Concluye la reunión anual del organismo multilateral, en un ambiente de desencanto

La CDH de Naciones Unidas, en serio declive, consideran ONG internacionales

KYRA NUÑEZ CORRESPONSAL

Ginebra, 25 de abril. Organizaciones internacionales reconocidas por su labor en defensa de los derechos humanos, como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la Comisión Internacional de Juristas, consideraron "un fracaso" la 59 sesión de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la ONU, que hoy concluyó su reunión anual en medio de una agitada polémica en torno a la propuesta brasileña de condenar los crímenes contra las personas en razón de su orientación sexual, la cual fue postergada para tratarse el próximo año.

Durante tres de las seis semanas de la reunión, la comisión vivió a diario la guerra que unilateralmente emprendió Estados Unidos contra Irak, con el apoyo del Reino Unido; sin embargo, critican observadores y ONG, le fue imposible lograr una declaración al respecto, debido a las fuertes presiones de Washington.

Amnistía Internacional reiteró que "la comisión, una vez más, ha fracasado en su mandato de proteger a las víctimas de violaciones" a los derechos humanos; para Human Rights Watch, "el órgano de la ONU está seriamente en declive y este año se ha mostrado más decepcionante que nunca" y, por su parte, la Comisión Internacional de Juristas afirmó que "los estados han dado un paso más, pero hacia atrás, hacia el caos y la impunidad".

También el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en su discurso de ayer, criticó las divisiones y conflictos que prevalecen en este foro, del cual dijo que es "inaceptable" su inacción. Por su parte, la presidenta de la comisión, la libia Najat Al-Hajjaji, en rueda de prensa admitió que lo más decepcionante de su tarea fue el confirmar "que la división Norte/Sur es grave". Asimismo reconoció que "como presidenta de la comisión, nada puedo decir sobre la decisión de los estados miembros de no aceptar una sesión especial para examinar la situación de los derechos humanos en Irak; como embajadora de Libia sí puedo admitir que ello me ha sido particularmente insatisfactorio".

El alto comisionado para Derechos Humanos, Sergio Vieira de Mello, en su intervención resaltó los que llamó "reveses" en esta sesión: falta de acuerdo sobre cómo tratar los derechos humanos, escaso seguimiento de las resoluciones a lo largo del año, carencia de apertura, fracaso en la búsqueda del consenso. Además expresó que el lenguaje de las resoluciones debe renovarse, de modo que sea "claro y llano", para que la apreciación no sea la de una comisión que vive en el pasado.

La comisión se ha convertido en un "club de abusadores", de acuerdo con las declaraciones de Joanna Weschler, representante ante la ONU de Human Rights Watch, quien criticó directamente a Estados Unidos por "tomar una actitud destructiva en muchos temas". Por su parte, la Unión Europea no pudo ejercer una influencia positiva, según esta ONG.

Amnistía Internacional criticó igualmente las declaraciones de la presidencia de la comisión sobre Colombia y Timor Oriental, por su "debilidad" en momentos en que se hace necesaria una acción directa para impedir la escalada de agresiones.

Estados Unidos, interesado en el tema de Irak, este año se abstuvo de copatrocinar la resolución contra los abusos de Rusia en Chechenia (la que fue rechazada) ni patrocinó su acostumbrada resolución contra China; sí mantuvo su práctica de presionar a los estados para que votaran la habitual resolución contra Cuba, y bloqueó el debate sobre Afganistán.

Los debates en la comisión se vieron este año protagonizados por un grupo de países otrora silenciosos: Argelia, Libia, Sudán, Siria, Zimbabwe, China, Rusia, Africa del Sur y Pakistán. Especialmente controvertido fue el debate que se dio en torno a la resolución propuesta por Brasil para condenar los crímenes que se cometen contra las personas en razón de su orientación sexual; el tema polémico se encontró con la infranqueable barrera de los países musulmanes, que rechazaron de viva voz y bloquearon cualquier intento de hacer respetar la igualdad entre los sexos y los derechos de los homosexuales. Luego de tres días de debates, y minutos antes del cierre de la sesión, la presidenta de la comisión logró mandar el tema para su examen en 2004.

Human Rights Watch, en un comunicado, indica que "Canadá, México, Costa Rica, Noruega, Nueva Zelanda y Suiza fueron los pocos países que mantuvieron sus principios en línea con los temas de derechos humanos, contrariamente a lo que se vio con Brasil y Argentina".

Otro año y con excepción de resoluciones, moderadas en su contenido, sobre la situación en Corea del Norte, Belarús y Turkmenistán, fuertes acusados como Irán y Arabia Saudita se libraron de condenas. Contra lo esperado por los defensores de derechos humanos, la comisión no alentó una comisión investigadora de los crímenes de posguerra en Irak, o en la República Democrática del Congo ni, en otros casos, prestó atención a países pequeños como Nepal.

Ante estos reveses, cobra fuerza la corriente que alienta el supeditar la membresía a la comisión a los estados que tienen un desempeño satisfactorio de respeto y promoción de los derechos humanos.