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México D.F. Domingo 4 de mayo de 2003
BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife-Rahme
¿Hacia una nueva guerra fría bipolar?
Aciaga visita de Blair a Rusia
El sarcasmo de Vladimir Putin
Realineamientos en Europa
CUANDO LA SITUACION lo merece, el presidente ruso
Vladimir Putin suele ser exageradamente sarcástico en las conferencias
de prensa frente a sus invitados, como le acaba de suceder al premier británico
Tony Blair en Moscú y le ocurrió al presidente George W.
Bush en San Petersburgo; en esa ocasión el mandatario ruso se burló
de la huida de Osama Bin Laden, de quien todo el mundo sabe, menos Estados
Unidos, que se refugia confortablemente en la frontera entre Afganistán
y Pakistán.
PUES EL MANDATARIO ruso no se tentó el corazón
en humillar públicamente a Blair: "Ni estamos con usted ni le creemos"
-The Guardian, 30 de abril-. Putin se mofó de la "fábula
de la relación especial entre Putin y Blair". Y rechazó categóricamente
la visión geoestratégica de Blair (la "asociación
estratégica del nuevo orden mundial"), que consiste en someterse
a los dictados de Baby Bush, de quien el premier británico
se ha convertido en el perro faldero predilecto. Blair confundió
a Putin con el fiscalista Aznar, a su vez faldero del faldero británico.
LA
VISION DE BLAIR es maniqueamente esquizofrénica y coloca la
operatividad internacional ante un dilema insalvable: la asociación
de los principales países con Estados Unidos, o la "parálisis
diplomática". Pero Putin no cayó en la perfidia británica:
exigió esclarecer ante todo la existencia de las armas de destrucción
masiva en Irak, pretexto que se adujo para emprender la guerra preventiva
unilateral, y que dos semanas después de concluido el operativo
"no han sido encontradas". Faltaba la mejor parte, que paralizó
el rostro catatónico del premier británico: "¿Dónde
está Saddam? ¿Dónde están las armas de destrucción
masiva, si es que existieron?" En cuanto a la "visión estratégica
del nuevo orden mundial" (según la percepción unilateral
distorsionada del premier británico), el presidente ruso formuló
su interpretación multilateral: "Si el proceso de toma de decisiones
es democrático, entonces nos podríamos poner de acuerdo en
tal marco; pero no las vemos como aceptables si las decisiones las toma
un solo miembro de la comunidad internacional y a los demás se les
exige apoyarlas". Vasily Bubnov pregunta si "Estados Unidos y Europa enfrentan
otra guerra fría" (Pravda, 30 de abril): "Putin se
burla de Blair mientras Francia y Alemania intentan montar un ejército
europeo" (fuera de la OTAN).
RESULTA INTERESANTE LA interpretación de
The Times de India (29 de abril): "Los intentos de Blair por jugar
al pacifista global, curar las heridas internacionales de la guerra de
Irak y reunificar a 'Occidente" en torno al hiperpoder de Estados Unidos
fueron vapuleados por Putin". Sucede que las maniobras de Blair en Moscú
tuvieron como objetivo torpedear el acercamiento de Rusia, por un lado,
con el eje Francia-Alemania, y por otro, con China e India. Dígase
lo que se diga, Putin ha reposicionado a contracorriente a Rusia como un
país "pivote" con los brazos extendidos uno hacia el oeste (Francia
y Alemania) y el otro al este (China e India), que puede resultar en la
peor serendipia (hallazgo fortuito) que hubo desentrañado el eje
Estados Unidos-Gran Bretaña-Israel (con todo nuestro respeto, España,
con o sin Aznar, no juega en las grandes ligas).
NO SE PUEDE soslayar que en estos momentos el gasto
militar ruso, después de la decapitación del suicida experimento
neoliberal yeltsiniano, es de alrededor de 13 mil millones de dólares
estadunidenses (casi igual que India), frente a los más de 360 mil
millones de Estados Unidos: ¡casi 28 veces menos!
