Defensores caídos
Ginebra, 25 de marzo. En 2002, 76 defensores de los derechos humanos fueron asesinados o desaparecidos, 143 fueron detenidos o condenados de manera arbitraria, algunos de éstos torturados, según el Observatorio de Protección de Defensores de Derechos Humanos.
Defender los derechos humanos implica riesgos en más de 80 países, destaca el observatorio en la edición 2002 de un informe publicado cada año, cuando se reúne la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en Ginebra.
El observatorio, creado por la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH, París) y la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT, Ginebra), indica además, sin pretender ser exhaustivo, que 267 defensores o asociaciones de derechos humanos fueron víctimas de amenazas y de campañas de difamación o intimidación en 2002.
Como el año anterior, la lucha contra el terrorismo, tras los atentados del 11 de septiembre, fue llevada a cabo en detrimento de los derechos humanos, afirma la organización.
"Ciertos estados, como Uzbekistán, Rusia, Egipto o Malasia utilizaron esos acontecimientos para legitimar o reforzar sus prácticas represivas, a menudo con el aliento y la bendición de los gobiernos occidentales, dando ellos mismo el mal ejemplo", subraya el informe.
En Estados Unidos, las consecuencias de los atentados se tradujeron en restricciones a la libre circulación de las personas, indicó.
En América Latina, en Colombia, en Guatemala y en ciertas regiones de Brasil, los defensores de los derechos humanos desarrollan sus actividades "en un ambiente de creciente violencia", indica.
En marzo de 2002, Hila Jilani, representante especial del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas para los defensores de los derechos humanos, subrayaba que 90 por ciento de los asesinatos estudiados por su oficina fueron cometidos en América Latina.
En Africa, la situación de los defensores de los derechos humanos es particularmente difícil en aquellos países en guerra, en donde son acusados, cuando defienden la paz, de servir al bando de los rebeldes, como en Liberia, en Costa de Marfil o en la República Democrática del Congo.
AFP