CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
De muertos y guerras intestinas en el PRD
HAY GUERRAS EN las que los muertos respiran, caminan y, en algunos casos, hasta toman decisiones menores y sin mayor trascendencia, pero están realmente muertos.
SON LAS GUERRAS políticas que no huelen a pólvora o a químicos y, sin embargo, determinan ciertas rutas en el camino de muchos países. Este fin de semana concluyó una de esas batallas en el PRD y, la verdad, las posibilidades de hacer de ese partido un organismo alejado de las prácticas viciadas que le han costado votos y prestigio se vieron frenadas frente a las opciones que se oponen a la institucionalización partidista.
EL GOLPE FUE duro para la dirigencia nacional del PRD. En la lista de candidatos plurinominales sólo aparece un rosarista, Inti Muñoz, y aunque se dice que los aspirantes externos son posiciones del Comité Ejecutivo Nacional, la verdad es que apenas la mitad de ellos podría haber surgido de la voluntad de la dirigente del sol azteca, Rosario Robles.
ES JUSTO ADVERTIR que todos los empresarios sumados al rosarismo parten de propuestas de la misma presidenta y para muchos significa el alejamiento de los principios de ese instituto político.
NO OBSTANTE, FUERON las corrientes de siempre -chuchos, amalios, la CID y otras tribus con más o menos presencia política, pero siempre al acecho de los puestos- las que definieron el rumbo del PRD en el futuro inmediato.
COMO SE QUIERA leer, el o los consejos perredistas que concluyeron el domingo pasado aseguran una notoria debilidad de la presidencia nacional frente a las tribus que, como ya se dijo, ganaron una guerra que seguramente perdió el PRD.
TRIUNFARON LOS INTERESES sobre las ideas y el horizonte de ese partido se complicó aún más. Los propósitos de izquierda parecen enterrados entre los candidatos que han buscado con denuedo el centro perdido, como Manuel Camacho Solís, o el revanchismo anunciado de Socorro Díaz.
LOS PERREDISTAS IDENTIFICADOS con las ideas de izquierda, o cuando menos algunos de ellos, quedaron fuera. Allí están Rosalbina Garabito y Carlos Payán. También desecharon la experiencia y sabiduría de Ricardo García Sainz y se desdibujó el equipo de primera que se pretendía para enfrentar, desde la Cámara de Diputados, los tres años que restan al gobierno de Fox, y por ello los más peligrosos.
EN SU LUGAR se coló, como fuera, un buen amigo de la señora Elba Esther Gordillo, gente del magisterio que ahora podrá esparcir su experiencia desde alguna curul de la próxima legislatura.
DE ESA MANERA, se diga lo que se diga y se pongan los pretextos que se quiera, la brújula del PRD ha perdido el norte y el destino es incierto. Para no dejar dudas, habría que advertir aquí que los empresarios que representarán al PRD provienen, todos, de la Canacintra, esa central patronal que alguna vez juró y perjuró lealtad al priísmo.
EN FIN, TODO apunta hacia la absoluta revoltura, hacia el amasijo político tan de moda, donde en el mercado del poder la moneda de cambio son votos y para ello hay que tener un buen producto, vendible, una oferta que compren los electores y no una buena idea que defienda los principios de la izquierda o cuando menos las que dieron vida al PRD.
LAS COSAS VAN así en esta guerra interna donde habrá que detectar quiénes ya están muertos porque, eso sí, aunque todavía resuellen, los muertos sí están muertos. Ni remedio.
