En Australia la población rechaza la participación de sus soldados en el ataque
Arabes y musulmanes se lanzan a las calles para repudiar la invasión
Admite Washington que en Indonesia crece la posibilidad de violencia antiestadunidense
REUTERS, AFP, DPA Y PL
Sydney, 23 de marzo. Por cuarto día consecutivo, cientos de miles de personas volvieron a manifestarse en el mundo en repudio a la guerra estadunidense-británica contra Irak, esta vez con multitudinarias marchas en países con grandes poblaciones musulmanas, así como en las naciones árabes.
En Australia se estima que más de 100 mil personas se manifestaron en las calles de las principales urbes, como Canberra, Sydney, Melbourne, Perth, Brisbane, Hobart y Adelaida, para condenar la guerra contra el pueblo iraquí y en rechazo por la intervención de su país por primera vez en una "agresión" contra otra nación soberana e independiente.
Ciudadanos comunes, sindicalistas, artistas, formaciones de izquierda y representantes de los partidos de oposición se reunieron en Canberra frente al Parlamento, donde esparcieron pétalos de flor en forma de gigantes símbolos de paz, cantaron "no a la guerra, no a la guerra" e hicieron sonar silbatos y tambores.
"ƑQuién es el próximo? ƑPakistán, India o Corea del Norte? Puede abrirse una caja de Pandora. Sólo espero equivocarme", declaró el artista Charles Arnet, de 52 años. "Esta es la primera vez que Australia invade un país. Somos los agresores, esto hará crecer el terrorismo, hará que el mundo sea menos seguro y castrará a la ONU", externó Arnet.
Mientras, a su alrededor se alzaban carteles con la leyenda "No más sangre por petróleo" o "Basta Bush", y se exigía el regreso de las tropas australianas de Irak. Australia ha enviado 2 mil militares a la zona del Pérsico, además de aviones caza, buques de guerra y 150 integrantes de las fuerzas especiales, aunque la mayoría de los australianos se oponen a que se les haya involucrado en la guerra.
En Sydney, donde protestaron 30 mil personas, se exhibió un muñeco que representaba al presidente estadunidense, George W. Bush, llevando un perro con la cara del primer ministro australiano, John Howard. Las consignas contra Howard se repitieron en Melbourne y en Adelaida, donde líderes políticos expresaron su pesar a la familia del camarógrafo de televisión australiano Paul Moran, muerto el sábado pasado en un atentado en el Kurdistán iraquí, que no está bajo control de Bagdad.
En la vecina Nueva Zelanda, decenas de miles de personas realizaron vigilias en Wellington, la capital, así como en Auckland y en Christenburch, y demandaron el retiro de una fragata nacional que escolta a un navío de las fuerzas invasoras de Irak.
En Japón, miles de ciudadanos se congregaron frente a una base naval del Pentágono, cerca de Tokio, y repudiaron al gobierno de Bush y a sus aliados por "pisotear" sin la menor cordura los esfuerzos por garantizar la coexistencia pacífica internacional. Igualmente, en Sudcorea y Tailanda se manifestaron miles de estudiantes y trabajadores en las respectivas capitales, al grito de "No a la guerra" y en rechazo a la intervención en el país árabe.
En las provincias paquistaníes de Lahore y Rawalpindi se realizaron multitudinarias protestas contra la guerra, organizadas por grupos religiosos, que las bautizaron como La marcha del millón de hombres. Estas manifestaciones, con gran participación de las mujeres, se efectuaron a pesar de que el gobierno de Islamabad canceló las celebraciones de la festividad nacional. Los protestantes acusaron de "traidores" a quienes desde Pakistán apoyan a los estadunidenses.
En Yakarta, la capital de Indonesia, cientos de musulmanes se ofrecieron como "voluntarios" para ayudar a las tropas iraquíes a combatir la invasión que encabeza Estados Unidos. La televisión local reportó que la inscripción de voluntarios se realizó durante una manifestación frente a la embajada estadunidense, convocada por el Frente de Defensores Islámicos.
Indonesia, el país asiático con la mayor población islámica en el mundo, registró este día una multitudinaria marcha con la quema de la bandera estadunidense y de las figuras de Bush frente a la embajada de Estados Unidos en Yakarta.
Grupos de descontentos con los bombardeos estadunidenses sobre Bagdad lanzaron decenas de huevos sobre la sede diplomática y abogaron por la paz y la justicia.
Otras protestas significativas ocurrieron en las islas indonesias de Bali y Java, donde mujeres y hombres corearon consignas antibélicas. En octubre pasado en Bali un atentado con bomba dejó más de 200 muertos y decenas de heridos, la mayoría extranjeros.
El Departamento de Estado admitió este día que el conflicto en Irak aumenta las posibilidades de violencia antiestadunidense en Indonesia, en momentos en que cientos de manifestantes protestaban hoy frente a su embajada en Yakarta y calificaban al presidente Bush de "terrorista".
Otros miles de pacifistas se manifestaron en países mayoritariamente musulmanes, como Afganistán y Bangladesh. En la oriental provincia afgana de Laghman hubo consignas de "Muerte a Estados Unidos" y "Detengan la guerra", mientras eran quemadas banderas estadunidenses, británicas y españolas, reportó la agencia local Aip.
En Hong Kong cientos de activistas tomaron las calles en una protesta antibélica que se dirigió al consulado estadunidense. Allí, los manifestantes reclamaron el fin de la guerra, al considerar injusta la invasión a territorio iraquí.
Otras protestas tuvieron lugar en países árabes, como Egipto, Jordania, Qatar, Bahrein, Arabia Saudita y en campos de refugiados palestinos en Líbano. En El Cairo más de 4 mil estudiantes exigieron el fin de la guerra y lanzaron consignas antiestadunidenses. Otros 10 mil estudiantes egipcios protestaron en la ciudad de Al-Mansura y miles más en la población de Kafr Al-Sayj.
En tanto, se informó que en las multitudinarias manifestaciones de ayer en España, que se estima reunieron un millón de personas, el saldo fue de 118 heridos, incluyendo a 81 manifestantes y 37 policías, además de que 31 personas fueron llevadas a hospitales.
El Partido Socialista Obrero Español reafirmó hoy sus críticas al presidente del gobierno español, el conservador José María Aznar, por unirse a la guerra.