Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 24 de marzo de 2003
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Economía
MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

La guerra curó los nervios a los mercados

El gobierno, entre la espada y la pared

BUSH ARRANCO LA GUERRA y queda claro que no tendrá consideración alguna a la hora de cobrar la afrenta a todos aquellos que, abierta o tímidamente, osaron pronunciarse contra sus pretensiones bélicas y no avalaron la violación del derecho internacional.

HAN TRANSCURRIDO 18 meses desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 y en ese periodo miles de millones de dólares -adicionales a los que tradicionalmente destina el gobierno estadunidense para mantener aceitado su aparato militar- han sido canalizados a reforzar su infraestructura guerrera para ''demostrar al mundo" que sólo ellos "tienen la razón" y el "derecho" de destruir a quien ose contradecirlos. "Somos la superpotencia y así arreglamos nuestros asuntos", como subraya Robert Fisk.

DIECIOCHO MESES después, Estados Unidos -el "motor del mundo"- no ha podido levantar la cabeza y responde a las afrentas como únicamente sabe hacerlo: con balas y amenazas, destrozando países y soberanías, y chantajeando a la comunidad de naciones en esta nueva guerra santa.

EN ESE MISMO LAPSO, la permanente amenaza del gobierno de Estados Unidos en contra del eje del mal generó un marcado "nerviosismo" en los mercados financieros, cambiarios y bursátiles, que empujaron a la baja al dólar y a las principales bolsas internacionales y, paralelamente, a la incontenible alza de los petroprecios. "Los mercados no saben en qué terminarán esas amenazas y por ello su futuro es incierto", diagnosticaban los analistas.

SE LLEGO A SUPONER que esos "nerviosos" mercados eran tan sensibles que el simple hecho de proyectar un futuro inmediato de hambre, muerte y destrucción los hacía prácticamente inoperables. Pero no, desde luego que no es así. Paradójicamente el "futuro incierto" se ha convertido en un dramático presente y es ahora, justo ahora, cuando los mercados reaccionan -jubilosos- con alzas bursátiles, cambiarias y financieras.

DURANTE MESES LA amenaza guerrera del mandatario estadunidense provocó el incremento de los precios petroleros internacionales, que llegaron a superar los 36 dólares por barril. Esta situación, que beneficiaba a los países productores, complicó más el escenario para concretar la tan ansiada recuperación económica internacional, especialmente la de Estados Unidos y su efecto "expansivo" entre las economías satélites, como la mexicana, sólo tocada con la gracia del aumento en los petroprecios.

AHORA QUE LA GUERRA no es una amenaza, sino un terrorífico hecho, los precios internacionales del petróleo caen a velocidad sorprendente, reportando descensos cercanos a 30 por ciento en sólo unos días, no obstante que el gobierno estadunidense ha reconocido que sus reservas estratégicas (que representan y almacenan mil 250 millones de barriles, aproximadamente, a 100 por ciento de capacidad) se encuentran en niveles "poco seguros" y de que está dispuesto a seguirlas consumiendo para alimentar el aparato de guerra utilizado en contra de Irak.

A PESAR DE QUE EN el seno de la ONU los estadunidenses aseguraron que "hay evidencia suficiente para tomar medidas de represalia" en contra del régimen de Hussein por la tenencia y fabricación de armas nucleares, químicas y bacteriológicas, los mortales artefactos siguen sin aparecer, pero entre los primeros objetivos supuestamente exitosos de Bush y su aparato guerrero ya se cuentan las instalaciones petroleras y portuarias de Basora, en el sur de Irak, la indiscutible y atractiva cereza del generoso banquete de oro negro con el que se piensa despachar el mandatario estadunidense. Los mercados, entonces, no sólo curados de los nervios, sino jubilosos.

NO HAY QUE DEJAR a un lado que Irak, junto con los países productores del golfo Pérsico, cotidianamente bombean alrededor de 25 por ciento de los 76 millones de barriles de petróleo que satisfacen la demanda mundial de crudo. Irak, de hecho, es el segundo productor internacional de oro negro y sus reservas son potencialmente las mayores del planeta. Los países occidentales importadores de petróleo han advertido que precios petroleros cercanos a 30 dólares por barril "pondrían en peligro" la ya de por sí frágil situación económica global y han tenido que soportar esa situación durante meses. De ahí la descarada urgencia de Bush por controlar el mercado, toda vez que sus presiones y chantajes en contra de la Organización de Países Exportadores de Petróleo ya no resultan tan efectivos como en el pasado inmediato.

CON LA PRODUCCION petrolera de Irak bajo control de Estados Unidos, el mercado y los precios internacionales del oro negro serán fácilmente regulados -a la baja, desde luego- por el bien del mundo "civilizado" y la economía global, sin que en la contabilidad influyan el número de muertos ni las violaciones al derecho internacional.

ANTES DEL ESTALLIDO de la guerra contra Irak -miembro de la OPEP-, la producción de crudo de este cártel petrolero se encontraba en su nivel más reducido desde el inicio de la década de los 90, como resultado de cuatro recortes sucesivos a la plataforma de producción, mismos que comenzaron a ser aplicados desde comienzos de 2001. El primer objetivo de la guerra santa de Bush ya arroja resultados: precios petroleros rápidamente a la baja, para que el margen financiero de su nueva aventura bélica sea más que atractivo.

EN ESTE CONTEXTO, México, su gobierno, se siguen beneficiando de los altos precios petroleros. A pesar de que la mezcla mexicana se encuentra cerca de los 22 dólares, después de rozar los 30, el erario nacional aún acumula ingresos extraordinarios. Los Criterios Generales de Política Económica para 2003 marcan dicho promedio en 18.35 dólares el barril.

SIN EMBARGO, EL gobierno del cambio se encuentra entre la espada y la pared: por una parte el no a la guerra y su promoción de ayuda humanitaria, vía ONU, a los damnificados iraquíes; por la otra el envío cotidiano de alrededor de 1.5 millones de barriles de petróleo a Estados Unidos, que no son precisamente utilizados por el guerrero vecino para mantener activo su alumbrado público. Aun así, no hay que olvidar que alrededor de 37 por ciento del ingreso fiscal mexicano proviene de la industria petrolera, con las exportaciones de crudo a la cabeza.

Las rebanadas del pastel:

UNA PROPUESTA HUMANITARIA: que el guerrero Bush sea enviado al frente de batalla

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