Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 27 de marzo de 2003
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Mundo

Fin al apoyo logístico a EU exige la oposición a Aznar en el Congreso

Cientos de miles de estudiantes marchan en España contra la agresión

"Ni un soldado, ni un euro, ni una bala" para esta ofensiva corearon 200 mil en Madrid

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 26 de marzo. Centenares de miles de universitarios se manifestaron hoy en la mayoría de las ciudades del Estado español en repudio a la guerra contra Irak y a la postura del gobierno del derechista José María Aznar, que pese a la abrumadora oposición de la población mantiene su apoyo incondicional a la estrategia bélica de Estados Unidos.

Aznar compareció hoy en el Congreso en una sesión crispada que finalizó con el abandono del recinto de los diputados de Izquierda Unida, indignados porque no se les permitió ejercer su "derecho de réplica".

Los salones, campus y facultades de la mayoría de las universidades públicas españolas quedaron vacías esta mañana en respuesta a una convocatoria de huelga que fue seguida con "éxito", según el Sindicato de Estudiantes, y que encabezó otra jornada de protesta contra la intervención militar en Irak. La manifestación fue secundada en centros educativos de las comunidades autónomas, con lo que se habrían movilizado "millones de estudiantes", según las asociaciones convocantes.

En Madrid la marcha reunió a más de 200 mil personas, según los organizadores, y a 10 mil, según la policía, bajo el lema: "Ni un soldado, ni un euro, ni una bala para esta guerra".

Los estudiantes madrileños marcharon en dos grandes bloques: uno que partió del sur de la ciudad y que se desplegó a lo largo del Paseo del Prado y la Calle de Alcalá, y otro que partió de La Moncloa -en las inmediaciones de la residencia oficial- y que finalizó, al igual que la otra columna, en la Puerta del Sol.

La manifestación transcurrió sin incidentes en gran medida porque en esta ocasión los estudiantes negociaron con el gobierno que se les permitiera vigilar la protesta, por lo que en esta ocasión no se ordenó la movilización de la policía antidisturbios, que en las últimas protestas de la capital ha protagonizado durísimas cargas contra la población (la más reciente causó más de 100 heridos y 10 detenidos).

Los universitarios gritaron consignas contra Aznar y el derechista Partido Popular (PP), la única formación que secunda la intervención militar. Los jóvenes gritaron sin cesar "no a la guerra", "Aznar, escucha, estudiantes en la lucha", "presupuesto militar para gasto escolar" o le cantaron a su régimen: "le llaman democracia y no lo es".

Llamado a huelga general

Los estudiantes hicieron también un llamado a los sindicatos para que convoquen a huelga general e intensificar las protestas contra la guerra, con el argumento de que "sería un ejemplo para los trabajadores y jóvenes de otros países que también han demostrado en la calle el rechazo a una guerra imperialista".

Asimismo pidieron la dimisión del mandatario español, a quien acusaron de ser "criminal de guerra" susceptible de ser llevado al Tribunal Penal Internacional.

Al final de la protesta, un grupo de jóvenes, algunos de ellos encapuchados, arrojaron piedras y botellas contra la policía en las inmediaciones de la Puerta del Sol.

En Barcelona, alumnos de primaria, secundaria y universitarios, empleados de bancos, oficinistas, empleados del transporte y de servicios urbanos detuvieron por 15 minutos sus labores, a partir del mediodía, en respuesta a una convocatoria de los sindicatos.

Por la tarde varios miles de pesonas se reunieron en la Plaza Cataluña donde encendieron velas y guardaron un minuto de silencio. A las nueve de la noche (local),mdf34905 miles de personas hicieron sonar cacerolas y cláxones en las calles del centro de la ciudad en protesta contra la guerra.

Siete días después del inicio de la ofensiva, Aznar compareció finalmente ante la Cámara, en la que el resto de los grupos había pedido su presencia para informar de la participación de este país en el conflicto.

El presidente olvidó sumarse al sentimiento de pesar del resto de las formaciones por las víctimas civiles que ha dejado hasta ahora el conflicto, resolución respaldada por la Unión Europea.

