Sólo se benefician las trasnacionales, afirman expertos
Amenaza el libre comercio la agricultura de subsistencia
PATRICIA MUÑOZ RIOS
Expertos ambientalistas de México, Estados Unidos y Canadá advirtieron que la liberalización comercial trinacional amenaza con la extinción a la agricultura de subsistencia de maíz y ha propiciado que empresas de alimentos extranjeras busquen regiones donde pueden evadir los controles ecológicos. Asimismo, agregaron, la apertura provocó cambios en los patrones de cultivo, el incremento en la importación de granos transgénicos y la disminución de la rentabilidad de los productos, mientras las trasnacionales fortalecieron su presencia en el mercado mexicano.
Ayer, durante el segundo simposio sobre Los efectos ambientales de la liberalización comercial de América del Norte, que se realiza en la ciudad de México, especialistas, académicos e investigadores de los tres países señalaron los cambios en materia de medio ambiente propiciados por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
George Dyer, del Departamento de Economía Agropecuaria y Recursos de la Universidad de California, y Antonio Yúnez, del Centro de Estudios Económicos de El Colegio de México, hablaron de la polémica provocada por las posibles amenazas a la conservación de la diversidad del maíz en México, así como del riesgo de extinción de la agricultura de subsistencia de este grano. Aseguraron que la liberalización comercial propició un incremento en las importaciones de maíz y una sustancial reducción en el sector maicero mexicano.
En un análisis comparativo de las normas para la ganadería en las tres naciones -presentado por Jim McElfish, del Enviromental Law Institut; Marie-Ann Bowden, de la University of Saskatchewan, y Rosario Pérez, de la Universidad Nacional Autónoma de México- señalaron que empresas alimentarias de la región están buscando "nichos" con nulos controles ambientales, como en México, para operar.
En América del Norte, México tiene el nivel más bajo de reglamentaciones o normas ambientales y costos laborales muy reducidos, por eso establecen sus industrias aquí, ya que en Estados Unidos o Canadá tendrían que cumplir con un sinnúmero de leyes y reglamentos.
Por su parte, Ana Karina González, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, y Ana de Ita, del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano, afirmaron que debido a la apertura comercial se producen impactos ambientales y socioeconómicos. Las expertas manifestaron que se han provocado cambios en los patrones de cultivos, se ha dado una disminución en la rentabilidad de los productos y la liberalización agrícola permitió el fortalecimiento de los grandes productores, en tanto que las empresas comercializadoras transnacionales fortalecieron su presencia en el mercado interno.
Martín Clouthier, del Departamento de Administración y Tecnología de la Universidad de Quebec en Montreal; Florence Dagicour, de la Universidad McGill, y Luis González, del Tecnológico de Monterrey, explicaron que en el sector agrícola es difícil aplicar las normas de regulación ambiental, debido a la naturaleza de la mayor parte de la contaminación agropecuaria, sobre todo por los costos y los requisitos para el establecimiento de castigos, multas e incentivos para que los productores reduzcan sus prácticas negativas.