Exige alza salarial de 100% y un programa de rescate de la enseñanza pública

Comienzan movilizaciones de la CNTE

Rechaza la Guía de padres; tensión durante el mitin realizado frente a Gobernación

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Tres caravanas de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) partieron ayer del Zócalo capitalino hacia diversos puntos del país para demandar aumento salarial, un programa de rescate de la enseñanza pública y manifestar su rechazo a la Guía de padres, que editaron el sindicato magisterial y la Fundación Vamos México.

Con el banderazo de salida a los autobuses que recorrerán el país y una marcha por las calles de la ciudad de México la CNTE comenzó su jornada de movilizaciones de este año.

La protesta de ayer tuvo momentos de tensión, cuando a su paso frente a las oficinas de Gobernación un grupo de profesores aflojó una de las rejas del estacionamiento y tiró algunos ladrillos. Después otro contingente traspasó el portón de madera de la Secretaría de Educación Pública (SEP) pero no pudo ingresar.

Más de 2 mil profesores hicieron una larga caminata, que se prolongó durante seis horas, en la que entregaron copias de su pliego petitorio a la Presidencia de la República y a las secretarías de Gobernación y de Educación Pública, así como al ISSSTE y a la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado.

Al frente iban los dirigentes de la CNTE en Oaxaca, Alejandro Leal; Michoacán, Sergio Espinal; Chiapas, Fortino Vázquez; Guerrero, Víctor Echeverría, y representantes de pequeños contingentes del valle de México, Zacatecas, Durango y Distrito Federal.

Al comienzo de la movilización, Leal, dirigente de la sección 22 de Oaxaca, advirtió que no van a permitir la distribución de la Guía de padres, porque estos manuales atentan contra la educación laica y fueron elaboradas con recursos de las cuotas de los mentores.

Un día después de que el sindicato magisterial dio a conocer su pliego petitorio con miras a la revisión salarial de cerca de un millón de maestros, la CNTE insistió en su demanda histórica de aumento salarial de 100 por ciento, pago de aguinaldo equivalente a 90 días y homologación de prestaciones para el personal administrativo.

Frente a las puertas de la SEP también exigió al gobierno que implemente un programa de rescate de la enseñanza pública, lo cual implica la asignación de un presupuesto educativo equivalente a 12 por ciento del producto interno bruto; la cancelación del Compromiso Social por la Calidad de la Educación y el pacto entre el sindicato magisterial y la Fundación Vamos México.

La jornada fue larga. A las 11 de la mañana la manifestación se inició en la Escuela Normal Superior y a lo largo de seis horas tuvo varias escalas: las oficinas del ISSSTE, de Gobernación, de la fiscalía, de la SEP y el Palacio Nacional.

En el edificio de Bucareli, a pesar de que una comisión magisterial había sido recibida, un grupo de profesores jaló una de las rejas del estacionamiento, ubicado sobre la calle Abraham González, y terminó por derribar algunos ladrillos.

Los docentes, que demandaban que sus representantes fueran atendidos, después arrojaron ladrillos y botellas de plástico al interior del inmueble y amenazaron con tirar el portón. Luego de algunos escarceos con los vigilantes de Gobernación, los coordinadores de la protesta tuvieron que llamar a la calma.

Media hora después los líderes magisteriales salieron del edificio de Bucareli y en voz del michoacano Sergio Espinal explicaron su demanda de que se cancelen las órdenes de aprehensión contra maestros de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Zacatecas, en particular aquellas que se giraron por las protestas de diciembre en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

"Es indispensable que Gobernación detenga esta escalada de represión contra el magisterio y contra la educación pública", exclamó Espinal desde arriba de un autobús que transportaba el equipo de sonido.

Luego caminaron por Paseo de la Reforma hasta las oficinas del fiscal Ignacio Carrillo Prieto, donde pidieron que se agilicen las investigaciones para esclarecer la guerra sucia contra el magisterio y se castigue a Elba Esther Gordillo, secretaria general del PRI y lideresa moral del SNTE, y al ex dirigente magisterial Carlos Jonguitud Barrios, a quienes señalan como presuntos culpables de esos hechos.

Casi a las tres de la tarde reiniciaron su marcha y se dirigieron por la avenida Madero hacia el edificio central de la SEP. Al grito de "šTamez, entiende, la educación no se vende!", intentaron entrar al inmueble y lograron traspasar el monumental portón de madera, pero a unos pasos se toparon con un fuerte enrejado.

Los maestros se conformaron con gritar consignas contra la SEP y contra el pacto entre Vamos México y el SNTE: "šSus guías de padres se van a Chihuahua al baile! šSahagún y Gordillo son el mismo pillo!"

Un profesor de Michoacán criticó la política de enseñanza del secretario de Educación Pública, Reyes Tamez Guerra. "Este empresario y ex rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León ha pensado que llegó a una sucursal y que las escuelas son microempresas que sirven para vender la educación", expresó. La marcha concluyó con un mitin frente a Palacio Nacional y el banderazo de salida a las caravanas que llevan los nombres de profesores: "Francisco Javier Acuña", que partió hacia el norte del país; "Celso Wenceslao López", para el sureste, y "Misael Núñez Acosta", al centro. Esta vez la protesta tuvo un toque político-cultural. En la explanada de la Plaza de la Constitución el grupo de danza del magisterio oaxaqueño y la banda musical Tierra del Sol interpretaron La Guelaguetza.