Cunde un sentimiento de frustración ante la imposibilidad de cambios rápidos, dice
Este gobierno carece de un proyecto claro de nación que respeten todos: CEM
"Ningún partido representa a la Iglesia" Mensaje episcopal por los próximos comicios
JOSE ANTONIO ROMAN
Al gobierno actual le "ha hecho falta un proyecto claro de nación" que sea respaldado por todos los mexicanos, aseguró la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la cual sin embargo sostuvo que los cambios prometidos "no pueden darse en lapso tan corto".
En un mensaje al pueblo de México con motivo de las elecciones federales de julio próximo, la jerarquía eclesiástica del país señaló que las inercias de amplios sectores de la sociedad, de funcionarios y empleados -algunos de anteriores gobiernos-, y la resistencia a perder privilegios, han impedido al gobierno acabar con prácticas corruptas y con la impunidad, por lo que "no ha sido fácil gobernar" con estricto apego a la ley y a un estado de derecho.
Lamentó que los esperados y anhelados cambios no hayan podido conseguirse con la rapidez y la eficacia deseadas, tanto por razones externas, como la situación internacional, como internas, especialmente por la falta de consensos y acuerdos entre los actores políticos y las fracciones parlamentarias en el Congreso.
Dijo que esos cambios, en los procesos de una transición democrática, suelen llevarse su tiempo. No obstante, el órgano episcopal, que reúne a los más de cien obispos de todo el país, señaló que sí se empiezan a observar algunos signos positivos en la sociedad, como mayor respeto a la libertad de expresión, más clara separación e independencia de los tres poderes de la nación, mayor transparencia en la información, voluntad política para combatir la impunidad y la corrupción, así como estabilidad en los índices macroeconómicos.
El documento, suscrito por el presidente y el secretario de la CEM, Luis Morales Reyes y Abelardo Alvarado Alcántara, respectivamente, agrega que uno de los avances más significativos de la reforma política ha sido la creación del Instituto Federal Electoral (IFE), cuya tarea es vigilar que los procesos electorales sean limpios, transparentes y apegados a la ley, para asegurar así la certeza y credibilidad del resultado de los comicios. "Debemos, por ello, fortalecer este órgano electoral, acatando con respeto sus decisiones."
Por otra parte se advierte que entre los mexicanos priva un sentimiento de frustración e impotencia ante la imposibilidad de conseguir una transformación rápida de la situación social, económica y política del país. Este sentimiento trae consigo el riesgo de que el ciudadano se desaliente y pierda el interés de contribuir con su voto a la consolidación de la democracia.
"El abstencionismo representaría un paso atrás en el proceso democrático de México. No debemos dar cabida a la apatía cívica que nos podría conducir a una falta de liderazgo eficaces y a que nuestras instituciones no fueran verdaderamente representativas de la voluntad colectiva del pueblo mexicano."
Dado a conocer en conferencia de prensa por el secretario general Abelardo Alvarado, el mensaje titulado Votemos con responsabilidad exhorta a los partidos políticos y a candidatos a realizar campañas políticas respetuosas del adversario, respetando la grandeza y dignidad de la actividad política y presentando propuestas políticas claras, sin recurrir a insultos ni a descalificaciones personales.
"Creemos que en un país como México, en donde hay tanta pobreza, no se justifican de ninguna manera campañas políticas tan dispendiosas como las actuales, sobre todo teniendo en cuenta que es el pueblo el que en último término las paga. Evitar financiamientos ilícitos de las campañas garantizará un proceso equitativo y disipará cualquier duda sobre la ilegitimidad (sic) de la elección."
El texto, de cuatro cuartillas y 17 numerales, el cual se empezará a presentar en todas las diócesis del país, exhorta a los sacerdotes y religiosos católicos a ser factores de unidad, por lo que no pueden hablar en favor o en contra de ningún partido o candidato en particular. La petición a los religiosos es respetar la libertad de los fieles laicos en sus peticiones políticas, dentro de un pluralismo de partidos.
"Ningún partido representa a la Iglesia y los católicos pueden militar o dar su voto libremente al partido o al candidato que mejor responda a sus convicciones personales, con tal de que sean compatibles con la ley moral natural y que sirvan sinceramente al bien común de la sociedad", dice el mensaje.