Abraham Nuncio

ChoicePoint.Bush

Mark Rotenberg, director del Centro de Privacidad de Información Electrónica (EPIC, por sus siglas en inglés) se mostró preocupado por la compra de datos de ciudadanos fuera de Estados Unidos. Luis Ernesto Derbez, el secretario de Relaciones Exteriores de México, no consideró tan preocupante para la seguridad nacional el hecho de que la empresa estadunidense ChoicePoint hubiese adquirido -con exactitud todavía no se sabe cómo- el padrón electoral del país. Remitió el asunto al IFE de la misma manera que lo pudo haber remitido a la Comisión Nacional del Deporte.

Me pregunto si se habrá informado el canciller sobre la trayectoria de ChoicePoint. Quizá consultó su sitio y ahí leyó que se trata de una empresa "empeñada en crear una sociedad más segura por medio del uso responsable de la información", cuya misión consiste en llegar a "ser la empresa más admirada del mundo" en esta materia, mediante la estrategia de "transformar datos en acciones de inteligencia", es decir, que no sólo vende sus servicios a empresas privadas, sino a dependencias públicas.

Es probable que alguno de sus colaboradores le haya informado algo más: el hecho de haber sido la empresa seleccionada por el gobierno de Florida para dar un golpe de Estado (electoral) y así poder entronizar a los republicanos en la Presidencia de Estados Unidos y a George W. Bush. Pero partamos de la hipótesis -también muy probable- de que Derbez ha confundido la cancillería con el departamento de relaciones internacionales del gobierno mexicano y a éste con un corporativo estatal. Cabe entonces detallar de qué manera ChoicePoint, por indicaciones de Jeb Bush, el gobernador de Florida y hermano del presidente espurio, llevó a cabo su trabajo.

1. ChoicePoint tiene una filial, DBT Online (antes Database Technologies). A ésta le fue encargado el trabajo de purgar el padrón electoral de Florida tomando en cuenta varios criterios: nombre, fecha de nacimiento, raza y género; no el número del seguro social. Así lo hizo saber el vicepresidente de DBT en un comunicado a los supervisores electorales de todos los condados de Florida en junio de 2000.

2. En Estados Unidos, la mitad de los reos son afronorteamericanos (la raza negra, se entiende). En Florida, esta población significa para el Partido Demócrata un voto duro, como se vio con la elección de Clinton.

3. Seis semanas antes de la elección, el gobierno de Jeb Bush hizo circular un memorando en el cual se advertía que los convictos de otros estados radicados en Florida deberían registrarse para recibir la clemencia del gobernador y así poder ejercer sus derechos ciudadanos. A esta ilegalidad siguieron otras, como hacer llegar una carta a los ciudadanos considerados delincuentes (manejar con aliento alcohólico, por ejemplo, los colocaba en esa categoría) para que no se atrevieran a votar.

4. La purga del padrón permitió que no pudieran votar 57 mil 700 personas. George W. Bush ganó la elección a Al Gore por 537 votos.

5. ChoicePoint-DBT manipuló el padrón confundiendo nombres parecidos, duplicando listas de electores, inventando delincuentes pasados y futuros (alguno, según esto, cometerá su crimen en 2007), no verificó datos y cobró mil veces (2 millones 700 mil dólares) más que la empresa anteriormente responsable de procesar el padrón electoral de Florida.

6. Meses más tarde, ya con Bush en la Presidencia, ante las indagaciones de la Comisión de los Derechos Civiles y la presión de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP, por sus siglas en inglés), los funcionarios del gobierno de Florida aceptaron que habían violado los derechos de miles de ciudadanos. Declararon que no volverían a contratar una empresa privada para procesar los datos electorales. No cumplieron: contrataron para los mismos fines a la empresa de consultoría Arthur Andersen, ampliamente conocida por solapar los fraudes de Enron. ChoicePoint-DBT dijo que se retiraría de negocios como el que había llevado a un usurpador a la Presidencia. Ni los funcionarios ni la empresa fueron llevados a juicio.

7. El capitalismo mafioso al que se han referido en estas páginas Carlos Fazio y Alfredo Jalife-Rahme es un peligro mayor que el terrorismo, cuestión que aflige al gobierno foxista por presión del de Estados Unidos.

8. Para mayores informes sugiero, si no otros, la lectura de The best democracy money can buy, del periodista estadunidense Greg Palast, por ahora exiliado en Inglaterra.