Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 24 de marzo de 2003
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Economía
Ingreso per cápita menor al de hace cinco años, consumo estancado y escasa inversión

América Latina, sin margen de maniobra económica: BID

Las reformas impuestas por el FMI-BM han prolongado los años de escasez, afirma

En 2002 la tasa promedio de desempleo llegó a 9.1% de la PEA; la más alta registrada

ROBERTO GONZALEZ AMADOR ENVIADO

Milan, 23 de marzo. El ingreso per cápita de los latinoamericanos es hoy menor que hace cinco años, el consumo está estancado y la inversión ha caído al punto más bajo de la década pasada. Por si fuera poco, las salidas de capital son ahora superiores a las reportadas durante la crisis de la deuda externa de los años 80. Así es como dibuja el mapa económico y social de la región el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que en un reporte entregado este domingo a los ministros de Hacienda de todo el continente advierte:

''Tras casi media década de restricciones financieras externas y bajo crecimiento interno, en la mayoría de los países ha desaparecido todo margen de maniobra para paliar los efectos'' del pobre desempeño económico.

El BID se sumó a opiniones de otros organismos que finalmente deben dar cuenta de lo evidente. Las reformas económicas impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), y acatadas por los gobiernos locales han generado magros beneficios y, en cambio, han prolongado los años de escasez para los habitantes de la región.

En el arranque formal de la 44 asamblea de gobernadores del BID que se realiza en esta ciudad del norte de Italia, el organismo presentó este domingo su informe anual 2002, en el que advierte sobre los riesgos sociales derivados del retroceso económico.

Hay, dice, múltiples factores de incertidumbre sobre el futuro de la región. El escenario económico internacional continúa oscurecido por la débil recuperación de Estados Unidos, la falta de soluciones a la crisis argentina y los temores por el peso de la deuda externa brasileña. ''A estas razones de incertidumbre económica se suma el creciente descontento popular en varios países'', advierte el BID en el informe entregado hoy a los ministros de Hacienda del continente, quienes integran la asamblea de gobernadores del organismo.

El informe del BID sobre el desempeño económico de la región en 2002, emitido este domingo, es el segundo reporte difundido por un organismo regional en menos de seis meses que llama la atención sobre las consecuencias del pobre desempeño económico de los países de la zona. En diciembre pasado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que forma parte de la Organización de las Naciones Unidas, aseguró que los pasados cinco años debían considerarse perdidos en términos de mejorar el nivel de vida de los latinoamericanos.

Una sangría permanente

Los flujos de inversión hacia América Latina y el Caribe disminuyeron en el año anterior, pero la región siguió transfiriendo buena parte de su riqueza para cubrir el pago de sus deudas en una proporción inclusive mayor a las salidas de capital registradas durante la crisis de la deuda externa de los años 80, que dieron pie a la ''década perdida''.

El informe del BID destacó que las salidas de capital que ha sufrido la región desde que estalló la crisis rusa a mediados de 1998 y hasta 2002, ''superan ya las que se tuvieron entre 1983 y 1989, durante la crisis de la deuda, en valores ajustados a la inflación''.

Solamente en los dos últimos años, abundó el reporte, la región ha perdido, por la salida de capitales, 95 mil millones de dólares, cantidad que equivale a 5 por ciento del producto interno bruto (PIB) de la zona, estimado por el Banco Mundial en 1.9 billones de dólares.

Además de las salidas de dinero, el clima financiero internacional adverso para América Latina se ha traducido en una ''reducción sustancial'' de las entradas de capitales a la región, apuntó el BID.

En 2002, indicó, las entradas totales de capital a la región fueron por 50 mil millones de dólares, 32.4 por ciento menos que el promedio anual de 74 mil millones de dólares registrado para el periodo comprendido entre 1996 y 1998.

''Si se descuentan los fondos de financiamiento compensatorio desembolsados por situaciones de crisis (como los casos de Brasil, Colombia y Argentina, por ejemplo), las entradas autónomas de capital no llegaron siquiera a 40 mil millones de dólares en 2002'', añadió.

Estancamiento generalizado

El reporte del Banco Interamericano de Desarrollo asume otras estimaciones, como la realizada por la Cepal en diciembre pasado, para señalar que el PIB regional cayó 0.5 por ciento en 2002, ''cancelando así el modesto aumento de 0.4 por ciento que se logró en 2001''.

Señala: ''Puesto que ningún país tuvo un crecimiento elevado, puede afirmarse que, por primera vez en más de una década, la región registró una situación de estancamiento generalizado''.

La inversión, un indicador clave pues su deterioro implica que las posibilidades de crecimiento futuro son menores, fue el componente más sensible durante 2002 a las fluctuaciones de los flujos de capital y al debilitamiento de la actividad productiva. En 2002, anotó el informe anual del BID, sufrió una nueva caída para situarse cuando menos 20 por ciento debajo de su nivel más alto registrado en 1997 ''y en el punto más bajo de los pasados 10 años''.

Debido a las condiciones de estancamiento o recesión que predominan en América Latina, añade el informe presentado hoy, el mercado laboral se ha debilitado. La tasa promedio de desempleo en 2002 se elevó a 9.1 por ciento de la población económicamente activa (PEA), la mayor de que se tenga registro.

Así, el debilitamiento del mercado laboral en los años recientes ha tenido un efecto ''muy preocupante'' sobre las tendencias de la pobreza. Aunque el BID no maneja en su informe estimaciones propias, reproduce las hechas por la Cepal en diciembre.

Según el organismo de Naciones Unidas, cita el reporte del BID, el número de pobres en la región creció de 207 millones a 214 millones en el año anterior.

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