Washington y Londres sufrirán choque
y pavor, asegura el ministro de Información
Iraquíes muestran a soldados de EU capturados
y muertos
Guerra de desementidos sobre bajas Cerrar filas,
pide Bagdad a las "masas árabes"
ROBERT FISK ENVIADO ESPECIAL THE INDEPENDENT
Bagdad, 23 de marzo. Los iraquíes dejaron
atónitos a estadunidenses y británicos la noche de este domingo
al transmitir un video que mostraba a soldados estadunidenses capturados
y a otros muertos; una verdadera pesadilla para Bush y Blair. Pudo verse
el cuerpo de un soldado estadunidense con una enorme herida roja a un lado
del cuello, al tiempo que dos de sus compatriotas prisioneros aparecían
en la pantalla. Uno decía que él sólo "cumplía
órdenes".
El soldado, al parecer de Kansas, dijo que él "no
tenía nada contra el pueblo iraquí". Su compañero
rehusaba hablar. Ambos fueron entrevistados por reporteros de la televisión
iraquí, aparentemente en el lugar donde se llevó a cabo una
emboscada, cerca de la ciudad de Nassariyah, en el sur de Irak. Todo el
día los iraquíes han hecho alarde de la captura de los soldados
estadunidenses, aunque nadie les creía.
Este domingo, miles de iraquíes también
se reunieron a las orillas del río Tigris cuando elementos de seguridad
daban caza a dos pilotos estadunidenses que salieron expelidos de su nave,
que fue derribada sobre Bagdad. Los civiles estaban a todo lo largo del
río y sobre los puentes, mientras buzos buscaban los cadáveres
en el agua.
Las imágenes transmitidas por televisión
incrementarán el apoyo interno a Saddam Hussein, pues se les considerará
pruebas de que cumplirá sus promesas sobre esta guerra: que las
fuerzas anglo-estadunidenses serán vencidas y el régimen
de Saddam sobrevivirá. El presidente Hussein dijo, apenas unas horas
antes de que se transmitiera el video, que los prisioneros serían
tratados de acuerdo con la Convención de Ginebra, aseveración
que fue considerada una mera formalidad hasta que la cinta se empezó
a mostrar repetidamente en la televisión estatal iraquí.
Durante todo el día Bagdad se sintió como
Kuwait en 1991, después de que los iraquíes prendieron fuego
a los pozos petroleros, pues desde el sábado arden los pozos que
están alrededor de Bagdad. Independientemente de que estas hogueras
puedan o no influir en los sistemas de navegación de los misiles
cruceros, es un hecho que el humo ha formado sobre la ciudad un
siniestro y oscuro dosel. Los tejados se han vuelto negros, y el cielo,
gris. Sólo mirando directamente al cielo puede verse un poco del
sol. El Tigris fluye lento bajo una neblina parduzca. Si hasta hace unos
días los habitantes de Bagdad podían fingir que la guerra
no existía, este domingo vivían ya bajo su sombra.
Durante todo el día se escucharon explosiones.
El eco de un estallido proveniente de los suburbios, el sonido de aviones
supersónicos y otra explosión. Posteriormente, y como es
normal en una guerra como ésta, un autobús de dos pisos seguía
su ruta y cruzaba un puente sobre el Tigris en dirección a Qadamiya.
Y es que para estar enterados de las realidades, o lo que según
los iraquíes son realidades estratégicas, había que
aventurarse hasta las instalaciones donde el general Hazim Al Rawi estaba
dando una conferencia de prensa matutina, al estilo Tommy Franks.
De hecho, el general Al Rawi nos está prometiendo
más encuentros con la prensa que Tommy Franks, práctica que
suponemos continuará hasta que el comandante Franks acepte la rendición
de Al Rawi o, lo que es más improbable, que Al Rawi acepte la de
Franks.
El puerto de Um Quasr aún resistía, según
nos dijo el general iraquí. "Irak se convertirá en un atolladero
para los estadunidenses. También me gustaría decirles que
antes de venir a la conferencia de prensa hice una llamada a nuestra división
51, en el sur de Irak. Se le conoce como Sarial Al Jebel o división
Rápida de Montaña. Nuestros oficiales me afirmaron que uno
de sus comandantes y su principal lugarteniente han sido capturados. Y
no es verdad lo que dicen sus agencias de que miles de nuestros soldados
se han rendido."
Con esto, el general iraquí trató de desmentir
reportes emitidos el sábado por la BBC de que 6 mil soldados iraquíes
habían sido capturados. "Sus reporteros en Basora -prosiguió
el general- pueden hacer entrevistas en vivo con los comandantes de nuestras
fuerzas y enterarse de la verdad. Nuestra división 51 sigue infligiendo
serias bajas en las tropas enemigas. Estas mentiras sobre nuestros hombres
son parte de una guerra sicológica."
Después siguió una parte ya conocida de
toda guerra árabe: las afirmaciones sobre aviones derribados. "Nuestras
heróicas y valientes fuerzas han derribado hasta (sic) cinco aviones
cazas y dos helicópteros. Un artillero fue derribado cerca de Bagdad
y otro cerca de Mosul, un tercero cayó en Akhtar Rashid, un cuarto
en el distrito de Taji y otro más en Basora. Un helicóptero
fue derribado en Mosul y otro en la zona de Samara." Como dicen los reporteros,
"no hubo confirmación independiente de estas versiones".
El ministro iraquí de Información se mostró
lleno de desprecio por estos día de guerra. "La llaman táctica
de choque y pavor", sostuvo Mohamed Said Al Sahaff. "Pero parece que quienes
están sufriendo el choque y el pavor son ellos. Usemos su propia
terminología, si bien no es lo que yo prefiero."
A esto siguió un amplio comunicado del vicepresidente
Taha Yassin Ramadan. Buena parte del texto se enfocaba en demandar el apoyo
de las "masas árabes", esa voluble comunidad que nunca da ningún
respaldo a Irak ni a nadie más. El llamado, sin embargo, era de
una retórica amedrentada y pasada de moda. Se interpretaba que,
independientemente de lo que hicieran los líderes árabes,
correspondía a "las masas" cerrar filas en "las trincheras". ¿Y
qué tendrían que hacer "las masas" una vez ahí? "Cada
ciudadano árabe y cada musulmán debe ser una bala apuntada
hacia el pecho del agresor, hasta que deje esta tierra de los árabes
esta tierra del Islam."
También hubo varias bravuconadas en respuesta a
las afirmaciones angloestadunidenses sobre sus avances en el terreno. "Dicen
que han penetrado entre 160 y 180 kilómetros. Me gustaría
decirles que avancen 300 kilómetros. Pero en el momento en que topen
con cualquier ciudad o poblado, correrán la misma suerte que están
corriendo en Um Quasr. Ustedes pueden ver la destrucción de sus
tanques en Suq ash-Shuyukh."
El vicepresidente Ramadan aseguró que los estadunidenses
que traten de llegar a Bagdad sufrirán un destino similar. La grabación
que se transmitió esta noche seguirá siendo mostrada por
los iraquíes como fundamento de esta amenaza.
©The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca
La televisión iraquí muestra entrevistas
con soldados estadunidenses capturados por el ejército de ese país
FOTOS REUTERS