El compositor presentará mañana
en ese festival su nueva producción, Pietá
Milton Nascimento rinde, en El Tajín, homenaje
a las mujeres
Mi niñez está llena de voces femeninas
y a ellas debo mi manera de cantar, dice a La Jornada
Cuando le engrosó la voz, desesperado, se preguntó:
''¿es que he de perder mi corazón?''
PABLO ESPINOSA
El compositor Milton Nascimento será la figura
central del Festival Cultural del Tajín, con un concierto magno
este miércoles en el que dará a conocer su nuevo material,
Pietá, un disco compacto cuya edición de lujo es una
caja de arte y cuyo contenido está también dotado de belleza,
la belleza natural que caracteriza toda la obra de este cantor que ama
a las mujeres.
Concebida precisamente como un homenaje a ''las diosas
que nos enseñaron a cantar como Dios", esta nueva obra maestra se
suma a aquella serie de himnos órficos, cantos rituales; esta versión
muy terrenal, carnal y anímica del paraíso en una muy íntima
manera brasileira, toda esa sensualidad angelizada que vive en su
vasta y bella discografía, que es lo mismo que decir su biografía.
Extasis por La Piedad
En entrevista con La Jornada, el músico
nacido en Río de Janeiro, pero que vive con la piel y el alma concebidas
y sembradas en Minas Gerais, comparte el íntimo linaje de su nueva
grabación.
-De la misma manera en que lo hace en sus anteriores grabaciones,
entre ellas Angelus, este nuevo, hermoso disco, Pietá,
espejea al escucha un diálogo constante con los ángeles,
con la divinidad. ¿Lo asume así?
-Aquel
disco se llama Angelus porque nací a las seis de la tarde,
que es la hora del ángelus, es decir cuando un ángel anunció
a la virgen que iba a ser la madre de Dios. Sucedieron muchas coincidencias
felices cuando grabé ese disco, todas relacionadas con el número
3, fue un disco lindo de amistades. En mis discos suelo compartir con músicos
de adentro y en aquel caso lo hice con personas de fuera de Brasil, entre
ellos Peter Gabriel.
-¿Cuál es el espíritu que anima ahora
su Pietá?
-Es un disco para dar las gracias a las mujeres, un homenaje
a ellas. Su nombre es por causa de que mi madre de sangre trabajaba en
una casa de Río de Janeiro, donde me acogieron luego de mi éxodo
forzado desde Minas Gerais. Yo era muy pequeño y estuve a punto
de morir por una enfermedad. Si no morí fue por causa de los ángeles.
Mi madre adoptiva, Lilia, desde entonces me quedó como la Señora
de la Piedad porque me salvó, cuidó de mí, de mi vida
entera, con ella aprendí a cantar. La imagen de La Piedad
me resulta familiar, porque cuando mi madre de sangre murió, algo
de mí quedó sangrando desde entonces. La Piedad de
Miguel Angel siempre me deja estupefacto de belleza; cada vez que voy a
Roma me quedo horas parado frente a esa obra maestra. Es una obra que me
impacta sobremanera. Quizá porque me recuerda mi experiencia de
niñez. Veo reflejada a mi mamá y a mí, pero no porque
yo quiera ser Cristo, por favor.
Predilección por el número 3
-Cuando lo escuchamos es una certeza abierta que su cantar
es como de ángeles. ¿Están más cerca las mujeres
de los ángeles?
-Mi infancia está llena de voces femeninas, desde
entonces me doy cuenta de que las mujeres cantan con el corazón,
mientras los hombres se afanan por mostrar sólo la fuerza con la
voz.
''Desde niño he buscado con mi música el
cantar de las mujeres. Recuerdo cuando llegó la hora en que mi voz
engrosó, se hizo un poco más grave, lo que me puso desesperado
y me preguntaba, ¿es que yo, como los otros hombres, también
he de perder mi corazón? Entonces aconteció algo muy importante:
estaba yo una tarde en la oficina de mi padre y transmitieron por la radio
un concierto de Ray Charles.
''De repente me empezó a invadir una euforia sin
igual, una sensación de plenitud y calma por causa de una certeza:
me percaté de que los hombres también podemos cantar con
el corazón. Siempre me he referido con vehemencia a la voz de las
mujeres, a su esencia, pero nunca había tenido la dicha de decirles
gracias con un disco entero.
''Aquí participan dos cantoras de Brasil que todavía
no son tan conocidas: Simone Guimaraes y Marina Machado. En uno de los
ensayos, cuando me surgió una necesidad inexplicada de una tercera
voz femenina, apareció en el estudio Maria Rita Mariano, que por
increíble coincidencia es hija de Elis Regina. Eso me impactó
buenamente, porque Elis Regina fue la primera persona que grabó
una obra mía; fue ella quien me lanzó en Brasil y ahora soy
yo quien da a conocer artísticamente a su hija Maria Rita Mariano,
que acababa de regresar de Nueva York, donde vivía y grabó,
casi a escondidas, un disco compacto y ella llegó aquí para
esta experiencia tan entrañable para mi vida: que yo pueda abrigar
el trabajo de una hija de Elis Regina, que me abrigó.
''Cuando Maria Rita llegó, además, completó
un trío de cantoras para mi disco que confirman nuevamente ese no
sé qué que tengo en mi vida con el número 3. Cuando
se cumple un 3 acontece algo bonito.''
Coro de ángeles para la niñez
-Y ya que hablamos de ángeles, de mujeres, ¿aspira
todavía a cantar como lo hacen las mujeres?
-Mi primera voz femenina en mi vida fue la de mi madre.
No era una cantante profesional, aunque formó parte de un coro que
dirigía Heitor Villa-Lobos. Yo la acompañaba instrumentalmente
con una sanfoninha, especie de acordeón sin teclas. Y en
la casa había muchos discos y en la radio escuchaba cantar también
a las mujeres. El día que escuché cantar a Angela Maria me
volví loco, loco de felicidad, y ese coro de ángeles se fue
poblando en mi niñez de otras voces: Billie Holiday, Ella Fitzgerald,
Yma Sumac.
''Yo no sé qué sucede ni de qué manera,
lo que sí sé de cierto es que la manera en que canto se la
debo a las mujeres.''