Investigadora de Cisan
Son pocas las posibilidades de renegociar el TLCAN
MIRIAM POSADA GARCIA
En la relación México-Estados Unidos sólo hay dos temas prioritarios para el gobierno de George W. Bush, y ellos son la seguridad en las fronteras y la apertura de capital privado en el sector energético. Por ello, la renegociación del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) tiene pocas posibilidades de ser abordado en la agenda bilateral, aseguró la investigadora universitaria Rosío Vargas.
Como miembro del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (Cisan), de la UNAM, Vargas destacó que aún cuando el tratado contiene instrumentos para protestar contra prácticas desleales, mantener el equilibrio comercial entre México y Estados Unidos es una quimera debido a la enorme asimetría entre ambas economías.
Aunado a ello, destacó, el TLCAN es un acuerdo comercial de elites; desde su concepción era posible prever quiénes serían los ganadores, que resultaron ser los sectores más trasnacionalizados y algunos grupos nacionales vinculados a los extranjeros. Asimismo, dijo, no es posible que exista equilibrio comercial cuando uno de estos países, Estados Unidos, subsidia a sus sectores en ''desventaja'' comercial como ocurrió con los 180 mil millones de dólares para el sector agropecuario.
A pesar de todo esto Vargas consideró que las mesas de negociación entre organizaciones campesinas mexicanas y el gobierno federal serán positivas, en la medida de que existen posibilidades de atender esa ''bomba social" que no se había querido tocar, y que debe continuar fungiendo como un medio de presión que no debe cesar hasta que se consiga el compromiso gubernamental para elaborar y aplicar una política agrícola integral. Además, a estas alturas del conflicto en el campo mexicano y la aplicación del TLCAN, debe estar claro que la apertura no trae de manera inmediata la competitividad.