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Raquel Pankowsky creó el personaje basado
en Marta Sahagún para lograr trabajo
La Marta del Zorro, éxito teatral e hito
en la sátira política mexicana
La libertad de expresión no es un regalo que
nos dio Fox por votar por él, considera la actriz
MARIANA NORANDI ESPECIAL PARA LA JORNADA
Desde el 14 de marzo, en el teatro Wilberto Cantón,
se escenifica La Marta del Zorro, sátira política
basada en la esposa del Presidente de México. Escrita y dirigida
por Carlos Pascual y representada por Raquel Pankowsky, Darío T.
Pie, Pedro Kominik y el mismo director, esta obra está teniendo
un éxito sin precedente en la historia de nuestra sátira
política. Lo que comenzó como la idea de una apasionada actriz
que buscaba subsanar su situación de desempleo, se convirtió
en una obra que, pese a la situación actual que vive el teatro,
no hay función en la que no se agoten las entradas. Al mes de su
estreno y minutos después de la última función del
domingo, Raquel Pankowsky, actriz que encarna a Marta Sahagún de
Fox, nos recibe en su camerino. Su parecido es asombroso, su voz, su constitución
física, su mirada y sobre todo su temperamento, nos hace sentir
como si nos encontráramos ante la mismísima señora
de Vicente Fox.
-¿Cómo surge esta obra?
-En un momento que estaba yo sin trabajo, una noche de
desesperación, se me ocurrió hacer ese personaje porque la
gente me decía que me parecía mucho a Marta Sahagún
y porque siempre me ha apasionado la política. Darío y yo
empezamos, hace un año, a representar en la Bodega del Bataclán
una obra que se llamaba Vamos México a que Martita nos regañe.
Un día nos vio Horacio Villalobos y nos propuso que la llevásemos
a su programa de Telehit. De ahí surgió hacerlo obra de teatro
y es cuando se integraron Carlos y Pedro. Nunca pensé que ese personaje
iba a tener tanto éxito. Tengo 33 años de actriz de reparto,
con un trabajo constante pero sin mayor relevancia. A mi edad ya no esperaba
nada. Para mí esto ha sido el regalo más grande del mundo.
Un personaje en busca de autor
-Pero
realmente, ¿usted buscó el personaje o el personaje a usted?
-Una noche decidí hacerlo, pero, no cabe duda,
que vino marcado por un destino. ¿Quién me iba a decir que
una primera dama se iba a parecer tanto a mí y que iba a tener mi
edad, mi estatura y mi ceceo? Esto es mágico, yo no me lo explico
de otra manera.
-A usted el panismo sí le ha traído un cambio
en su vida...
-He tenido un cambio. Con esta experiencia siento que
valió la pena ser actriz. Cuando empecé a representarlo mucha
gente me decía que estaba loca, que no sabía cómo
se manejaban las cosas en el gobierno y que me estaba arriesgando mucho.
Entonces lo valoré y me dije: "me voy a morir tarde o temprano y
si no lo hago me voy a morir de aburrimiento y amargura. Además,
antes de matarme, me tienen que llamar y decirme que lo pare. Si llega
ese momento, lo paro y punto".
-¿Nunca llegó esa llamada?
-Nunca, y sé que si ella me hubiese querido parar
este show, me llama y me detiene, porque no soy ninguna niña
héroe.
-¿Eso significa que este país está
cambiando?
-La libertad de expresión no es algo que nos regaló
Vicente Fox por haberle votado. La libertad de expresión es algo
por lo que hemos venido luchando los ciudadanos de este país durante
muchos años. No podemos olvidar las muertes de muchos intelectuales
y periodistas por lograr esta libertad. Pero cuando nos demos cuenta de
la fuerza que tenemos como pueblo, ese día se van a acabar estos
gobernantes.
-Hay quienes dicen que usted se burla de esos gobernantes.
-Lo mío no es burla, burla es el Fobaproa, burla
son la cantidad de millonarios que salen cada seis años, burla es
que los diputados ganen lo que ganan y burla es el dinero tan terrible,
estando el país como está, para los partidos. Yo sólo
me limito a hacer sátira política. Por otro lado, creo que
esto le conviene más que nada a ellos, porque es una válvula
de escape para el pueblo. Por si fuera poco, el que a mí me dejen
trabajar da legitimidad a la libre expresión y la tolerancia que
dice Marta que existe y que yo avalo.
-¿Participó en la creación del guión?
-La idea del guión es totalmente de Carlos Pascual.
La primera parte tiene un poco del show que manejábamos en
el Bataclán, pero el resto es todo de Carlos.
-¿El guión se va actualizando dependiendo
de los acontecimientos que vive el país?
-Intentamos que siempre esté al día. Por
ejemplo, en la llamada a Salinas que hago, procuramos meter los acontecimientos
recientes, porque además es un verdadero deleite informar.
-Si hay algo asombroso en esta obra es la caracterización
física y gesticular del personaje, ¿cómo se trabajó
ese aspecto?
-Fueron horas de observar detenidamente varias grabaciones
de Marta. Miraba cómo caminaba, cómo movía la boca,
su forma de vestir, maquillarse y fisonomía. Tengo un peinado como
el de ella, me tapo las cejas y me las hago más delgadas. Me pongo
pestañas postizas, me ensancho la nariz y me hago más grueso
el labio inferior. Al principio fue muy difícil por la fuerza interna
que ella tiene, pero ahora la pienso e inmediatamente la tengo puesta.
Marta Sahagún, ejemplo de vida
-Esta obra hace hincapié en la ambición
de una esposa de presidente por el poder, ¿cree que el caso de Marta
Sahagún sea el ejemplo más evidente de las esposas de nuestros
mandatarios?
-A la esposa de López Portillo también le
gustaba mucho el poder, pero, afortunadamente, no me parezco a ella, porque
hubiera tenido que andar jalando pianos para arriba y para abajo. Creo
que la diferencia de Marta es que es la primera en demostrarlo abiertamente
y para mí es una lección de vida como mujer. Las mujeres
vivimos con muchos miedos y estamos limitadas por si no somos bonitas,
altas o jóvenes, y esta mujer, contra viento y marea, se montó
en un país machista y nadie ha podido hacer nada. Yo era una mujer
de 50 años que no hacía más que repartos en telenovelas,
si me hubiera dejado llevar por el miedo, no lo hago. No sé qué
va a pasar cuando se acabe el sexenio, pero tampoco me importa, porque
yo me demostré a mí misma que sí puedo.
La Marta del Zorro: Teatro
Wilberto Cantón. José María Velasco 59, Col San José
Insurgentes. Viernes 19 y 21 horas. Sábado y domingo, 18 y 20 horas.
Entrada: 200 pesos.
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