Destaca Jorge Legorreta el constante acercamiento
del escritor a las culturas distintas
Por vez primera, lectura bilingüe de 36 poemas
de Octavio Paz en El Cairo
México y Egipto comparten el Nobel atribuido
al autor de Ladera este y Mahfuz
DE LA REDACCION
El Instituto Cervantes de España, la Embajada de
México en Egipto y la Universidad de El Cairo presentarán
por vez primera hoy una lectura bilingüe de 36 poemas de Octavio Paz
(1914-1998), Premio Nobel de Literatura, en ese país islámico.
Los poemas serán leídos en árabe por Mahmud El Zayit,
doctor en literatura y director del Departamento de Lengua y Literatura
hispánica de la Universidad del Cairo, y en español por el
agregado cultural de México, Jorge Legorreta.
Los
poemas traducidos al árabe por Mahmud El Zayit pertenecen a las
obras Libertad bajo palabra, Salamandra, Ladera este,
Hacia el comienzo, Vuelta y Arbol adentro, compiladas
en su libro Obra poética (1935-1988) publicado en 1990 por
Seix Barral. En el Arbol adentro, los poemas Constelación
de Virgo, En defensa de Pirrón y Hermandad fueron
inspirados o tienen referencia a personajes de El Cairo.
El embajador de México en Egipto, Miguel Angel
Orozco, y otros representantes diplomáticos de la comunidad internacional
asistirán al acto ''Lecturas de poemas en torno de Octavio Paz"
que será grabado y posteriormente enviado a instituciones culturales
y educativas de México y España.
Vidas paralelas
El arquitecto Jorge Legorreta, quien realizará
una lectura introductoria, consideró que ''los aportes fundamentales
de la obra de Paz, como son la creación de una poesía espacial
más que discursiva y la imaginativa relación de la palabra
con la imagen, provienen, según sus críticos, de su incansable
acercamiento a las culturas de los otros, a las culturas de los distintos.
De entre su extenso peregrinar por el mundo, el Oriente Medio y Lejano,
fue su preferido".
Además, en el texto ''Octavio Paz en el Medio y
Lejano Oriente'', Legorreta precisó que el poeta mexicano consagró
su vida entera a las letras, pues fue autor de cuentos, obras de teatro,
traductor de grandes escritores, y como ensayista un agudo crítico
de la realidad social. Sus intensos quehaceres literarios los combinó
con la enseñanza, el periodismo y la diplomacia en Japón,
China y particularmente en la India, donde fue embajador en 1962.
México y Egipto tienen la fortuna de compartir
el Nobel de literatura otorgado a Octavio Paz y Naguib Mahfuz, cuyas vidas
transitaron, sin quererlo, en forma paralela. Ambos nacieron al despuntar
el siglo XX y crecieron en un barrio, Paz en Mixcoac, ciudad de México,
y Mahfuz en Gamaliya, El Cairo. Los dos recibieron su premio a los 76 años
y por azares del destino, el primero murió de 84 años, la
misma edad que tenía el segundo cuando fue víctima de un
atentado contra su vida.
En Egipto, otra de las obras traducidas de Octavio Paz
es El laberinto de la soledad, por Nadia Gamal, de la Universidad
Aim Shams, quien recientemente hizo la traducción de Como agua
para Chocolate, novela de Laura Esquivel.
También se han traducido al árabe, de Carlos
Fuentes, los libros La campaña, Una familia lejana,
Gringo viejo y La muerte de Artemio Cruz, y de Juan Rulfo,
Pedro Páramo.