El embajador estadunidense en la OEA, en la conspiración anticubana, asegura
Se nutre la emigración ilegal de delincuentes y gente de bajo nivel educativo: Fidel Castro
Grupos en Washington, por provocar un éxodo y atizar una intervención armada, acusa
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 26 de abril. La emigración ilegal hacia Estados Unidos se nutre en Cuba de un sector social de bajo nivel educativo y con historial delictuoso, que puede amenazar la seguridad del país, afirmó el presidente Fidel Castro, en su amplia explicación sobre los recientes secuestros de em-barcaciones y el fusilamiento de tres condenados por uno de esos atentados.
Durante su exposición de cuatro horas, ante la cadena nacional de radio y televisión, el viernes por la noche, Castro enfocó las tensiones migratorias en Cuba como un eslabón de una cadena de acciones del anticastrismo radical de Miami y de grupos dentro del gobierno de Estados Unidos, dirigidas a provocar un éxodo y facilitar así una intervención armada en la isla.
En un extremo de esa cadena, Castro ubicó a "personas que nunca recibirían visa por su falta de nivel educacional o técnico y sus antecedentes penales y sociales".
"Estos últimos son los más violentos y peligrosos", dijo el gobernante cubano, que leyó la mayor parte de su alegato. "Su po-tencial es suficiente para desatar una ola de asaltos con empleo de armas blancas o de fuego, tomar rehenes y amenazar la tranquilidad y seguridad de nuestro pueblo".
En los últimos años el mandatario ha incorporado paulatinamente a sus discursos públicos el tema del delito común y su castigo, al tiempo que ha crecido la acción policial para reprimir diferentes ilícitos.
Dos clases de emigrantes
El mandatario dijo que la alianza del anticastrismo de Miami y funcionarios con acceso a la Casa Blanca busca llevar al colapso los acuerdos migratorios bilaterales de 1994-1995 y forzar una salida masiva e incontrolada de cubanos, "cuyo potencial está constituido por ex presidiarios por delitos comunes y los peores elementos antisociales que todavía existen en nuestra sociedad, que sólo desaparecerán con los programas educacionales y sociales, sin precedentes en la historia del mundo, que hoy se llevan a cabo en Cuba".
Castro acusó directamente a dos funcionarios estadunidenses, Otto Reich, enviado especial presidencial para América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional, y Roger Noriega, embajador ante la Organización de Estados Americanos, de promover con los grupos de Florida el secuestro masivo de aeronaves y embarcaciones cu-banas, "con lo cual se busca un inevitable éxodo masivo (...) que sirva de pretexto pa-ra una agresión militar a Cuba".
El gobernante se abstuvo de ofrecer detalles de su acusación. Funcionarios estadunidenses rechazaron esta semana la versión de que su país busca deliberadamente descarrilar los acuerdos y afirmaron que están comprometidos a cumplirlos, entregando este año el mínimo de 20 mil visas que fija el primero de los dos convenios.
El líder cubano contrastó la procedencia social de los potenciales emigrantes ilegales con el sector que suele obtener una visa estadunidense, "personas por lo general tranquilas, sin antecedentes penales por delitos comunes, nivel de educación no inferior a noveno grado, muchos técnicos medios, y unos cuantos maestros, profesores, médicos y profesionales que la Sina (Sección de Intereses de Estados Unidos) quiere reclutar".
Un funcionario del Departamento de Es-tado dijo esta semana en La Habana que entre octubre de 2002 y marzo de 2003 se habían expedido unas 2 mil 200 visas y que la Sección de Intereses entrevista diariamente a entre cien y 120 potenciales emigrantes. El cómputo anual de visados se realiza de octubre a septiembre del año siguiente, según el calendario fiscal estadunidense.
Del total de 20 mil visas anuales, unas 17 mil se adjudican a los beneficiarios de la lotería institucional que realiza Estados Unidos en diversos países del mundo para estimular la emigración legal.
La última vez que se abrió en Cuba la inscripción para el sorteo fue en 1998 y respondieron unas 500 mil personas, enviando sus solicitudes por correo.
Las otras 3 mil visas anuales se entregan por el programa de refugiados, que beneficia a quienes Estados Unidos considera perseguidos políticos o sus familiares.
La lancha Baraguá
En su alegato, Castro abordó el caso de la lancha Baraguá, secuestrada el 2 de abril y cuyos principales atacantes fueron los tres ejecutados el viernes 11, y dijo que una ola de secuestros de naves era inminente, después de que fueron liberados bajo fianza en Florida los seis cubanos que desviaron por la fuerza un avión DC-3 el pasado 19 de marzo y lograron llevarlo a Cayo Hueso.
