Habrá "días difíciles en
el frente", admite Powell
La guerra sigue según el plan, insiste el Pentágono
Estamos más cerca del principio que del final:
Rumsfeld
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 25 de marzo. El Pentágono insistió
hoy en que la guerra continúa según el plan y altos responsables
civiles y militares informaron a los reporteros que los intensos enfrentamientos
en el sur y el este de Bagdad, así como en Basora, no son indicios
de que sus planes iniciales para una campaña bélica rápida
y devastadora estuvieran equivocados.
"Estamos mucho más cerca del principio que del
final", insistió hoy el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.
Pero advirtió: "Esta campaña bien podría ser más
peligrosa en los próximos días y semanas".
En conferencia de prensa en el Pentágono, Rumsfeld
también dio un sutil giro a los objetivos de Estados Unidos. El
presidente George W. Bush ha reiterado que un objetivo de esta guerra es
establecer la democracia en Irak, pero este martes su secretario de Defensa
ofreció algo un poco diferente a los reporteros: "Estamos ahí
para eliminar las armas de destrucción masiva e instalar un régimen
que no amenace a sus vecinos", de pronto, la palabra democracia quedó
fuera, algo que seguramente complació a países aliados en
la región, como Arabia Saudita.
Pero aun esa meta podría estar un poco distante.
El avance de las fuerzas militares estadunidenses y británicas ha
sido detenido por una tormenta de arena en el sur de Bagdad y por una feroz
resistencia de tropas iraquíes en varias partes del país.
Sin embargo, los oficiales insistieron una y otra vez
en que la guerra sigue en su carril. "Estamos más de 200 millas
dentro de Irak en este momento, a las puertas de Bagdad", insistió
el general Richard Myers, presidente de la Junta de Jefes Militares. "Si
yo estuviera en Bagdad viendo hacia el sur, viendo una división
del ejército de Estados Unidos en las afueras, estaría preocupado.
Y pronto tendrán mucho más de qué preocuparse".
No obstante estas afirmaciones, la guerra no está
avanzando según el plan. Hace 10 días, el vicepresidente,
Richard Cheney, insistió en una entrevista televisiva que era improbable
que las tropas regulares iraquíes lucharan contra Estados Unidos,
y que aun "elementos significativos de la Guardia Republicana probablemente
buscarán evitar el conflicto". Hoy, funcionarios del Pentágono
reconocieron que todo indica que el ejército de Irak está
combatiendo y que, debido a la gran destreza de muchos en el país
invadido, está hiriendo y matando a más soldados estadunidenses
de lo que se anticipaba.
A cinco días de la guerra, algunas divisiones han
logrado avanzar hasta cerca de Bagdad (sólo para ser detenidas por
una tormenta de arena), pero a la vez tropas estadunidenses siguen batallando
en Basora, Nasiriya, Karbala y otras localidades en el sur iraquí;
en tanto, apenas se está abriendo el frente norte en ese país.
Hasta el pasado domingo, el presidente estaba confiado y declaró
que su país empezaría a enviar asistencia humanitaria al
sur de Irak "dentro de 36 horas".
Tardará varios dís el envío de
asistencia
Pero hoy el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, reconoció
que el envío de esa asistencia probablemente se demorará
por lo menos unos días más debido a las minas colocadas en
las aguas cerca de Um Qasr y los combates en Basora.
"Obviamente habrá días difíciles
en el frente", reconoció el secretario de Estado, Colin Powell,
quien no obstante se unió al coro al insistir en que hasta ahora
la campaña militar avanza bien. En breves comentarios después
de su reunión con la canciller española Ana Palacio, Powell
alimentó los rumores de que por lo menos parte de la población
civil de Basora se había sublevado contra Saddam Hussein.
El problema más grave que enfrentan ahora las fuerzas
estadunidenses, informaron varios funcionarios en Washington, es que los
soldados iraquíes están aplicando una guerra de guerrillas,
en lugar de luchar contra la invasión de 250 mil efectivos con unidades
convencionales. "Algunas de nuestra bajas más grandes son resultado
de los iraquíes, que cometen serias violaciones a la ley del conflicto
armado en la Convención de Ginebra al vestirse como civiles, invitándonos
a situaciones donde se rinden para después abrir fuego contra nuestras
tropas", se quejó el general Myers.
Rumsfeld sostuvo que los militares iraquíes que
se disfrazan de civiles son "en esencia terroristas". Supuestamente, no
considera que los militares estadunidenses que se vistieron de civil en
la guerra en Afganistán eran terroristas.
A pesar de estos retrocesos, el general Myers informó
que Estados Unidos tiene casi 4 mil prisioneros de guerra bajo su custodia
y que estos pronto tendrán acceso a la Cruz Roja Internacional.
Myers instó al gobierno de Irak a hacer lo mismo con los soldados
estadunidenses capturados.
Pero aun si los funcionarios estadunidenses creen que
la guerra está avanzando según su plan, cada día el
público estadunidense está menos convencido. "Durante los
últimos dos días, el público estadunidense está
menos confiado en que la guerra en Irak esté avanzando bien", reportó
el Pew Research Center.
El porcentaje del público que cree que la guerra
avanza bien se ha desplomado de 71 por ciento el viernes pasado a 38 por
ciento este lunes, informó hoy el prestigiado centro de encuestas
y estudios de opinión pública. Aunque las encuestas registran
un firme apoyo a la guerra -siete de cada diez opinan que el presidente
estaba en lo correcto al lanzarla- hay un creciente pesimismo sobre sus
resultados, hasta ahora.