Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 26 de abril de 2003
.


























Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
CineGuía
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada en tu PALM
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo Electrónico
Búsquedas



P O L I T I C A
..
________________________________________________________________________________________

Víctor Quintana S.

Desacralizar el acuerdo, valorar lo nuestro

El gobierno quiere boda, cuando apenas se está viendo si hay noviazgo. Eso comentó alguien con referencia al Acuerdo Nacional para el Campo que la administración de Fox urge firmar el próximo lunes 28 a las organizaciones campesinas. Boda, con presencia de obispos, incluso y, por supuesto, con noche nupcial en Palacio Nacional.

Ante todo esto, el Frente Democrático Campesino (FDC) de Chihuahua, integrante del movimiento El campo no aguanta más, acaba de dar a conocer su postura, construida con paciencia, entre reflexiones y discusiones, no sólo con sus bases, también con otros actores sociales e intelectuales.

Dicha postura puede resumirse así: desde noviembre a la fecha se desarrolla en México el movimiento campesino más importante de los últimos años. Parte de las seis demandas básicas de El campo no aguanta más, entre las que destacan la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en materia agropecuaria; la multianualidad e incremento de los presupuestos para el campo; la participación de los campesinos en una reforma estructural de la agricultura nacional y el cabal cumplimiento de los acuerdos de San Andrés en materia de derechos y cultura de los pueblos indios.

Este movimiento logró en primer lugar concitar la participación de muy diversas organizaciones campesinas, agrupadas en cuatro bloques: Consejo Agrario Permanente, Confederación Nacional Campesina, El Barzón y El campo no aguanta más. El 31 de enero realizó una gigantesca marcha en el Distrito Federal. Obtuvo el apoyo de importantes sectores sociales, académicos e incluso eclesiales. Sentó al gobierno a negociar. Coorganizó las mesas de diálogo, en las que como nunca se expuso y se discutió la problemática del campo nacional.

El máximo avance de este movimiento campesino unificado es la elaboración del documento Propuesta de un acuerdo nacional para el campo: por el desarrollo de la sociedad rural y la soberanía alimentaria con campesinos como elementos fundamentales del proyecto de nación de México en el siglo XXI. Este documento marca un rumbo estratégico, unifica a las organizaciones, plantea una alternativa al menos germinal al neoliberalismo en el campo, es democrático, plural e incluyente. Retoma las demandas fundamentales que dan origen a El campo no aguanta más, como renegociación del TLCAN o la multianualidad presupuestal, o los acuerdos de San Andrés. Por desgracia, este documento parteaguas no se valora, no se presenta al público, sino sólo se lleva como insumo a la negociación con el gobierno.

El FDC plantea que en estos momentos el citado documento de las organizaciones campesinas debe ser el eje de las acciones de éstas. Debe convertirse en un plan como los que dieron rumbo y unificaron al movimiento armado de 1910: el Plan de Ayala y el Plan de San Luis. Y la presentación pública de este proyecto estratégico, de este plan campesino para el siglo XXI, debe constituir el acto central y al que las organizaciones campesinas le den la máxima importancia los próximos días, teniendo en cuenta que es una propuesta alternativa al neoliberalismo en el campo. Sólida, coherente, aunque perfectible en algunos aspectos, como el agrario o el de derechos y cultura de los pueblos indígenas.

Así, el acuerdo que el gobierno de Fox quiere que se firme a la brevedad pasa a segundo término. En él hay algunas respuestas a las demandas básicas del movimiento campesino, pero parciales o muy poco concretas. Es lo que la correlación de fuerzas y el Ejecutivo pueden conceder hasta ahora. Entonces se trata más de un documento de gobierno que de Estado. Es más exigible que firmable. No hay por qué conferirle tanta solemnidad e importancia a un acuerdo que sólo es inicial, que es la primera etapa dentro de un proceso más amplio.

Por tanto, lo importante es que las organizaciones campesinas se pongan de acuerdo para seguir luchando con el propósito hacer posible su plan estratégico, sus demandas fundamentales. Que vean cómo pueden ser el gozne que ayude a aglutinar a todos los sectores sociales afectados por las políticas de ajuste, y vayan conformando una alternativa integral al sistema excluyente, injusto y depredador que estamos viviendo. Esa es la tarea a la que deben dedicarse todas las energías actuales.

No hay que dejar que el gobierno vuelva a imponer su lógica. No hay que dejar que la firma del acuerdo sea factor de división, de atascamiento o de extinción del movimiento campesino que tanto trabajo dio construir. Tampoco hay que permitir que el gobierno le dé un uso político pretendiendo que el cambio en el campo ya se va a dar. Las organizaciones que quieran asistir y firmar el documento, que vayan; las que no quieran hacerlo, que no lo hagan. Hay que desacralizar el acuerdo con el gobierno, para que el firmarlo o no deje de convertirse en factor de canonizaciones o de satanizaciones. Si algunas organizaciones creen que sólo con la firma se consolidan los logros del movimiento, que acudan; si hay otras que consideran que no tienen por qué firmar lo que es una obligación del gobierno, que no vayan.

Lo que debe quedar muy claro es que, con acuerdo o sin él, la lucha y la estrategia del movimiento campesino deben seguir, incluso con más fuerza. Y que deben proseguirse de tal manera que converjan con los agravios, las aspiraciones y los movimientos de todos los sectores de este pueblo mexicano que ya no aguanta más.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfono (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310
Informes y Ventas:
Teléfono (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Teléfono Directos: (55) 56884840, 56886167
Email