El acuerdo para el campo, trabado; no hay consenso en lo referente al TLCAN
Se oponen autoridades a excluir maíz y frijol del tratado comercial
Secretarios de Estado y dirigentes agrarios seguirán discutiendo el borrador
ANGELICA ENCISO Y MIRIAM POSADA
Las organizaciones campesinas y el gobierno federal siguen sin llegar a acuerdos para modificar la política agropecuaria, porque aún no hay consenso en varios puntos nodales. La revisión del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el establecimiento de presupuestos multianuales y la soberanía alimentaria, fueron los ejes del debate durante la primera reunión de la "negociación política" que sostuvieron ayer.
Las autoridades se oponen a excluir maíz y frijol del TLCAN y a establecer un fondo de emergencia. Todo esto quedó entre corchetes en el borrador del acuerdo nacional para el campo que redactaron entre lunes y martes funcionarios y dirigentes campesinos.
El rechazo gubernamental a revisar el capítulo agropecuario del TLCAN quedó plasmado en el borrador del acuerdo para el campo que ayer discutieron las agrupaciones de productores y los secretarios de Estado involucrados en la materia. En el texto no se incluyó la exigencia campesina y sólo quedó entre corchetes la propuesta oficial de impulsar, con los socios comerciales, esquemas de cooperación mediante el establecimiento de acuerdos complementarios para superar las asimetrías que enfrentan los agricultores mexicanos.
La revisión del capítulo agropecuario del TLCAN es la principal demanda que enarbolan El campo no aguanta más, el Congreso Agrario Permanente (CAP), El Barzón y la Confederación Nacional Campesina, petición que se niegan a aceptar los secretarios de Economía, Fernando Canales Clariond; Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Javier Usabiaga Arroyo, y de Gobernación, Santiago Creel Miranda.
Los secretarios y ocho dirigentes campesinos que forman la comisión de organización y acuerdos se reunieron ayer para discutir el borrador que elaboraron en forma conjunta. Párrafo por párrafo funcionarios y representantes revisaron las 17 páginas del texto preliminar, del cual aún falta redactar los temas de desarrollo económico, social y rural.
Existe coincidencia en que se requiere una reforma estructural del campo, pero no la hay en los puntos que se refieren al TLCAN. En el documento sólo quedó plasmada la iniciativa gubernamental de impulsar, en el contexto del tratado comercial, el establecimiento de acuerdos complementarios. Con esto se pretende descartar una eventual revisión del capítulo agropecuario.
También está a debate el fondo de emergencia para la reactivación, capitalización, fomento y diversificación de la inversión productiva y comercial del sector rural. Se pretende impulsar este mecanismo con el propósito de restituir a los productores la rentabilidad de la actividad agropecuaria dañada por la apertura comercial, el apoyo por siniestros sufridos por efectos de sequía y otros desastres naturales, así como revertir el estancamiento en inversión para la recuperación de la infraestructura y activos para la producción y comercialización de los productos del campo.
La discusión de fondo es que los campesinos proponen que ese fondo se cree con los recursos provenientes del incremento a los precios del petróleo, con aportaciones directas de las reservas federales del país, de la renegociación de la deuda interna o de incrementos marginales al déficit presupuestal.
Otro punto a discusión se refiere a los organismos genéticamente modificados (OGM). En el borrador del acuerdo quedó entre corchetes: "evitar la introducción de OGM para su uso en la agricultura y establecer la prohibición definitiva del potencial uso de semillas que no sean aptas para conservar el banco de resiembra".
El planteamiento de las organizaciones agrarias de que se establezcan presupuestos multianuales, es otro tema en el que no hay acuerdo y también hay diferencias acerca del concepto de soberanía alimentaria.
Alvaro López, del CAP, dijo que hay avance en 45 por ciento del documento y que las organizaciones están dispuestas a ceder sólo en cuestiones de semántica, porque si el gobierno no quiere utilizar ciertos términos, que los nombre como quiera, pero que se apliquen. Las reuniones continuarán este fin de semana.