MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
Banca extranjera, menos créditos
Desaparecieron 40 instituciones que atendían los requerimientos de la planta productiva
ENTRE HOY Y EL próximo sábado se desarrollarán en Mérida, Yucatán, los trabajos de la 66 Convención Bancaria, en la que se congregarán los dueños, con sus empleados de pipa y guante, de los poderosos grupos financieros -mayoritariamente extranjeros- que controlan cerca de 90 por ciento del sistema de pagos que opera en el país.
LOS TRABAJOS DE LA pomposa reunión anual organizada por la Asociación de Banqueros de México tienden a facilitarse año tras año, toda vez que en las pasadas dos décadas -de la expropiación, pasando por la reprivatización, a la extranjerización- han desaparecido -por la vía de la fusión, la integración o, de plano, la desaparición- más de 40 instituciones bancarias que de una u otra suerte atendían los requerimientos crediticios de la planta industrial nacional.
LA "MODERNA" Y competitiva banca mexicana prometida durante el salinato, hoy no es otra cosa que una "moderna" banca extranjera acaparada y controlada por seis grupos financieros de capital estadunidense, español, canadiense, británico y -el único sobreviviente- mexicano, que tienen bajo su control el 90 por ciento de los clientes, la captación y demás participantes en el circuito bancario.
LEJANAS ESTAN AQUELLAS convenciones bancarias -las realizadas antes de 1982, en las que llegaron a participar 64 instituciones bancarias y sus respectivos barones-, en las que personajes como Manuel Espinosa Yglesias, amo y señor de Bancomer, así como de un voluminoso paquete de negocios e intereses, se daba el lujo de citar a conferencia de prensa antes de que el presidente de la República inaugurara formalmente el acto, para informar "a la prensa y a la nación", decía, cuál sería el rumbo a seguir en materia económica, financiera y cambiaria, al tiempo que divulgaba el secreto mejor guardado a lo largo del año: el monto de las reservas internacionales del Banco de México. Dos o tres horas después, el inquilino de Los Pinos en turno ratificaba lo dicho por el supremo banquero.
MAS TARDO JOSÉ López Portillo en tomar la decisión de expropiar a los barones del dinero, que Miguel de la Madrid en recompensarlos. Entre las primeras decisiones de la administración de la "renovación moral" estuvo regresar a los banqueros agraviados generosos paquetes accionarios de empresas no bancarias -pero que formaban parte de los activos de los bancos-, como Seguros América-Banamex Industria Luismin, Industrias Peñoles, Liverpool, Aurrerá, Frisco, Hoteles Calinda, Camino Real, IEM, Condumex, Grupo Asbestos, Hotel Sheraton Puerto Vallarta, Aviones BC, Afianzadora La Guardiana, Mexalit, Teléfonos de México, Sanborns, Palacio de Hierro, Kimberly Clark, Grupo Industrial Minera México, Fábricas de Papel Loreto y Peña Pobre, Anderson Clayton, Seguros Bancomer, Química Flúor, casa de bolsa Bancomer, Inmobiliaria Cancún Caribe, Cydsa, Visa, Vitro, Seguros Monterrey y Grupo El Asturiano, por citar sólo algunos de los más de 300 corporativos no financieros ligados a la banca privada.
POCO DESPUÉS SOLTO el primer cheque para cubrir parte de la llamada indemnización bancaria, independientemente de las acciones empresariales mencionadas: 72 mil millones de pesos - 73 por ciento del capital contable de las instituciones nacionalizadas, ajustado al 31 de agosto de 1982-, que alcanzaron las carteras de los dueños de 11 bancos, entre ellos Serfin, Comercial Capitalizador, Comercial del Norte, de Oriente, del Interior, Bancomer, Monterrey, Nacional de México, Regional del Norte, Financiera Crédito de Monterrey e Hipotecaria del Interior, la mayoría de ellos, a estas alturas, inexistentes. El total erogado por el gobierno federal para "cubrir" a los ex propietarios de los 60 bancos estatizados ascendió a 110 mil 906 millones de pesos, de los que 71 mil 677.1 millones correspondieron al valor del capital contable ajustado al 31 de agosto de 1982 y 39 mil 228.9 millones a los intereses causados entre esa fecha y el 31 de agosto de 1983.
EL 29 DE AGOSTO de 1983 se publicaron en el Diario Oficial los ordenamientos jurídicos que definieron las nuevas características de las instituciones de la banca nacionalizada, reduciendo su número de 60 a 29, mismas que automáticamente se transformaron en sociedades nacionales de crédito. En el proceso se revocaron las concesiones de 11 bancos especializados y capitalizadores (seis de ellos ya no operaban con el público desde antes de la nacionalización e incluso se encontraban intervenidos por la Comisión Nacional Bancaria y de Seguros para su liquidación, y cinco eran capitalizadores). Veinte bancos se fusionaron con 12 consorcios más sólidos. De las 29 sociedades nacionales de crédito, 14 quedaron domiciliadas en el Distrito Federal y 15 en otras entidades de la República. Paralelamente, anunció la circulación de los certificados de aportación patrimonial (CAP), herramienta jugosa y especulativa que sus propietarios utilizaron eficazmente como medio de pago ocho años después, para hacerse de los bancos del Estado
ENTRE OTRAS FUSIONES, se ordenaron las siguientes: a Banamex, Banco Provincial del Norte; a Bancomer, el Banco de Comercio; a Banca Serfin, Azteca, de Tuxpan, y Financiera Crédito de Monterrey; a banca Cremi, Actibanco Guadalajara; a Multibanco Comermex, el Comercial del Norte; a Banco del Atlántico, el Panamericano; al Banco del Noroeste, el Occidental de México y el Provincial de Sinaloa; a Promoción y Fomento, el Aboumrad; a Banco Latino, la Corporación Financiera y Financiera Industrial y Agrícola; a Crédito Mexicano, el Longoria, Popular y Probanca Norte.
CUANDO CONCLUYO EL gobierno de Miguel de la Madrid, 18 fueron las sociedades nacionales de crédito que sobrevivieron -30 por ciento del universo expropiado-, e igual número fue reprivatizado en el salinato. Hoy, seis grupos financieros, cinco de ellos extranjeros, son los dueños de las 18 instituciones bancarias que sobrevivieron a Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y los felices neobanqueros que se beneficiaron con la reprivatización.
ESO SI, LA banca sigue sin otorgar crédito productivo, pero hoy de nueva cuenta se reúne en su convención anual.
Las rebanadas del pastel:
DESPUÉS DE SUS atinadas declaraciones en favor de la amistad México-China, se ratifica que Fernando Canales Clariond tiene toda la capacidad para ocupar la principal silla en Tlatelolco.
[email protected]