Aprueba el Parlamento sudcoreano ayuda a EU y GB
Miles de paquistaníes musulmanes lanzan llamado a la "guerra santa"
DPA, AFP, REUTERS Y PL
Quetta, 2 de abril. Unos 25 mil paquistaníes musulmanes se manifestaron hoy en las calles de esta ciudad suroccidental de Quetta, donde hicieron llamados a la jihad (guerra santa) contra Estados Unidos y los países que los apoyan en la guerra de agresión que realizan contra Irak.
Hubo consignas de repudio contra el presidente estadunidense George W. Bush y el primer ministro británico, Tony Blair, con gritos de "Bush es un perro" y vivas a Osama Bin Laden y Saddam Hussein. Grupos de manifestantes quemaron efigies de Bush y Blair.
La protesta, que resultó menor a lo esperado, fue convocada por la alianza islámica Muttahida Majlis-e-Amal. Uno de los líderes, Qazi Hussein Ahmed, instó a los musulmanes a prepararse para la guerra santa y a convertirse en escudos humanos en Irak.
El canciller paquistaní, Mehmood Kasuri, declaró que la guerra no sirve a los intereses de Washington a largo plazo, pues "es contraproducente para los intereses declarados de los estadunidenses contra el terrorismo".
En Seúl, en medio de protestas populares el Parlamento aprobó brindar apoyo logístico a las fuerzas invasoras en Irak con el envío de 700 soldados, de acuerdo con una solicitud en ese sentido hecha por el presidente Roh Moo-Hyun en "aras de la paz" en la península coreana.
"He decidido enviar soldados porque la suerte del país y de la nación están en juego", señaló el mandatario ante los diputados, que aprobaron la moción gubernamental por 179 votos en favor, 68 en contra y nueve abstenciones.
Entre esas tropas sudcoreanas, que no participarán en combates, destacan ingenieros, técnicos de la construcción, médicos y trabajadores sanitarios, de acuerdo con una solicitud girada por Estados Unidos, pues ambos países "comparten una alianza política y militar", recordó el gobernante.
Roh argumentó que "una cooperación sólida entre Estados Unidos y Corea del Sur es sumamente importante para una solución pacífica de la cuestión nuclear norcoreana", aunque reconoció que muchos diputados y mucha gente se opone a este envío de soldados por ser una guerra que "carece de fundamento".
"Es una lógica que se basa a la vez en los principios y la realidad. Pero lamentablemente la política internacional es movida por la potencia de la realidad, no por los principios", admitió el mandatario recién electo en diciembre y a quien se le atribuye un programa reformador y la promesa de abandonar la tutela estadunidense.