Llama a vencer el abstencionismo el próximo 6 de julio

Obispo de Celaya pide a electores y candidatos recuperar valores morales

ALMA E. MUÑOZ

El obispo de Celaya, Jesús Humberto Garay, pidió a candidatos y electores tomar en cuenta que se requiere una nueva organización político-electoral, que contemple la recuperación de los valores cívicos y el fin de la "permisividad en el campo ético-moral, que se refleja en desorden en el manejo de la sexualidad, legalización del aborto, incursión indiscriminada de la ciencia en el plano de la vida humana y la fetichización del cuerpo".

En consonancia con este mensaje, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Familiar, Rodrigo Aguilar, mencionó que durante la semana que inicia, los obispos mexicanos, en su 75 asamblea ordinaria, analizarán la forma de promover el valor de la vida y la familia. Consideró que el país vive una "situación de luces y sombras", pues a la par de promoverse aspectos positivos en esta materia, se fomentan acciones por una "cultura de la muerte".

Los atentados a la vida humana, subrayó el pastor diocesano de Matehuala, se dan desde la concepción. Como Iglesia buscamos revalorar el núcleo familiar, que actualmente está en crisis, para evitar que se continúe cayendo en el libertinaje, y a la vez, ayudar a mejorar la situación de quienes sufren esta confusión".

En su mensaje sobre las próximas elecciones, el prelado de la diócesis de Celaya pidió a los católicos vencer el abstencionismo el 6 de julio ".

Sobre el llamado que la Conferencia del Episcopado Mexicano hizo a sus integrantes para que no participen en política, el prelado pidió a su diócesis orientar a los fieles sobre su deber de actuar y participar en la jornada, pero "sin llegar a un peligroso compromiso partidista". Además, se pronunció por reclamar y exigir, "prudente y pacíficamente", a quienes se aprovechen de la indiferencia y la pasividad.

Ojalá, dijo el obispo, "la concientización y responsabilidad al acudir a las urnas marquen una nueva organización político-electoral que se refleje en los sectores donde las expectativas de la sociedad siguen siendo urgentes: empleo, recuperación del salario, salud, alimentación, vivienda digna y educación, entre otros.