Con los CSM se entrega la explotación
de gas a trasnacionales, advierte académica
El ataque a Irak, para privatizar la mayor reserva
de crudo: Jalife-Rahme
Una de las metas de EU es beneficiar a la petrocracia
texana y terminar con la OPEP
ISRAEL RODRIGUEZ
Detrás del ataque de Estados Unidos contra Irak
está la ''petrocracia'' estadunidense que pretende apoderarse del
crudo de esa región, lo que representará el fin de la Organización
de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) e incluso de Petróleos
Mexicanos (Pemex), consideraron especialistas académicos de la UNAM.
Advirtieron que la pretendida apertura del sector energético en
México traerá beneficios escasos y grandes riesgos para la
soberanía.
En conmemoración del sexagésimo quinto aniversario
de la expropiación de la industria petrolera, los expertos consideraron
que el presidente Vicente Fox debe hacer valer la soberanía de México,
a través de un giro de la política energética adoptada
en los últimos 30 años.
Durante
la mesa redonda Defensa de la soberanía nacional en el manejo
del petróleo, organizada por el Instituto de Investigaciones
Económicas (IIEs), Alfredo Jalife-Rahme, profesor de posgrado en
Geopolítica y Negocios Internacionales de la Facultad de Contaduría
y Administración de la UNAM, informó que Irak posee 300 mil
millones de barriles de petróleo, según estimaciones del
Departamento de Energía estadunidense, lo que representa un volumen
tres veces mayor a las cifras oficiales hasta ahora conocidas.
Lo anterior significa que Irak se va a convertir en el
país con mayores reservas de crudo en el mundo, incluso por encima
de Arabia Saudita, que tiene alrededor de 250 mil millones de barriles.
Entonces, con este ataque, Estados Unidos se podría convertir en
la única potencia que controlaría el petróleo mundial.
Este control geoestratégico se extendería
al golfo Pérsico, por donde pasan tres cuartas partes de los hidrocarburos
del mundo, sumando la producción de Arabia Saudita y otros países,
mientras por el norte de Irak se acercaría al Mar Caspio, considerado
como la tercera reserva mundial de petróleo.
Jalife-Rahme indicó que uno de los objetivos del
ataque es la privatización del petróleo, lo que significará
el fin de la OPEP. Señaló que las dos compañías
beneficiadas de esta operación serán Exxon-Mobil y Chevron,
con lo que se beneficiará la ''petrocracia texana'', representada
por la dupla Dick Cheney-George W. Bush, vicepresidente y presidente de
Estados Unidos, respectivamente.
Al respecto, Arturo Bonilla Sánchez, del IIEs de
la UNAM, quien fungió como moderador, detalló que la riqueza
de Irak asciende a 3 billones 600 mil millones de dólares y por
ello Estados Unidos quiere ''despedazar'' al país gobernado por
Saddam Hussein.
Sarahí Angeles Cornejo, también del IIEs,
afirmó que el reciente aumento de la plataforma de exportación
petrolera de México en 120 mil barriles diarios ha nutrido los recursos
de Estados Unidos para efectuar el ataque bélico. Precisó
que de una plataforma de 1.8 millones de barriles diarios de exportación,
1.6 millones se destinan al mercado estadunidense.
Angeles Cornejo mencionó que el anuncio que seguramente
se hará en el contexto del 65 aniversario conmemorativo de la expropiación
petrolera, en el sentido de que México duplicará sus reservas
por el descubrimiento de 2 mil 700 nuevos puntos de explotación
de crudo, será para validar la mayor extracción.
Destacó que en México se ha realizado una
creciente privatización soterrada de la industria petrolera. Un
ejemplo son los contratos de servicios múltiples (CSM), por medio
de los cuales se pretende entregar a las trasnacionales la explotación
del gas no asociado, combustible que está desplazando al petróleo
como fuente de energía.
A 65 años de la nacionalización de la industria
petrolera, Pemex ya trabaja con más de 50 empresas extranjeras en
actividades de exploración de crudo en territorio mexicano. En 2002,
empresas extranjeras participaron con Pemex en las tareas de descubrimiento
de 125 millones de barriles de crudo equivalente y 487 millones de probables
y posibles, para incorporar a las reservas 612 millones de barriles. Empresas
como British Petroleum, Shell, El Paso, Repsol, YPF, Exxon-Mobil y otras,
de manera directa o indirecta permitieron que Pemex incorporara 2 mil 700
nuevas oportunidades de explotación.
La investigadora recordó que se ha presentado una
paulatina privatización del sector energético mexicano. Primero
fue la petroquímica; luego se dividió a Pemex en organismos
subsidiarios; después se privatizó la comercialización,
transporte y almacenamiento del gas natural y con la entrada en vigor del
Tratado de Libre Comercio se permitió el ingreso de las trasnacionales
para la generación de electricidad. Ahora, agregó, con los
CSM las petroleras internacionales volverán a la extracción
de crudo, después de 65 años de haber sido obligadas a salir
de México.
Felipe Ocampo, miembro del grupo Ingenieros Petroleros
Constitución de 1917, consideró que el nombramiento de funcionarios
al frente de Pemex-Refinación (como Juan Bueno Torio) que no tienen
la menor experiencia ni el conocimiento para encabezar una empresa tan
importante ''sólo se da en México, porque en ninguna parte
del mundo en una empresa tan especializada se ven estos casos''. Añadió
que este tipo de nombramientos son útiles para desprestigiar a Pemex,
acusarla de ineficiente y así allanar el camino para su eventual
privatización.
Víctor Rodríguez Padilla, investigador de
Posgrado de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, alertó
que la entrada de petroleras trasnacionales tan poderosas ponen a prueba
a los gobiernos, pues al dejarlas operar a través de los CSM cualquier
controversia se convertirá en asunto de Estado porque ellas recurrirán
a sus gobiernos para defender sus intereses.