ESTAMOS LEJOS DE las jeremiadas del septuagenario
Donald Rumsfeld, el nuevo héroe militar de pacotilla del equipo
Bush, pero se empiezan a tomar una serie de medidas que marcan la fractura
global que es sensiblemente notoria en torno al epicentro iraquí.
Todavía se desconoce la profundidad de la fractura, pero su grado
de extensión no deja lugar a dudas: desde el anuncio de la salida
de las tropas estadunidenses de Alemania y Arabia Saudita, para ser reposicionadas
en Polonia, y quizá en Bulgaria y Rumania (lo que indispondrá
al "asociado estratégico" Putin), hasta la reciente formación
del "núcleo" de un ejército europeo (Francia, Alemania, Bélgica
y Luxemburgo). IRNA (la agencia de noticias iraní, que conoce de
sobra a los británicos) enfatiza que Blair recibió dos bofetadas
en pocos días: la conocida, por Putin, y la segunda, al no haber
sido invitado a la reunión del nuevo núcleo de defensa de
los "cuatro europeos".
ARABIA SAUDITA, EL primer productor mundial de
petróleo, se queda sin su paraguas militar. ¿Quién
va a proteger a Arabia Saudita de la desestabilización interna de
Al Qaeda? ¿A quién le convienen las probables turbulencias
en el reino wahabita para mover el precio del crudo en la coyuntura apropiada?
Existe en los círculos petroleros y bursátiles de Estados
Unidos (es decir, los "amigos del equipo Bush") una propensión a
mercantilizar las posturas del "pragmático" Putin, cuya "severa
actitud" reflejaría el intento de Rusia por proteger sus intereses
petroleros en Irak, así como la salvaguarda de una deuda multimillonaria
y la existencia de suculentos contratos (CNN, 30 de abril). Condoleezza
Rice ha entonado el axioma sobre los premios y castigos del post Irak:
"Castigar a Francia, ignorar a Alemania y perdonar a Rusia", lo cual coincide
con la perfidia blairiana. Ahora bien, como todo el mundo sabe leer en
Europa, pues tampoco debe extrañar que los europeos tomen sus providencias.
En este tenor, el "núcleo" de los cuatro europeos busca reducir
su dependencia de Estados Unidos en materia militar por medio de la "instalación
de un centro multinacional de operaciones militares conjuntas -nota: en
Tervuren, cerca de Bruselas- a finales del año entrante, para ser
desplegadas con fuerzas del exterior". Además, se propuso la "creación
separada de un centro militar en Bélgica en el verano de 2004 para
el comando y la planeación de las operaciones militares de la Unión
Europea, sin la participación de la OTAN". Cabe señalar que
el nuevo núcleo pacifista atrajo las críticas del grupo bélico
(Gran Bretaña, Italia y España), que fustigó que tales
planes amenazan con "duplicar las misiones de la OTAN y socavar las relaciones
con Estados Unidos" (The Washington Post, 30 de abril). ¿Pues
no era lo han venido buscando los ultrahalconazos del equipo Bush?
Dos frases pintan de cuerpo entero la fase de divorcio
trasatlántico del post Irak: una del presidente Chirac, "para tener
un equilibrio, necesitamos tener una Europa fuerte, así como un
Estados Unidos fuerte"; y otra del canciller Schroeder: "es obvio que no
estamos contra la OTAN, pero en la OTAN hay muy poco de Europa".
EL EDITORIAL DE Le Monde del 30 de abril
se titula "Blair contra Chirac", en referencia a la ruptura conceptual
entre los mandatarios de las dos únicas potencias nucleares europeas.