En cambio, acusó a la oposición de estar detrás de los ataques y sabotajes que ha sufrido su formación política desde el inicio del conflicto -más de 120, según Aznar-, entre ellas los huevazos y tomatazos que han recibido algunos de sus candidatos a las elecciones municipales de mayo.

Todos los grupos de oposición exigieron a Aznar que "rectifique" y le reclamaron suspender el apoyo militar y logístico que presta España a los ejércitos de Estados Unidos y Gran Bretaña, sobre todo el relativo al utilizamiento de las bases de Rota y Morón de la Frontera.

José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Partido Socialista Obrero Español, le increpó: "Esto va fatal, no se empecine, rectifique y dígale al señor Bush que pare esta locura, este ataque militar y esta guerra desproporcionada, injusta e ilegal".

El dirigente de IU, Gaspar Llamazares, comparó a Aznar con el régimen franquista y le acusó de "avergonzar a este país por poner las bases y el ejército al servicio de una mascarada que se dice humanitaria", al tiempo que le acusó de trasladar "la lógica de la guerra a las relaciones políticas", al negar el derecho a la manifestación y por tanto vulnerar la "libertad de expresión".

Llamazares concluyó su intervención recordando una frase de un lugarteniente de Hitler, Herman Göering, pronunciada en el juicio de Nüremberg: "a la masa se le puede hacer que respalde a sus líderes, es fácil, lo único que hay que hacer es decir que están siendo atacados, denunciar a los pacifistas por su falta de patriotismo; esto funciona igual en todos los países".

Posteriormente los diputados abandonaron sus escaños luego de que la presidencia del Parlamento les negó permiso de utilizar su derecho de réplica a las "acusaciones" de Aznar.


Indignan a árabes las prebendas anunciadas por EU a Turquía, Israel y Egipto

Protestas de pacifistas en Australia y Sudcorea terminan en enfrentamientos

Marchan miles en Líbano, Bahrein e Indonesia contra el belicismo angloestadunidense

REUTERS, AFP Y DPA

Beirut, 26 de marzo. En el contexto de las jornadas mundiales contra la guerra, manifestantes australianos chocaron con agrupaciones antimotines en Sydney, mientras en Corea del Sur la policía forcejeó con pacifistas, algunos de los cuales escalaron los muros de la embajada estadunidense. También se produjeron movilizaciones en Líbano, Bahrein e Indonesia.

Los mayores incidentes de violencia callejera en Líbano tuvieron lugar en Trípoli, al norte del país, cuando miles de ciudadanos protestaban en las calles y columnas de esos grupos se enfrentaron durante unas cuatro horas con la policía.

Los uniformados hicieron disparos al aire y usaron cañones de agua para dispersar a cientos de manifestantes, que amenazaron un restaurante estadunidense de comida rápida. Los manifestantes quemaron retratos del rey jordano Abdallah II y del presidente egipcio Hosni Mubarak, a quienes acusan de apoyar la agresión contra Irak.

Los grupos volvieron a la carga hasta un número de unos 3 mil, que antes de dispersarse arremetieron contra vitrinas de comercios e incendiaron llantas de autos. Al menos unas 15 personas fueron detenidas, en lo que ha sido la jornada más violenta desde que comenzaron las protestas en Líbano contra la guerra iraquí.

En Beirut, la capital libanesa, unos 4 mil estudiantes desfilaron hacia la céntrica Casa de la ONU, punto de encuentro de todas las manifestaciones contra la guerra, en cuyo sector se encuentra la embajada británica custodiada por unos mil policías y donde la víspera los manifestantes lanzaron cocteles molotov.

En el centro de Nabatiya, al sur de Líbano, unas 3 mil personas marcharon con pancartas de repudio a la guerra de George W. Bush, retratos del presidente Saddam Hussein y banderas iraquíes. Entre los participantes había partidarios de Hezbola, del Partido Comunista y del partido Baaz pro iraquí, quienes quemaron banderas estadunidenses, británicas e israelíes.

Se escucharon consignas como "šPor nuestra sangre y alma, te vengaremos Saddam!", o "šArabes despierten, los estadunidenses no ahorrarán la vida a ninguno de ustedes!", en un marco en que estas protestas se han hecho cotidianas desde Líbano a Jordania y desde Sudán a Bahrein desde que las tropas angloestadunidenses entraron a Irak el 20 de marzo.

