Organizaciones civiles acusan a España de vender armas a países en guerra
Niega GB planes para atacar Siria e Irán
DPA, REUTERS Y AFP
Londres, 2 de abril. Gran Bretaña "no tiene ningún plan" para lanzar una ofensiva contra Siria o Irán, afirmó este miércoles el primer ministro británico, Tony Blair, en respuesta a acusaciones estadunidenses de que estos países están ayudando militarmente al régimen iraquí.
Por otro lado, organizaciones no gubernamentales denunciaron hoy que España vende armas a países en guerra y violan así el código de conducta sobre control de armas de la Unión Europea (UE).
Antes de que Blair afirmara que su país no planea invadir Siria o Irán, el ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw, señaló que su país considera que Irán es una "democracia naciente" que está "trabajando duro" para mejorar sus relaciones con Siria.
Posteriormente, un portavoz de Blair admitió que que no deben abrigarse esperanzas apresuradas respecto de un próximo fin de la guerra, y advirtió particularmente a los periodistas que no se aventuren más allá del estado real de las cosas. "No estamos en la fase final y aún hay grandes desafíos ante nosotros; grandes obstáculos que deben ser superados", señaló.
Straw se reunió esta noche con su homólogo alemán, Joschka Fischer, en Berlín, y se declaró "optimista". Fischer expresó que esperaba un pronto fin al conflicto bélico y dijo que ahora se debe enfatizar el envío a Irak de ayuda humanitaria. Los ministros mantuvieron, después, una conversación confidencial.
Blair, además, acusó hoy al presidente iraquí, Saddam Hussein, de pretender dañar mezquitas y otros edificios sagrados para culpar de ello a las fuerzas angloestadunidenses. Afirmó que comandantes estadunidenses informaron que fuerzas iraquíes fueron vistas disparando en el interior de la mezquita de Ali Ibn Abu Talib, en la ciudad de Najav, que es el tercer lugar sagrado más importante de los musulmanes chiítas.
En otro orden, el primer ministro griego, Costas Simitis, cuya nación detenta actualmente la presidencia rotatoria de la UE, dijo hoy que es la ONU la que debe encargarse de la reconstrucción de Irak, y no Estados Unidos. "La administración de los asuntos en el periodo de posguerra por parte de los atacantes provocaría nuevos conflictos y crisis'', señaló Simitis en una conferencia ante parlamentarios socialistas europeos en Atenas. Añadió que sólo la ONU puede "impedir una explosión del nacionalismo".
Las organizaciones humanitarias Amnistía Internacional, Greenpeace, Intermón Oxfam y Médicos Sin Fronteras denunciaron el miércoles en Madrid que España vende armas a países en guerra o que vulneran los derechos humanos, incumpliendo el código de conducta sobre control de armas de la Unión Europea (UE) y el compromiso de informar al Parlamento.
Representantes de esas cuatro organizaciones lamentaron en rueda de prensa el "bajo nivel de transparencia y control en el comercio de armas del gobierno español", al que exigieron "que cumpla con el compromiso parlamentario de 1997" de informar al Congreso sobre cualquier exportación.
Denunciaron el convenio de "colaboración militar" firmado por España y Colombia, porque esa nación andina "vive inmersa en un grave conflicto armado en el que la población civil es víctima del fuego cruzado y de constantes violaciones de derechos humanos".
Asimismo, la plataforma Cultura contra la Guerra presentó este miércoles una serie de querellas contra el presidente del gobierno español, José María Aznar, por su presunta responsabilidad en la implicación de España en la apertura de las hostilidades.
Esta serie de demandas, elaboradas por la Asociación Libre de Abogados y la organización de magistrados Jueces para la Democracia, fue presentada ante el Tribunal Supremo (máxima instancia penal española) en nombre de varias decenas de ciudadanos individuales, anunció la plataforma Cultura contra la Guerra.
Al igual que las querellas anteriores, entre ellas la interpuesta por el diputado europeo independiente del grupo socialista, José María Mendiluce, el documento remitido al Tribunal Supremo acusa a Aznar de "haber implicado militarmente a España en una guerra" sin respetar la Constitución, que atribuye esa responsabilidad al rey en su calidad de jefe del Estado, previa autorización de las Cortes.