El escritor Juan Domingo Argüelles habla
de su estudio ¿Qué leen los que no leen?
Inadmisible, el discurso de que los no lectores ''son
personas inferiores''
Sin un referente de lo ''culto', imposible acercarse
a obras que no despiertan interés
''Nadie se pregunta qué tan analfabetos somos
en danza, música, fotografía, teatro''
CESAR GÜEMES
El problema central de la lectura en México no
es cuánto se lee, sino qué se lee y para qué, señala
Juan Domingo Argüelles, escritor y ensayista que ofrece un amplio
estudio sobre el tema en su nuevo trabajo que se titula ¿Qué
leen los que no leen?, publicado por Paidós.
Si nos atuviéramos tan sólo a las estadísticas,
advierte el narrador, cometeríamos un error que puede llegar fácilmente
a la discriminación:
''Podemos
aceptar que el libro funciona para hacer mejores personas a determinados
individuos y que ha influido en el desarrollo cultural de ciertas sociedades;
lo que no podemos aceptar es el discurso de que quienes no leen son inferiores
a quienes sí tienen esa práctica, porque caeríamos
en un discurso discriminatorio."
Hasta donde es posible establecerlo, en el país
se lee, de manera masiva, libros de superación y cómics.
De modo que lectores los hay. Explica así Juan Domingo Argüelles
el caso:
''México es un país lector, pero hemos olvidado
que el punto de la lectura está en el contexto de cada lector. Ahí
está la clave para entender por qué las personas acuden en
masa a libros de autosuperación o a historietas de gran éxito.
''El caso, entonces, es no llevar este dato a la histeria
cultural, porque eso implicaría condenar esa disposición
a la lectura de cierto público que no puede leer a Kant ni a Hegel,
porque no forman parte de su contexto.
''El intercambio siempre corresponde a un contexto de
cultura. Es imposible que una persona sin ese referente cultural dentro
de lo considerado 'culto' tenga iniciativa de acercarse a obras lejanas
a su necesidad, gusto e interés.
''Es importante, por supuesto, buscar que esas personas
tengan acceso a cierto tipo de libros que pueden llegar a interesarles,
pero lo que no podemos hacer es desdeñarlas ni llevar el concepto
de lectura a extremos dogmáticos.
''Si la lectura se ve como una actividad impostada, exquisita
y seria, gran parte de la ciudadanía se excluye del diálogo
con la cultura."
La lectura es una pasión
-La diferencia cuantitativa entre los índices de
lectura de Europa y los de América Latina es muy amplia y seguramente
no obedece sólo al ingreso monetario de las personas.
-Claro que no. Se relaciona más con las tradiciones
literaria y editorial.
''Además, está probado que si todo obedeciera
a un funcionamiento lógico, a mayor capacidad económica,
mayor capacidad de cultura. Pero eso no es cierto.
''En casi cualquier país que observemos con detenimiento,
las personas con mayor capacidad económica, no leen. Gabriel Zaid
en Los demasiados libros, ha visto muy lúcidamente que si
sumamos a todos los que de verdad tienen grandes recursos económicos
no alcanzan para agotar 2 mil ejemplares de un libro en un año.
Eso implica que para tener éxito en la vida mediante una posición
social desahogada, no se requiere ser lector.
''El punto de discusión no es ni el medio libro,
ni el libro y medio al año, ni los cien o los imposibles 365 libros
leídos en ese lapso.
''Lo pertinente es pensar en que si alguien tiene acceso
al libro y esto lo lleva a un placer y una afición, esa persona
puede ser feliz leyendo cinco libros al año o sólo uno, porque
le significa una emoción, un placer, un gusto y experiencia que
seguramente no podría haber encontrado en ningún otro medio."
A diferencia de otras disciplinas artísticas, explica
el también poeta, ''nadie se cuestiona qué tan analfabetos
somos en danza, música, fotografía, pintura o teatro. Todos
somos más o menos analfabetos en algo.
''La lectura es una pasión, si no se tiene, entonces
tampoco es necesario cuestionarse demasiado por qué no lee uno.
En eso nos parecemos a cualquier país del Primer Mundo, salvo que
ellos cuentan con una industria editorial amplísima.
''España, por ejemplo, es un país que se
queja de tener un muy bajo índice de lectura, y sin embargo produce
un volumen impresionante de ejemplares al año y los exporta."
El problema es la calidad
-Desde José Vasconcelos han existido diversas iniciativas
en México para promover el acercamiento a los libros. Sin embargo,
el índice de lectura no aumenta. ¿Qué le dicen este
tipo de labores?
-No se puede censurar ninguna campaña que se haga
en favor del libro, porque si no existieran se pediría que existiesen.
Obviamente el propósito de Vasconcelos fue dotar de una cultura
clásica a esos posibles lectores que no habían tenido oportunidad
de acercarse a Plotino, Homero o Virgilio.
''Pero no hay que olvidar que esos eran los autores que
le gustaban a Vasconcelos. Todo lector apasionado trata de compartir su
objeto amado, es decir, el libro.''
-¿Cuál es, entonces, el problema de la lectura
en el país?
-La calidad de los libros que leemos y lo que significan
para nosotros. No la cantidad. No somos más felices por leer 200
libros al año que por leer uno, releerlo y asimilarlo a nuestra
cotidianidad.