Durante la minicumbre de defensa europea en Bruselas, el 29 de abril, el
presidente Chirac se pronunció por un mundo multipolar constituido
por Estados Unidos, Europa, China, India y Latinoamérica. Llamó
la atención que no haya mencionado a Rusia, al menos que la haya
integrado al mundo europeo. Al ex presidente Clinton se le escapó
no hace mucho el nombre de Rusia cuando catalogó a los integrantes
del mundo multipolar del siglo XXI. Más vale que se aclare, para
que no empiecen los problemas de dimensión nuclear. En la próxima
cumbre del G-8 en Evian, Francia ha tenido la magnífica idea de
intentar incrustar como nuevos socios a China, India y Brasil, lo cual
indispondrá a los anglosajones, que para todo quieren colocar a
Australia, Nueva Zelanda y Canadá.
BLAIR, POR SU PARTE, se inclina por un mundo unipolar,
donde Estados Unidos y Europa se encuentran del mismo lado (la democracia
liberal) frente al fundamentalismo y el terrorismo. Amén de que
no es tan sencillo definir las factores de unión y desunión,
el problema se centra en que el equipo Bush no acepta como igual ni a la
misma Gran Bretaña, que tendrá que operar una revolución
conceptual sobre su verdadera identidad (que equivale a sus intereses)
y decidir su destino con Europa y el euro, o con Estados Unidos y el dólar.
Durante la guerra contra Irak, la elite británica se resquebrajó
y en forma increíble el príncipe Carlos exhibía su
oposición a la guerra. Una decisión estratégica de
tal dimensión no depende de un operario transitorio como Blair;
se toma más arriba.
TAMPOCO SE PUEDE pasar por alto que en la Europa
"extendida", repleta de países escindidos del imperio soviético,
predomina la visión estadunidense y tienen que vivir la experiencia
propia de haber pasado de "Guatemala" a "Guatepeor". En realidad, el "núcleo"
de los cuatro tiene más claro el panorama que Gran Bretaña,
a la que le ha tocado resolver la cuadratura del círculo: ¿cómo
crear una defensa europea común con Francia y Alemania, que además
conserve su "asociación especial" con Estados Unidos, que desea
"castigar a Francia e ignorar a Alemania"?
NO SALE SOBRANDO señalar que al equipo Bush
le ha convenido fracturar a Europa: el camino más seguro para despedazar
al euro frente al alicaído dólar. Existe otra línea
de pensamiento diametralmente opuesta, que asegura que el pleito entre
Putin y Blair es una humareda para encubrir el mayor entendimiento en el
sector energético, donde Gran Bretaña realizó la más
cuantiosa inversión extranjera en Rusia antes del inicio de la guerra
en Irak. Así las cosas, sería más bien Putin quien
desea jalar a Gran Bretaña a su sector energético, para alejarla
de Estados Unidos (Stratfor, primero de mayo).
EL SECTOR ENERGETICO ruso es un factor a seguir
en el nuevo tablero de ajedrez mundial. El gobierno ruso ha despejado la
incógnita sobre los trazados de los nuevos oleoductos y gasoductos
del futuro, que benefician a China y Estados Unidos por encima de Japón.
Muchas cosas han sucedido en el sector energético ruso, incluyendo
megafusiones como la de Yukos con Sibneft por 35 mil millones de dólares,
que la coloca como la cuarta empresa petrolera mundial, lo cual pone en
relieve la hegemonía de los círculos "privatizadores" (Asia
Times, 2 de mayo).
EL MUNDO SE MUEVE a pasos vertiginosos. No pasaron
inadvertidos los ejercicios navales conjuntos de Rusia e India, que se
iniciaron el pasado 30 de abril en Socotra, isla yemenita en el cuerno
de Africa, que vigila el paso comercial entre el golfo Pérsico y
el mar Rojo/Canal de Suez, pero en especial monitorea la entrada y salida
de las tropas invasoras anglosajonas a Irak. Desde Galileo, el mapa geoestratégico
no se había movido tanto. Quizá, como preámbulo de
la nueva guerra fría bipolar, que empieza a definir sus ejes,
bloques y paralelípedo de fuerzas.
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