La noticia desembocó en "un inmediato incremento de la actividad del potencial migratorio que, por sus antecedentes delictivos comunes y características antisociales, son proclives a las salidas ilegales utilizando estos métodos", añadió Castro.
Dijo que las tres ejecuciones sumarias fueron decididas para cortar de golpe un eslabón de la cadena. Es "una medida dura, pero imprescindible, porque hay que arrancar de raíz tales acciones. La experiencia demuestra que cuando los autores saben que no tienen alternativa, se abstienen de cometer tales crímenes".
El presidente ofreció algunos datos, hasta ahora desconocidos, sobre el caso de la lancha: el grupo asaltante estaba integrado por 11 personas y había 29 pasajeros que se convirtieron en rehenes, incluso dos turistas francesas y dos nórdicas, quienes fueron las primeras amenazadas de muerte.
Sin mencionar los nombres de los ejecutados, el mandatario los describió así:
-"El jefe principal", implicado en 15 procesos o expedientes penales por delitos co-munes, con varias penas de cárcel, 28 ad-vertencias (acta policial de amonestación, que no implica castigo pero crea antecedente penal), por "asedio a turistas" y 119 presentaciones ante estaciones de policía por diferentes causas.
-"El segundo", procesado cinco veces por delitos comunes, y sancionado en cuatro de ellos.
-"El tercero", sometido a siete procesos penales, entre ellos uno por agresión con arma blanca que causó la muerte al agredido.
De los restantes, señaló Castro, sólo uno carecía de antecedentes penales.
Conclusiones del fiscal
Las conclusiones provisionales del fiscal Israel Ybarra Suárez, a las que tuvo acceso La Jornada, muestran que entre los sentenciados hay una joven de 16 años y sólo tres de los 11 son mayores de 30. El pliego también identifica a las dos turistas nórdicas como de nacionalidad sueca.
El fiscal describió así a los tres principales acusados:
-Lorenzo Enrique Copello Castillo, soltero de 32 años, obrero, de La Habana, condenado a pena de multa por estafa en 1994 y a un año de cárcel por el mismo delito en 1995. "Pésima conducta social" y "29 advertencias por asedio al turismo y una por actividades económicas ilícitas".
-Bárbaro Leodán Sevilla García, 22 años, desocupado, originario de la provincia de Camagüey, con residencia en la de Las Tu-nas, condenado a dos años de cárcel en 1998 por violación de domicilio. "Pésima conducta social anterior a estos hechos".
-Jorge Luis Martínez Isaac, soltero, 40 años, desocupado, residente en la capital. Condenado en 1988 a ocho años de prisión por homicidio; a seis meses de cárcel en 1994 por evasión de presos y a una multa en 2001 por amenazas.
El fiscal pidió para los tres la pena capital por los delitos de actos de terrorismo, previsto en la Ley contra Actos de Terrorismo expedida el 24 de diciembre de 2001. Co-pello y Sevilla también fueron acusados de portación y tenencia ilegal de armas.
El resto de los inculpados, todos acusados de actos de terrorismo, fueron presentados por el fiscal así:
-Maikel Delgado Aramburo, 29 años, soltero, desocupado, nacido y residente en La Habana.
-Yoanny Thomas González, 24 años, obrero de Guantánamo, residente en la capital, casado. Condenado en 1999 a cinco años de cárcel por tráfico de drogas.
-Harold Alcalá Aramburo, 23 años, soltero, desocupado nacido en La Habana.
-Ramón Henry Grillo, 29 años, soltero, desocupado, nacido y residente en la provincia oriental de Santiago de Cuba.
El pliego acusatorio describió a estos cuatro procesados con "mala conducta social anterior a estos hechos". Los cuatro fueron condenados a cadena perpetua.
Otros perfiles presentados por la fiscalía:
-Wilmer Ledea Pérez, 19 años, soltero, de-sempleado, vecino de La Habana, "de mala conducta social anterior a estos hechos". Fue condenado a 30 años de prisión.
-Yolanda Pando Rizo, 22 años, soltera, ama de casa, nacida y residente en La Ha-bana. Tiene una pena de tres años de cárcel.
-Ana Rosa Ledea Ríos, 38 años, soltera, desempleada, nacida en la provincia de Granma y vecina de La Habana, "mala conducta social anterior a estos hechos". Sentenciada a tres años de prisión.
-Dania Rojas Góngora, 16 años, soltera, no estudia, residente en la provincia de Holguín, "mala conducta social anterior a estos hechos". Condenada a dos años de cárcel.
El fiscal consideró para las tres mujeres las atenuantes de ley por su actitud de reparar el delito, dar una satisfacción a la víctima o confesar o ayudar a esclarecer el caso.
En el caso de Dania Rojas, la acusación invocó una prescripción del Código Penal que reduce hasta la mitad los límites de una pena para procesados de entre 16 y 18 años.
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