Presentan libro de Pérez Turrent sobre
él en el homenaje por 60 años de trayectoria
Recibe Alfredo Ripstein el Mayahuel de Plata en la
Muestra de Guadalajara
El productor de El crimen del padre Amaro adaptará
otra obra de Naguib Mahfuz: Un señor muy respetable Faltan
estrellas en el cine nacional, "sólo está Gael, Salma vive
en EU", dice
JUAN JOSE OLIVARES ENVIADO
Guadalajara, 26 de marzo. El productor Alfredo
Ripstein recibió, en el marco de la 18 Muestra de Cine Mexicano
de Guadalajara, el Ma- yahuel de Plata en reconocimiento a su trayectoria
de 60 años, al tiempo que fue presentado el libro Alfredo Ripstein,
productor, que el crítico y guionista Tomás Pérez
Turrent escribió como homenaje.
"Seguiré haciendo cine hasta que el cuerpo aguante",
aseveró el productor. "El cine me ha dado muchas satisfacciones
como el que mi hijo esté en él, y ahora mis nietos. Todo
se lo debo al cine", aseguró el productor nacido en 1916, quien
comenzó a trabajar en la Financiera Industrial Cinematográfica,
para luego pasar a Filmex, en la que inició su carrera como gerente
de producción y productor ejecutivo.
Posteriormente, Alfredo se independizó para fundar
Alameda Films, en la que trabajaron estrellas como Joaquín Pardavé,
Pedro Infante, Marga López, y directores como Alejandro Galindo,
Alfredo Crevenna y más adelante Alberto Isaac, Jorge Fons, Carlos
Carrera y su propio hijo, Arturo.
Alfredo, a sus 87 años, es el único productor
de su época en activo.
Como tema en boga y luego de su postulación al
Oscar, El crimen del padre Amaro, su reciente producción,
Alfredo dijo al respecto: "Quiero agradecerle a (Jorge) Serrano Limón
-presidente de Cultura de la Vida-, es sensacional que haya promocionado
la película... espero que para la siguiente también lo haga".
Principio y fin (dirigida por Arturo Ripstein),
El callejón de los milagros (Jorge Fons), son dos cintas
que ha producido; ambas, adaptaciones de textos del premio Nobel de Literatura
egipcio Naguib Mahfuz. La siguiente adaptación que llevará
a las pantallas es Un señor muy respetable, también
de Mahfuz.
¿Los ánimos no se pierden en México,
luego de que se hace cine de milagro?, se le cuestionó.
"De milagro, en mi época se hacían 120 películas,
y era la segunda entrada de divisas para México. Ahora se hacen
10 o 12; se debe estimular al cine mexicano porque se está dando
a conocer en todas partes. Estuve en la entrega del Oscar ése y
la gente preguntaba mucho sobre las películas mexicanas. No me sentí
decepcionado de no haber recibido el Oscar, porque la competencia era muy
fuerte, con estar postulado fue suficiente.
"Antes la imagen del productor era determinante en el
cine, ahora pasó a quinto lugar, pero sin productor no hay película",
comentó.
El productor consideró que debería haber
más actores. "Se acabaron las estrellas del cine mexicano, considero
que la única que hay es Gael García Bernal, los demás
son muy buen actores, pero todavía no han llegado estrellas", dijo.
¿Ni Salma?, pregunta a la que respondió: "Bueno, Salma está
en Estados Unidos y le va ir muy bien, es muy luchona, muy agradable
y ha hecho una muy buena película". ¿Y su hijo Arturo que
le ha dado? "Muchos problemas. Lo aprecio pero tiene mucho qué aprender,
como director me gustan mucho sus películas."
El acto fue presidido por el director de Imcine, Alfredo
Joskowicz; el rector de la Universidad de Guadalajara, José Trinidad
Padilla; la directora del festival, Kenya Márquez; el autor del
libro, Tomás Pérez Turrent; el investigador Eduardo de la
Vega; la actriz Silvia Pinal y el director Arturo Ripstein.
Arturo, quien proyectó en esta muestra un documental
rodado en video digital de nombre Enemigo público (dentro
de la sección Otros horizontes), dijo de su padre: "Papá,
te debo mi oficio. Los dos tenemos la enfermedad del cine.
"Alfredo Ripstein, el productor, me enseñó
con su ejemplo que el camino es largo y tortuoso, pero que desgraciadamente
es mucho más larga la corrupción mexicana. Alfredo Ripstein,
mi papá, no sólo me inculcó el miedo, sino también
el coraje. Mi papá lo conoce todo como los viejos coyotes, me inculcó
el aterciopelado veneno del cine."
Agregó al autor de La virgen de la lujuria
y La perdición de los hombres, que "Como hijo sólo
te puedo decir a ti en público muy bien papá; gracias por
llevarme de la mano a los foros, por los cables, verle las piernas a Ninón
Sevilla; gracias por haberme enseñado que el mundo sólo puede
desentrañarse con las claves del celuloide. Gracias por haberme
inculcado desde entonces que el mundo sólo tiene sentido cuando
es mirado por la cámara."
Por su lado, la actriz, productora teatral y política
Silvia Pinal afirmó: "Tiene toda una vida dedicada a esto, con tantos
éxitos y con un repunte en determinado momento de su carrera, ha
hecho las películas vanguardistas del cine mexicano, porque El
crimen del padre Amaro mis respetos.
Pinal, quien actuó recientemente en Ya no los
hacen como antes (de Fernando Pérez Gavilán), dijo que
la diferencia entre Alfredo Ripstein y los productores actuales "es el
amor al cine, un amor desmedido que lo hace producir a estas alturas de
su vida una película como El padre Amaro, ese es un síntoma
imposible de comparar con los productores actuales que no tienen ese amor,
esa tenacidad, como lo dijo Turrent, que es de una tenacidad increíble
cómo consiguió los tres novelas de Mahfuz, creo que eso da
la marca de lo que es un buen productor como él", puntualizó.