El primer ministro libanés, Rafiq Hariri, estimó desde Berlín que la guerra contra Irak podría fomentar el fundamentalismo y seguir erosionando la estabilidad de la región. "Esta guerra es una gran peligro que creará más fundamentalistas", expresó tras reunirse con el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer.

Poco antes de que se iniciaran nuevas manifestaciones en Manama, Bahrein, la embajada de Estados Unidos se vio obligada a cerrar sus puertas ante el anuncio de numerosas protestas a partir de hoy y que continuarán jueves y viernes. Reclaman el cierre de las bases militares de Estados Unidos que albergan la quinta flota naval, así como la clausura de la embajadas de Washington y Londres.

La molestia creció en los países árabes luego de que Estados Unidos dio a conocer una lista de naciones a las que recompensará por su apoyo a la guerra contra Irak, entre las que sobresalen Turquía e Israel, sus principales aliados en la zona, así como Jordania, que recibirá 700 millones de dólares, y Egipto, que obtendrá 300 millones, con posibilidades de recibir un préstamo de 2 mil millones.

En Australia, cuyo gobierno respalda la invasión a Irak, miles de personas volvieron a protestar en varias ciudades, entre ellas Sydney, donde la manifestación tuvo un giro violento cuando numerosos de los participantes lanzaron piedras y otros proyectiles contra la policía, que acusó a jóvenes oriundos de Medio Oriente de haber iniciado la gresca. Aunque los pacifistas alegaron que fueron los uniformados los que los "provocaron", con un saldo de 14 jóvenes detenidos y tres policías heridos en la cabeza.

Otras protestas de miles de personas se desarrollaron en las ciudades australianas de Adelaida, Perth y Brisbane. En Perthmdf34642 hubo 12 arrestados después de que lanzaron pintura roja, orines y tomates contra las puertas del consulado estadunidense. En tanto en Brisbane, capital de Queensland, cinco manifestantes fueron arrestados por asalto y obstrucción a la policía.

Al mismo tiempo, nuevas protestas de sectores de extrema izquierda se produjeron en Seúl, en rechazo a la guerra anglo-estadunidense contra Irak, donde resultó afectada la embajada de Estados Unidos y un McDonald's, cuya jornada concluyó con 31 detenidos tras fuertes enfrentamientos con la policía.

Los manifestantes hicieron llamados a boicotear los productos estadunidenses. Mientras, entre quienes lograron llegar a la embajada, una decena de muchachos se encadenó a la reja del recinto y otros dos subieron un muro con un cartel que decía "Paren la guerra" y "No a Bush".

Otro grupo penetró a un McDonald's, donde uno de los manifestantes portaba un careta que representaba a Bush y llevaba un fusil M-16 de juguete, depositó una falsa bomba estadunidense de madera entre los arcos dorados. "McDonald's es un símbolo de Estados Unidos y nuestra protesta está dirigida contra la guerra ilegal de Estados Unidos contra Irak", dijo un ecologista de Amigos de la Tierra.

En Indonesia miles de personas también se manifestaron contra la guerra en tres ciudades de la isla de Java, e hicieron llamados a boicotear los productos estadunidenses. Unos 3 mil manifestantes salieron a las calles en Cilacap y otros 2 mil en Semarang.

En tanto, otros manifestantes desfilaron en Yogyakarta. Allí, los pacifistas se congregaron ante el restaurante de la cadena estadunidense Kentucky Fried Chicken, e instalaron carteles diciendo que "Los beneficios de los productos estadunidenses matan" o "Dejad de consumir productos estadunidenses".

También hubo otra protesta en Yakarta, donde grupos de estudiantes se apostaron frente a la embajada de Gran Bretaña con consignas contra la guerra, y lanzaron huevos y pintura roja contra una oficina de American Express.

Mientras en Tailandia miles de musulmanes se reunían para orar, en Nueva Zelanda un padre de la orden de los dominicos y un feligrés que con su sangre trazaron una cruz en el consulado estadunidense en Auckland en protesta contra la guerra, rechazaron las disculpas que un obispo ofreció en su nombre.

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