Silvia Ribeiro*
Monos con misiles
Poco antes de que comenzara el genocidio "humanitario" de "precisión nunca antes vista" que está realizando Estados Unidos contra la población de Irak, un mono se escapó de las instalaciones del Centro Nacional de Investigaciones de Primates de la Universidad de California en Davis. Esto no pasaría de ser una anécdota graciosa, pero resulta que se trata de un mono del plantel que dicho laboratorio cría para experimentos del programa de defensa biológica de Estados Unidos. Y para más datos, las autoridades de la universidad de Davis le han propuesto al gobierno ser sede de uno de los laboratorios de alta seguridad en el marco del creciente programa nacional de biodefensa, que incluye la manipulación de agentes causantes de ántrax, viruela y varios otros, así como su uso experimental en animales. El problema es que la línea divisoria entre el uso defensivo u ofensivo de las armas biológicas es muy delgada o inexistente, ya que con el argumento de desarrollar antídotos primero se tienen que fabricar las armas. Y este programa -en sus versiones legales o secretas- está creciendo aceleradamente.
En el caso de la UC Davis hay una activa resistencia de investigadores, docentes, estudiantes y de la población circundante a la instalación del nuevo laboratorio. Pese a que las autoridades declararon -luego de ocultar el hecho una semana- que el mono estaba "libre de enfermedades", es muy probable que tal demostración de biodefensa de seguridad sea la muerte del proyecto en ese campus.
Lamentablemente, no es el único primate suelto en el gobierno ni en los programas de defensa de Estados Unidos, y no hay quien en su sano juicio pueda garantizar que los demás están "libres de enfermedad".
El pasado 5 de febrero, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y el general Richard Myers, jefe del Estado Mayor Conjunto, declararon al Comité de Servicios de la Cámara de Representantes de Estados Unidos que estaban preparando el posible uso de armas bioquímicas incapacitantes en la invasión a Irak. En esta audiencia, Rumsfeld se refirió a la Convención de Armas Químicas -que prohíbe el uso de dichas armas- como "un chaleco de fuerza" y agregó que el país, que ha ratificado esta convención, "se ha enredado a sí mismo desventajosamente" en la política de armas bioquímicas incapacitantes. Al parecer, el mismo criterio no se aplica a Irak, sino que es el argumento mediante el cual deben masacrar a la población iraquí para prevenir que usen estas y otras armas bioquímicas contra el mundo "civilizado".
Las armas bioquímicas incapacitantes son parte del Programa Conjunto de Armas No Letales del Pentágono (JNLWP por sus siglas en inglés) que incluye el desarrollo de agentes sicofarmacológicos, drogas y diversos agentes bioquímicos calmantes, alucinógenos, anestésicos y otros que teóricamente afectan al grupo que se quiere controlar, pero sin matarlo. Un ejemplo de las drogas consideradas en este programa son los fentaniles. Es la droga "no letal" que utilizaron las Fuerzas Especiales Rusas en el drama del Teatro del Palacio de la Cultura, en octubre de 2002. La no letalidad no fue suficiente para los 120 rehenes que murieron por su uso, ni los más de 50 separatistas chechenos que posteriormente ejecutaron estando inmovilizados por el gas.
La activa organización civil Sunshine Project, que monitorea el uso de armas bioquímicas, consiguió en julio del año pasado un informe del Pentágono titulado: Las ventajas y limitaciones del uso de calmantes como técnica no letal (www.sunshine-project.org). Según Sunshine Project, el equipo del JNLWP evalúa la conversión de fármacos siquiátricos, anestésicos y "drogas recreativas" en armas. Según el informe, los entornos identificados son situaciones militares y civiles específicas, entre ellas "refugiados hambrientos que agitan por la distribución de alimentos", "en una prisión", "un grupo de personas agitadas" y "casos con rehenes". En ocasiones el informe llega casi a definir el disenso como enfermedad sicológica. Paralelamente a su uso militar, estas armas se están desarrollando como medio de controlar manifestaciones y otras formas de protesta social.
Este equipo del Pentágono ya ha identificado varias drogas de su interés que actualmente son fabricadas por multinacionales farmacéuticas como Syngenta, Abbot Lab., Pfizer, Pharmacia, Johnson y Johnson y otras. Prepara contratos multimillonarios para su producción e investigación en nuevas formas de aplicación adecuadas a los usos del programa. Rumsfeld fue anteriormente presidente de Searle Co, luego comprada por Monsanto y actualmente propiedad de Pharmacia-Pfizer. Y tal como con los intereses petroleros del presidente Bush y los del vicepresidente Dick Cheney, que aseguró un contrato de miles de millones de dólares para apoyo logístico de la guerra y posible "reconstrucción" de Irak con la empresa Halliburton, que él mismo dirigía, Rumsfeld no se va a quedar atrás en el jugoso negocio de la guerra.
*Investigadora del Grupo ETC