda mundial de crudo,
no superior a 2 por ciento.
Sin embargo, como lo han manifestado esos dos derrumbes
de precios, esto no podrá seguir así el resto del año.
Correctamente se advirtió en la reunión de la Organización
de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) del pasado 24 de
abril que la defensa de una cotización del barril dentro de la banda
del cártel (22 a 28 dólares) exige un mayor control de la
producción.
Así, si efectivamente deseamos que, correspondientemente,
nuestra mezcla mexicana se ubique entre 19 y 25 dólares, será
preciso coordinarse en el volumen de suministro de crudo. ¿Es que
acaso el volumen actual no es adecuado? Podríamos decir que no.
En primer término por el descenso en la producción de Irak
de poco más de 2 y medio millones de barriles al día que,
sorprendentemente y a decir de los voceros de la invasión, se alcanzarán
y se superarán en el segundo semestre del año. Pero también
por los descensos en Venezuela y Nigeria. Por los conflictos sociopolíticos
de finales de 2002 y principios de este año, la producción
en nuestro país hermano del sur bajó de poco más de
3 millones de barriles al día, a no más de 750 mil. Y, sin
embargo, en estos días ya produce 2 y medio millones diarios, y
se espera que a más tardar a finales de este año o a principios
de 2004 alcance su nivel anterior.
En el caso de Nigeria, diversos conflictos sociales y
laborales han provocado variaciones y bajas continuas a un suministro normalmente
superior a 2 millones de barriles al día.
¿Quién o quiénes han cubierto estas
disminuciones? En primer lugar Arabia Saudita, que al mes de abril de este
año incrementó su producción en no menos de 800 mil
barriles diarios respecto de su nivel en noviembre pasado. Pero también
Rusia ha elevado su producción respecto de finales del año
pasado en no menos de 150 mil barriles al día. También en
relación con finales del año pasado, México ha elevado
en no menos de 180 mil barriles su producción. Otros productores
OPEP y no OPEP han elevado, aunque de manera marginal, su producción.
Lo delicado del asunto es que estamos en pleno descenso
estacional de la demanda mundial de crudo. De un consumo ligeramente superior
a los 80 millones de barriles al día en febrero -el máximo
histórico hasta hoy, por cierto-, entramos en mayo, el del consumo
más bajo del año, a apenas poco más de 75 millones
de barriles al día, según las estimaciones más recientes.
Por eso, si no hay una rápida adecuación de los niveles de
producción -OPEP y no OPEP-, se corre el riesgo de un mayor descenso
de precios. Este viernes, por cierto, Bush festejó esa baja de precios
pues -a su decir- permitirá una recuperación más rápida
de la actividad económica estadunidense.
En este contexto, sería muy deseable que desde
estos primeros días de mayo México empezara a ajustar su
volumen de ventas externas de crudo, sobre todo las dirigidas a Estados
Unidos. Los pasados meses nuestras ventas al vecino país han alcanzado
-en mi opinión bajo una lógica equivocada- un volumen diario
superior al millón y medio de barriles, equivalente a 87 por ciento
del total de nuestras ventas, y a 16 o 17 por ciento de sus compras. Estas
cifras resaltan si pensamos que en estas recientes semanas nuestros vecinos
han roto su récord histórico de importaciones de crudo, al
superar los 10 millones de barriles al día, cifra nunca antes vista
en ese país. ¡Y esto y nuestra posición frente a ello,
hay que pensarlo muy bien y entenderlo mejor!
NB: Con don Pablo González Casanova hay que
repetirlo: "La invasión a Irak ha tenido como consecuencia el quebranto
del orden internacional... (Hay que) evitar un nuevo atropello a los principios
que nos rigen... El acoso de que es objeto Cuba puede ser el pretexto para
una invasión. Frente a esto, oponemos los principios universales
de soberanía nacional, de respeto a la integridad territorial y
el derecho a la autodeterminación, imprescindibles para la justa
convivencia de las naciones."
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